Solo el 30% de quienes estudiaron y ejercen profesionalmente en disciplinas STEM son mujeres, un porcentaje muy bajo, que es aún menor si el enfoque va sobre la ciberseguridad. De acuerdo con el Global Information Security Workforce Study: Women in Cybersecurity, conducido por el Centro para Ciberseguridad y Educación, en Estados Unidos, 14% de la fuerza de trabajo en este segmento se reconoce dentro del género femenino.
En el resto del mundo las cifras son aún más desesperanzadoras. Solo 8% de los empleos en ciberseguridad en América Latina son ocupados por mujeres, 5% en Medio Oriente y 7% en Europa. A nivel de cargos directivos, solo el 1% mundial es ejercido por el género femenino.
De acuerdo con una encuesta realizada entre 200 profesionales de ciberseguridad de Estados Unidos y el Reino Unido, una de las principales barreras para que las mujeres hagan carrera en ciberseguridad es la falta de conciencia o desconocimiento de esta especialización, así como del camino de desarrollo que se puede alcanzar al enfocarse en ciberseguridad.
En el otro extremo, el estudio destacó que 63% de las participantes decidieron incursionar en ciberseguridad participa en proyectos innovadores y desafiantes, además de que 56% considera que esta especialización es una de las más importantes en la industria actualmente.
Cuando haya que reclutar talento para el área de ciberseguridad, podría tenerse en cuenta que la revista Nature ha señalado que a pesar de postularse menos, las candidatas mujeres a empleos de ciberseguridad suelen tener mayor experiencia académica que sus contrapartes varones. 51% de ellas tienden a contar con un grado de maestría o superior, comparadas con 45% de los hombres.
Lo mismo sucede en lo referente a experiencia laboral, donde el promedio se ha entrenado en ciencias de cómputo, información e ingeniería. Además las mujeres suelen tener experiencia vasta al provenir de campos como negocios, matemáticas y ciencias sociales, 44% de ellas ante 30% de ellos.
De acuerdo con un estudio de Frost & Sullivan, las profesionistas de seguridad otorgan una prioridad mayor al entranamiento interno y a la educación en seguridad y en administración del riesgo. Las mujeres también empujan la educación en línea para sus empleados más que los hombres. Otro campo en el que destacan es en escoger socios y proveedores para el desarrollo seguro de software: han demostrado una tendencia a explorar con mayor detalle las calificaciones, personal, y a evaluar mejor la capacidad de los socios para cumplir las obligaciones contractuales.
Las perspectivas de un equipo diverso son, por sí mismas, un elemento positivo en cualquier organización, y la ciberseguridad no es la excepción. “Pierdes muchas visiones posibles que optimizar la protección. Especialmente en ciberseguridad, estamos intentando luchar contra una amenaza siempre cambiante. Necesitas todas las perspectivas posibles, para asegurarte de que estás corriendo a la velocidad indicada y te estás adelantando lo más posible a cualquier tipo de ataques”, explicó Jennifer Sunshine, CEO de la empresa de seguridad IOActive a Fifth Domain.
En suma, procurar una equidad de género en ciberseguridad podría beneficiar tanto a los departamentos de informática como al negocio.