La creencia de que el tiempo de permanencia de un proyecto en el Gobierno se termina en cuanto la administración concluya, no es totalmente cierto. En la 5° edición del Encuentro IT, los cinco participantes del panel “Transformación digital a bajo costo” explicaron que solo las ideas con “raíces” y con un impacto verdadero en la sociedad se quedan.
Ya sean seis años en el caso de gobiernos federales o tres años en administraciones Estatales o Municipales, o cuando un nuevo partido toma el poder: no son limitantes de la innovación, aseguraron.
“Encontrar valor” es clave para que un proyecto permanezca, dijo Mauricio Javier García Ramírez, director de Planeación y Prospectiva del Régimen Estatal de Protección Social en Salud del Estado de Hidalgo.
Para Elsa Ayala Gómez, directora general de Normatividad Mercantil, Subsecretaría de Competitividad y Normatividad de la Secretaría de Economía, la tecnología es la herramienta. “Cuando una iniciativa impacta a la ciudadanía, lo ven como su derecho, y revirar un proyecto exitoso es mucho más complicado para el Gobierno entrante”, explicó.
Lucha de poderes
La continuidad de un buen proyecto se puede ver coartada si el funcionario en turno no ve un legado positivo, por ello, evaluar las iniciativas desde diferentes frentes: ciudadanía, empresarios y funcionarios internos, brinda las herramientas para permanecer y no detener la innovación.
“Es un tema humildad, de ética y entender porque estamos ahí: ser servidor público es una forma de vida, no solo un trabajo. Aprovechar lo que ya se ha hecho bien y darle continuidad”, dijo Juan Carlos Nieves, director de Sistemas del Municipio de Querétaro.
Para Erasmo Javier Mora González, responsable del Programa de Inclusión Nacional de la Secretaría de Educación Pública del Estado de Puebla, se trata también de construir procesos escalables y no cerrar los proyectos a seis o tres años. Además, comentó que es importante dejar la mayor cantidad de información al que sigue, de tal manera que pueda evaluar y decidir.
Nieves, señaló que no solo se trata de dejar documentación del proyecto, sino dejar tecnología: “contratos de arrendamiento de nube que no venzan al mismo tiempo que termine la gestión, por ejemplo. Además, si una iniciativa es adoptada por el ciudadano y está bien hecha, nadie pedirá que la quiten”, dijo.
Otro punto importante, refirió García Ramírez, es identificar a los actores claves de un proyecto. “Un candado que puede tirar cualquier iniciativa, en especial en IT, es mover a quien o quienes conocen de la operación del proyecto, ya que la curva de aprendizaje tiene un costo”, concluyó el funcionario.