El regreso a clases del ciclo escolar 2021-2022 ha sido uno de los más esperados. Para la mayor parte de alumnos y maestros significaba el reencuentro físico, el necesario contacto entre personas, una mejor manera de avanzar y aprender. Para las áreas de Sistemas significó un reto mayúsculo. Aquí el recuento de una etapa frenética para implementar entornos híbridos en 100 aulas y otras áreas del campus Ciudad de México del Instituto Tecnológico de Monterrey, que alberga 6,000 estudiantes.
Claudia Galindo ha tenido que demostrar su capacidad de gestión y resiliencia en un periodo en el que ya sabemos qué pasó. Si el 2020 significó la puesta en marcha de clases virtuales, la protección de dispositivos, aplicaciones y datos de infinidad de ataques maliciosos y la implementación del trabajo remoto para los empleados, la primera parte del 2021 representó un “período frenético” como ella misma lo califica. Tuvo que equipar con sistemas audiovisuales 100 aulas en el campus a su cargo, de las 700 aulas en total con que cuenta el sistema TEC en el país, repartidas en 26 campus.
“Teníamos que asegurar el regreso a clases en todos aspectos. Uno de los principales, además de la salud de alumnos y maestros, era permitir una interacción híbrida en las aulas. Es decir, que los asistentes remotos se sintieran en la clase y pudieran interactuar con el resto y viceversa”, explicó Galindo.
La segunda mitad del año fue la prueba de fuego, a decir de la entrevistada. Abrieron paulatinamente para probar lo ya instalado y, para alivio de Galindo, todo salió conforme a lo planeado.
Sin embargo, su trabajo no se limitó a las aulas. El backoffice, como los sistemas de pago para padres de familia, nuevos procesos de onboarding, migrar a la nube, la integración de todos los sistemas, adoptar metodologías ágiles y, por ende, reestructurar equipos de trabajo, también la mantuvieron ocupada.
Con miras al 2022 hay proyectos ambiciosos, como una migración casi completa al cloud, mayor uso de inteligencia de datos, automatización y uso de RPA (bots) con miras a la autogestión, y mejorar la experiencia de la comunidad (alumnos, padres, empleados y proveedores).
Hacia una revolución
Galindo considera que se avecina una “revolución” en el 2022, debido a que se ha planteado la integración de todos los sistemas. Además, se están adoptando metodologías ágiles, lo que implica una reestructura de los equipos de trabajo, células para integrar personas de todas las áreas y ser más ágiles en el desarrollo y entrega de aplicaciones, enfocadas a la interacción con estudiantes y, en el caso de los profesores, con servicios.
Asimismo, su meta es alcanzar una relación 20% – 80% (on premises – cloud), del 30% – 70% de hoy.
“No queremos traer obsolescencia tecnológica, sino replantear desde cero algunos sistemas, en conjunto con la estrategia de seguridad”, afirmó Galindo.
La inteligencia artificial (AI) también será una prioridad en los siguientes 12 meses, iniciando con distintos bots para atención a sus distintas comunidades, como son los asociados. “Buscamos la autogestión y una mejor experiencia para el personal, los profesores, estudiantes y padres de familia. Estaremos avanzando en los esfuerzos de automatización.”
Por último, pero no menos importante, frente al aumento de las amenazas y ataques cibernéticos, propiciados por el trabajo remoto y las clases en línea, Galindo dijo que estarán desarrollando mayores competencias y habilidades a todos los niveles.
El sistema TEC atiende a 92,645 alumnos, entre preparatorianos, estudiantes de licenciatura y posgrado; y poco más de 10,000 profesores conforman su equipo docente. Aun cuando Galindo solo se enfoca al campus Ciudad de México, en su lista de iniciativas tiene suficiente para entretenerse.