Desde mejoras a procesos internos hasta combate activo contra la corrupción, los proyectos ganadores destacaron por un uso eficiente de los recursos y una preocupación cada vez más clara por el ciudadano. Determinar a los 25 finalistas fue una tarea dura para el Comité calificador, pues fueron muchas más los que merecían un lugar en el ranking.
Fueron recibidas 72 postulaciones válidas por parte del sector público. Fue lamentable dejar fuera a un alto número de proyectos de gran valor. Entre los elegidos, muchos tenían lo necesario para ocupar alguno de los cinco primeros lugares o por lo menos sumar una mención especial. En esta ocasión, definir el podio fue una labor ardua por parte del Comité calificador, pero la calidad de los galardonados es irrefutable.
Este es el primer año de las nuevas administraciones en una gran cantidad de dependencias, cuyos proyectos no están necesariamente anclados en un trabajo previo de forma directa. Por fortuna, esto no afectó la calidad de las iniciativas, aunque la variedad de tecnologías disruptivas utilizadas no alcanzó los niveles de otros años.
La mayoría de los proyectos postulados se limitaron a la modernización de sistemas administrativos, aplicaciones con fines de información, participación ciudadana y visibilización de datos para cumplir con principios de transparencia y datos abiertos.
Más servicios, mayor satisfacción
Las cifras recopiladas e interpretadas por los editores indican que prácticamente dos tercios de los proyectos ganadores este año corresponden a entidades estatales, 20% a municipales y solo 12% a federales. En cuanto a distribución geográfica, el Centro-Bajío arrasó con los premios: 72% de las iniciativas presentes en el listado corresponden a esa zona, mientras que Norte y Sur empataron con 8%. A nivel estatal, el que más proyectos ganadores obtuvo fue el Estado de México, con seis puestos en el ranking. Por primera vez en la historia reciente Jalisco pierde el primer puesto, y comparte el segundo lugar con la Ciudad de México e Hidalgo, con tres iniciativas cada uno.
Prácticamente la mitad de las entidades tuvieron como principal propósito con sus iniciativas la innovación a nivel de producto/servicio. El 32% dijo apuntar a la innovación de procesos y solo el 20% restante las realizó de forma simultánea.
Los finalistas
Además de los cinco primeros lugares de rigor, en esta edición el Comité calificador decidió otorgar cinco menciones especiales. El Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR) y la Secretaría de Agri-cultura y Desarrollo Rural (SADER) ocupan los primeros tres puestos del ranking. Pero vale la pena también destacar los méritos de las restantes 15 iniciativas.
La Alcaldía Cuauhtémoc postuló su “Sistema de trámites y servicios”, una aplicación enfocada a facilitar —como su nombre lo indica— el registro de trámites y servicios mediante un pre-registro en línea con captura electrónica de documentos, que se almacenan en una carpeta digital para cada ciudadano. La iniciativa no solo reduce al mínimo el uso de papel, sino también permite un análisis estadístico más completo y actualizado con el fin de tomar decisiones informadas.
En el mismo camino, la CONDUSEF generó “Queja en línea” con la intención de digitalizar procesos que el papel hacía tediosos y difíciles de realizar para los ciudadanos. Los usuarios pueden ahora realizar sus reclamos contra una institución financiera desde cualquier lugar, realizar seguimiento en línea y recibir en su correo electrónico los resultados.
La Dirección General del Sistema Estatal de Informática (EDOMEX) presentó la iniciativa “Portales institucionales en lenguas indígenas”, un proyecto que realizó con recursos internos y código abierto. Busca beneficiar a las 376.830 personas mayores de tres años que utilizan lenguas como Mazahua, Otomí, Tlahuica y Matlatzinca en el Estado. Para aumentar la accesibilidad, los sitios cuentan con audios para cada pieza de información que presentan. Por su parte, la organización Hábitat para la Humanidad México presentó su “Sistema de administración de soluciones de vivienda (SASVI)”, que logró sistematizar el proceso de seguimiento de la construcción de hogares derivado del sismo del año 2017, mediante una aplicación móvil y sitio web.
El ayuntamiento de Atlixco, Puebla, implementó tecnología en los procesos de cobro en tianguis, mercados y comercio, tanto formal como informal, en un ánimo de eliminar la corrupción, agilizar los tiempos de cobro e incrementar la recaudación. Pero no solo de procesos vive la innovación. El IGECE de Quintana Roo desarrolló un proyecto que utiliza drones de bajo costo para la generación de cartografía catastral. Los datos capturados están abiertos y disponibles para que los ciudadanos realicen diversos análisis.
La creación del “Sistema de control operativo” del Instituto de capacitación para el trabajo del estado de Hidalgo (ICATHI) surgió de la necesidad de agilizar y sistematizar sus servicios. La entidad generó un conjunto de sistemas digitales que apoyan la operación control y evaluación de sus procesos sustantivos.
Los datos son parte fundamental de las políticas públicas y su libre acceso clave para una democracia sana. El Instituto de Información e Investigación Geográfica, Estadística y Catastral del estado de México lo sabe y su apuesta es el “Ecosistema de datos geoestadísticos del estado de México y sus municipios”, un repositorio de información que cuenta con datos representados de forma cartográfica. La entidad priorizó también la interoperabilidad a nivel de diseño y sumó estándares internacionales como el del Open Geospatial Consortium.
Otro proyecto enfocado en los datos es el del Instituto Superior de Auditoría y Fiscalización, que mediante una serie de algoritmos comprueba la validez de la información financiera entregada por los fiscalizados y la pone a disposición de los ciudadanos de forma automática, sin tener que realizar solicitudes.
La presidencia municipal de Tulancingo fue la entidad que más proyectos postuló en esta convocatoria (seis), pero el elegido fue “Alcalde Tulancingo en línea”, que promueve la participación ciudadana y mejora los servicios públicos mediante un desarrollo web para registrar y canalizar el reporte de incidentes.
En un buen despliegue de analítica y flujos de información, el REPSS Hidalgo y la Dirección general de proyectos estratégicos de la Secretaría de Salud del estado desarrollaron un proyecto para acelerar la detección de cardiopatías congénitas en recién nacidos y evitar, en muchos casos, su muerte.
El Sistema Avanzado de Bachillera-to y Educación Superior del estado de Guanajuato (SABES) creó una aplicación que centraliza buena parte de la interacción con los alumnos, tanto a nivel financiero como académico. Otro de los proyectos enfocados en transparencia y datos abiertos fue el del Tribunal de justicia administrativa del estado de México, que pone a disposición de los ciudadanos la información relativa a los acuerdos que cada una de las salas del tribunal alcanzan.
Finalmente, pero no menos importante, la Universidad Digital del estado de México participó con un proyecto de manejo de datos no estructurados, clasificación de imágenes por medio de machine learning y acceso a servicios mediante datos biométricos e inteligencia artificial. Todo esto con el fin de establecer patrones en los perfiles de los estudiantes, automatizar algunas interacciones mediante un chatbot y permitir incluso detectar cambios de humor en los alumnos.
Los cinco primeros lugares y el detalle de sus proyectos puede consultarse aquí:
- Primer lugar: Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Jalisco
- Segundo lugar: Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro
- Tercer lugar: Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural
- Cuarto lugar: Poder Judicial del Estado de México
- Quinto lugar: Municipio de Coatzacoalcos, Veracruz