Xerox anunció que adquirirá Lexmark International mediante un acuerdo valuado en $1,500 millones de dólares, incluida la deuda neta y otros pasivos asumidos.
La transacción, que se espera se cierre en la segunda mitad de 2025, está sujeta a las aprobaciones regulatorias, el visto bueno de los accionistas de Ninestar —propietaria de Lexmark— y otras condiciones de cierre habituales.
En un comunicado, Xerox dijo que hasta entonces ambas compañías mantendrán sus operaciones actuales y operarán de forma independiente.
Lexmark, con sede en Lexington, Kentucky (Estados Unidos) es socio y proveedor de Xerox de soluciones y tecnologías de imagen, que incluyen una línea de impresoras y equipos multifunción.
El CEO de Xerox, Steve Bandrowczak, señaló que la adquisición “unirá a dos empresas líderes en la industria con valores compartidos, fortalezas complementarias y un profundo compromiso con el avance de la industria de la impresión para crear una organización más fuerte”.
La empresa aseguró que fortalecerá su principal cartera y creará un negocio global más amplio de impresión y servicios gestionados de impresión, mejor adaptado para satisfacer las necesidades cambiantes de los clientes en el lugar de trabajo híbrido.
Sumarán más de 200,000 clientes
En conjunto, Lexmark y Xerox tienen una participación entre las cinco principales empresas mundiales en cada uno de los mercados de impresión de nivel inicial, medio y de producción y son actores clave en el gran y estable mercado de servicios de impresión gestionados.
Con la fusión, la nueva organización atenderá a más de 200,000 clientes en 170 países con 125 instalaciones de fabricación y distribución en 16 países.
Se espera que la adquisición cree una cartera de productos superior, además de que fortalecerá la capacidad de Xerox para atender a los clientes en el mercado de color A4 y diversificar su distribución y presencia geográfica, incluida la región región Asia Pacífico.
Junta directiva aprueba adquisición
Xerox espera financiar la adquisición con una combinación de efectivo disponible y financiación de deuda comprometida.
Su Junta Directiva, que aprobó por unanimidad la transacción, aceptó un cambio en la política para reducir el dividendo anual de $1 dólar por acción a 50 centavos por acción a partir del dividendo que se espera que se declare en el primer trimestre de 2025.
Dicho pago de dividendos reducido proporcionará una capacidad incremental para reducir la deuda mientras se recompensa aún a los accionistas con un rendimiento superior al del mercado.