Ayer, después del cierre de los mercados bursátiles, IBM dio a conocer resultados mixtos que decepcionaron a más de un analista financiero. Los ingresos sumaron $18,000 millones de dólares, lo que significa $200 millones menos de lo estimado y una caída de 4% año contra año. Todos sus segmentos reportaron ventas por debajo de las estimaciones, con excepción de Servicios globales de negocios.
International Business Machines en su tercer trimestre sigue mostrando debilidad, a pesar de que se pensaba que este sería ya el periodo en el que Red Hat vendría a compensar el declive en ingresos en el corto plazo. Sin embargo, solo se pudieron registrar ventas de $371 millones de dólares provenientes de la reciente adquisición de dicha firma de software, significativamente menos de los $987 millones que la empresa de OpenShift hubiera podido reportar de no haber sido comprada.
Baja demanda en el segmento de mainframes debido a la expectativa del nuevo sistema z15, y una caída en ventas en el segmento de Servicios globales de tecnología afectaron los resultados de la firma.
Del lado positivo, el segmento de Cloud y software cognitivo creció 8%, aunque también reportó ventas por debajo de las estimaciones. Servicios globales de negocios se mantuvo en línea con el consenso y creció un magro 2%.
Finalmente, IBM mostró con estos resultados que sus problemas persisten. Se trata del quinto trimestre consecutivo que cae en ingresos, y el 11º que falla en su pronóstico en los últimos 19 trimestres, mientras tres de sus cuatro segmentos principales no alcanzaron los consensos individuales de ventas. A pesar de incluir los ingresos de Red Hat, el descenso fue de 4% año contra año. Aún así, la alta dirección no mejoró su pronóstico de ganancias por acción (EPS). Hay quien considera que un cambio en la cima de IBM sería útil para mejorar su desempeño, porque a este paso no parece que llegue muy lejos.
