¿Escasez de talento o de sueldos atractivos? | IT Masters Mag

OPINIÓN

¿Escasez de talento o de sueldos atractivos?



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Estamos ante un círculo vicioso, en el que la deficiente preparación recibida en la escuela desde etapas tempranas deriva en un desinterés generalizado.

Publicado el 25 sep 2023



Escasez de talento
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Hay un grito desesperado, una queja generalizada, entre los directivos de Sistemas, CIO, CTO, CSO y hasta entre los líderes de proyecto: la escasez de talento IT.

En nuestro más reciente análisis de los proyectos concursantes de Las más innovadoras, solicitamos nos respondieran cuáles eran sus principales desafíos para la innovación. La respuesta del sector público fue la siguiente:

En este caso, la falta de talento interno más la alta rotación de talento suman 24% como los principales inhibidores de la innovación, pero la falta de presupuesto es, por mucho (52%), su principal problema.

Mientras que entre el sector privado la respuesta fue la siguiente:

Aquí, en cambio, las respuestas están más “repartidas” por así decirlo. Sin embargo, sumando los porcentajes de la alta rotación de talento aunado a su escasez, tenemos 40.6%, el mayor impedimento sobre todos los otros obstáculos.

Una pálida sombra

De acuerdo con un reciente estudio de Select, hacen falta 1.3 millones de profesionales IT en México, mientras que el acervo es de apenas 481,000 profesionales digitales.

Si comparamos esta cifra con los 1.5 millones de graduados en ingeniería que produce la India anualmente, no hay ninguna duda de que nuestro acervo es una pálida sombra. India forma 10 veces más ingenieros cada año que Estados Unidos o la Unión Europea.

La infraestructura educativa india incluye 2,500 escuelas de ingeniería, 1,400 politécnicos y 200 escuelas de planeación y arquitectura. Sin embargo —mucho ojo—, porque menos de 5% de los ingenieros arriba mencionados son egresados de las mejores instituciones, otro 5% es producido por institutos autónomos a nivel estatal y universidades aprobadas por el UGC (University Grants Commission), una institución que responde al ministerio de la Educación del Gobierno de India y que recibe su poder del acto con el mismo nombre de 1956.

El 90% restante proviene de academias, escuelas e institutos de capacitación privados de dudosa calidad y sin ninguna supervisión por parte de las autoridades en la materia. Es decir, de escuelas tipo “Rosita te capacita” y el nivel de sus egresados es comparable al de un técnico con seis meses de entrenamiento.

De manera que ese 10% de “buenos” egresados son los más demandados por las empresas extranjeras, en particular las establecidas en Silicon Valley, Reino Unido y la Unión Europea.

El 12% de los científicos en Estados Unidos son indios, al igual que 32% de los matemáticos de la NASA. ¿A qué se debe?

En India el Gobierno de Nehru en los años 1950 —y reforzado en los 1990 bajo un espíritu liberal muy británico— apostó por la formación de élites capaces de competir a nivel internacional, aún a costa de descuidar la enseñanza básica y no extenderla al resto de la población, según escribió Ángel Villarino, del diario español El Confidencial hace unos años.

Por ello en India hay 39% de analfabetas, mientras que en China quienes no saben leer ni escribir son menos del 9% y casi todos ancianos.

La verdadera oferta laboral

Ahora, volviendo a la pregunta inicial, ¿escasez de talento o escasez de salario?

Le pido me diga honestamente si por $8,000 a $10,000 pesos al mes usted trabajaría tiempo completo, de forma presencial, como “Programador jr.” con seis meses de experiencia, para realizar estas actividades de acuerdo con un anuncio publicado en Manpower:

  • Creación y adecuación de diagramas de flujo.
  • Administración, monitoreo y ejecución de procesos.
  • Levantamiento de reportes e incidencias en software.
  • Administración y testeo de software.
  • Creación y constante adecuación de manuales y documentos de control de cambios en software.
  • Generación y seguimiento de reportes.
  • Validación de información, datos y reportes tanto en portales web como de forma interna.

O si con solo la preparatoria concluida y experiencia de un año en un centro de contacto optaría por un sueldo base de $8,048 mensuales más bonos del 15% sobre el salario por la calidad en el servicio y prestaciones de ley como “asesor telefónico-atención a clientes”.

O bien, si estaría dispuesto a ganar $31,540.42 pesos mensuales en la jefatura de Desarrollo de Sistemas B —cualquier cosa que eso signifique— para “realizar aplicaciones informáticas enfocadas en Front y Back End con MVC que permitan la optimación de los procesos internos, así como mantener el correcto funcionamiento de los mismos, verificando su disponibilidad y el mayor aprovechamiento de las herramientas tecnológicas, para dar cumplimiento a los planes y programas de trabajo de conformidad con lo establecido en los procedimientos de la Coordinación General de Desarrollo de Sistemas”.

A lo que le sigue una extensa lista de funciones que remata con la siguiente aseveración: “Las demás que le sean delegadas o encomendadas por el superior jerárquico”.

Es decir, a la ya de por sí explícita y larga lista de actividades, al jefe del Desarrollador de Sistemas B el patrón puede añadirle funciones sin límite de caídas.

¿Dónde empieza el problema?

En un sondeo en línea realizada la semana pasada por esta publicación, solicitamos nos respondieran cuál es el factor qué más incide en la carencia de personal en las áreas de Sistemas, a lo que nos respondieron lo siguiente:

Deduzco entonces que estamos ante un círculo vicioso, en el que la deficiente preparación recibida en la escuela desde etapas tempranas en materias relacionadas con la ciencia, las matemáticas y la tecnología deriva en un desinterés generalizado, por tratarse de temas poco comprensibles o difíciles de asimilar.

Si a ello se añade que existen otros oficios o profesiones que son mejor remuneradas, una falta de interés de las autoridades educativas en la promoción de carreras STEM y desarticulación entre las habilidades requeridas por la industria y las desarrolladas en la academia, tenemos la tormenta perfecta para provocar la carestía en el más amplio sentido, tanto de buenos profesionistas como de buenas remuneraciones.

Así como los indios emigran a Estados Unidos, también en México nuestros mejores talentos tienen la oportunidad de encontrar mejores empleos en el vecino país.

Además de la parte que corresponde al Estado y sus organismos educativos, las empresas deben ocuparse en ofrecer mejores prestaciones a los jóvenes, quienes no solo piden más dinero, sino también organizaciones con el ADN de la superación continua, un ambiente inclusivo, flexible, que brinden la posibilidad del trabajo remoto —o al menos híbrido—, incluyan los valores ambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés) y, sobre todo, que los valores sean inculcados a diario por líderes inspiradores.

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