Industria 4.0, Convergencia IT-OT, Internet de las cosas industrial, Smart Factories… los nombres son muchos pero la realidad es solo una: estamos frente a una nueva revolución industrial.
La automatización y conectividad al interior de las industrias lleva tiempo anunciándose como un paso necesario e inevitable, pero al igual que con las otras aceleraciones IT que se dieron durante la pandemia, las empresas se están dando cuenta ahora que no se puede retrasar más si se quiere mantener una operación segura, y que sus beneficios son palpables con rapidez.
En pocas palabras, la llegada de esta revolución industrial implica que el Internet de las cosas, o IoT, alcanza a la planta de producción. Esto significa que todos los dispositivos que conforman una línea de producción, como PLCs, sensores, básculas, controles y motores, entre muchos otros, se interconectan conformando una red, similar a las que tenemos en un ambiente corporativo, pero con retos y beneficios muy específicos.
La maquinaria y los sensores de la línea de producción obtienen así la capacidad de generar una gran cantidad de datos útiles, que se pueden almacenar y procesar. De esta forma pueden ser gestionados inteligentemente, y la línea de producción completa puede volverse inteligente también.
Sin ir más lejos, la empresa ganadora de nuestro reciente ranking Las más innovadoras, realizó la automatización completa de una planta de procesamiento de carne, de principio a fin, gracias a la interconexión de todos sus componentes. Ya no necesitan a los humanos para ninguna parte del proceso, algo especialmente importante en este contexto de distanciamiento social.
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