Alcatel-Lucent Enterprise (ALE) ha tenido un buen año, “sobre todo en las verticales privadas”, detalló su director general para México, Saúl Torres, quien explicó que en el sector público han visto una desaceleración, en específico con el Gobierno federal.
“Por el tema del contrato marco, muchos proyectos se han frenado porque no saben si los van a poder hacer plurianuales”, comentó en entrevista tras participar en una reunión con clientes, convocada junto con su socio Sictel.
Torres explicó que normalmente el contrato marco indica que deben ser de 24 a 36 meses los contratos. “Ahora, por el cierre del sexenio, los están reduciendo o están mejor extendiendo los contratos actuales, que renovándolos con nuevos proveedores”.
Sobre el tipo de proyectos, abundó que son de conectividad LAN y de telefonía, las áreas en donde Alcatel-Lucent Enterprise participa mediante contrato marco. “Es infraestructura de conectividad, que realmente habilita todo el resto de plataformas de nuestros clientes”.
El ejecutivo se refirió a una iniciativa de reforma a la ley para extender más allá del sexenio los acuerdos mediante contrato marco. “Si eso llega a pasar, tal vez al inicio del siguiente año habrá bastantes proyectos que nos permitan reactivar este segmento”.
El sector privado, su apuesta
En México, Alcatel-Lucent Enterprise tiene los ojos puestos en el sector privado. “Al Gobierno federal no le estamos apostando tanto”, señaló Torres, quien afirmó que “en todas las demás verticales vemos que las cosas siguen en ascenso”.
Como ejemplo, habló de la industria hotelera, que les ha funcionado bien este año. “Se han reactivado todas las inversiones que estuvieron paradas durante mucho tiempo, principalmente por el tema de la pandemia”, dijo.
Para el próximo año, pronostican un crecimiento de entre cinco y 10%. “Es moderado, pero creemos que lo podemos lograr sin ningún problema con todo el panorama y el pipeline que tenemos detectado para 2024”.
Su confianza para los próximos años está en el nearshoring, que ya empieza a sentirse. “Estamos viendo un incremento de la inversión en México, aunque todavía no a nivel de proyectos macro. Algunos de nuestros clientes están empezando a abrir plantas aquí, principalmente los de manufactura”, indicó.
Diversificación hacia México, más que relocalización
Para Saúl Torres, el nearshoring en México es más una diversificación de las empresas, que una relocalización de las plantas. “Lo que hemos visto es una ampliación de su planta productiva, mas que cerrar totalmente China para abrir en América Latina”.
En el país asiático, abundó, van a seguir produciendo, pues sigue siendo el mejor mercado, hay mejores costos-beneficios. “En México están abriendo ese otro clúster para que en un futuro, si las prohibiciones de Estados Unidos se vuelven aún más duras contra China, tengan una planta productiva aquí interesante que pueda suplir toda esa demanda del mercado estadunidense”.
Desde su perspectiva, el nearshoring se está distribuyendo, principalmente en Centroamérica y México, por la cercanía de Estados Unidos, pero también están recibiendo inversiones todos los demás países latinoamericanos.
En territorio mexicano, agregó, en el clúster de manufactura de Tijuana y en Jalisco es donde se ve una expansión de la parte productiva, además de Nuevo León con “inversión brutal” de Tesla.
Diversificación minimiza efectos del freno
Saúl Torres aseguró que el freno en el Gobierno federal “no nos ha afectado tanto porque estamos bien diversificados”. Otro sector donde crecen es la construcción de nuevos hospitales.
En educación, añadió, también han visto una buena inversión, “principalmente por parte de nuestros clientes públicos, como la UNAM, la Universidad de Guadalajara o la Universidad de Guanajuato”.
Además, apuntó que los Gobiernos estatales siguen invirtiendo.“Tuvimos proyectos bastante importantes con el Gobierno de Oaxaca e Hidalgo este año, cuando también esperábamos un freno”.
En su visión, la entrada de nuevos gobernadores a estos estados ha favorecido a que los proyectos empiecen a fluir en este segmento en específico del sector público.
“Estamos muy enfocados en la parte de mid market y de organizaciones grandes, pero de sector público, en las que tenemos bases instaladas bastante extensas”, señaló.
En este último grupo entra el Instituto Mexicano del Seguro Social, su principal cliente de telefonía tradicional en toda América Latina, o la UNAM, con temas de networking.
Poner un conmutador “está muriendo”
Aunque con el IMSS mantienen un servicio de telefonía tradicional de 15,000 extensiones, el director general para México de ALE advirtió que “poner un conmutador como tal en las instalaciones del cliente está muriendo. Lo que estamos viendo es que está surgiendo este nicho de la nube”.
La migración no acaba con su negocio. “A nosotros la nube nos ha dado más, pero a largo plazo. Porque nuestros esquemas ya son bajo suscripción y así recuperas tus costos a lo largo del tiempo. Eventualmente vamos a recibir más de lo que recibíamos cuando vendíamos en un solo shot”.
En su opinión, la telefonía va a ser un servicio, ya no una solución como tal. “Será un servicio montado sobre cualquier otra infraestructura, como el WhatsApp voice o Facetime”, auguró.
—¿La nube es el futuro?— se le preguntó
— Tiene que ser. En la parte de telefonía es. En la de conectividad, sigue siendo física— respondió.
Sector público va lento
Desafortunadamente, agregó Saúl Torres, en el sector público es donde se ve “más complicada esa migración hacia la nube. El tema de que siempre quieren tener ellos toda su información y la seguridad, los hace que sigan con el esquema tradicional”.
Mientras que en las organizaciones publica no han dado el salto, comentó, en la iniciativa privada es totalmente diferente. La adopción de la nube está en 70% de sus clientes, mientras que on-prem es “prácticamente nada”.
“Cuando se dé la apertura a la nube en el sector público, vamos a estar ahí”, apuntó. Y agregó que mientras esté ese mercado on-prem, “lo seguiremos atendiendo y nos iremos adaptando a esas evoluciones de la tecnología hasta que lleguemos al punto a que todo se tenga que integrar a una aplicación en un teléfono móvil”.
