Luego de apelar y de recibir el fallo del Tribunal General de la Unión Europea, Intel no pagará la multa por $1,200 millones de dólares que le había impuesto la Comisión Europea en 2009 por abusar de su posición dominante en el mercado de chips.
Hace 13 años, la Comisión Europea consideró que Intel había utilizado su posición dominante en el mercado europeo entre 2002 y 2007 para perjudicar a sus competidores —AMD principalmente— al pactar reducciones ilegales de precios con fabricantes de computadoras.
El caso se debatió durante años en las cortes. Incluso, en 2017, el propio Tribunal General había respaldado esta multa; sin embargo, la máxima corte europea exigió revisar la decisión.
Finalmente, este miércoles, el Tribunal General de la UE informó que no estaba en posición de identificar el monto de la multa, ya que “el análisis de la Comisión Europea es incompleto y no permite establecer el estándar legal requerido para afirmar que los descuentos en cuestión representaban un riesgo anticompetitivo”. Por ello se decidió anular en su totalidad el artículo de la decisión de la Comisión que había impuesto a Intel dicha multa, que en 2008 representaba 4% de los ingresos del fabricante de semiconductores.
Aunque se considera sorpresivo el fallo a favor de Intel, el caso no está cerrado. En 20 años, la Comisión Europea no ha perdido un gran caso antimonopolio en los tribunales, por lo que se espera que apele de nuevo.
Respiro para Intel
La noticia da un respiro a Intel, que recientemente anunció una inversión superior a los $20,000 millones de dólares para construir en Ohio, EE. UU., la que sería la mayor planta de semiconductores del mundo con una superficie de 4,000 km cuadrados, donde inicialmente se generarían 3,000 empleos.
Al respecto, Pat Gelsinger, CEO de Intel, indicó que durante la próxima década, se podrían construir hasta ocho plantas con el objetivo de fortalecer la cadena de suministro de semiconductores, dejando entre líneas que así Estados Unidos dependería menos de los fabricantes asiáticos.