Ambas empresas convienen que Uber integrará una flotilla de Mercedes-Benz autónomos. Ni Daimler ni Uber confirmaron la cantidad de autos que incluirá el acuerdo.
La firma alemana que gestiona la marca Mercedes-Benz y Uber tampoco revelaron los términos financieros del acuerdo. Solo aclararon que les resultaba conveniente a ambas firmas para garantizar su posicionamiento en el naciente mercado de los autos sin conductor.
Se trata de la primera asociación entre una automotriz y la compañía de transporte en auto privado con chofer. Sin embargo, desde hace un año y medio el CEO de Uber, Travis Kalanick, mostró interés por la tecnología de vehículos autónomos, y para ello creó el Centro de Tecnologías Avanzadas en Pittsburgh, Pennsylvania.
La misión de dicho centro era desarrollar Uber autónomos, y lo logró. En enero de este año, comenzaron a funcionar los primeros autos sin conductor de Uber. El programa piloto de la compañía estadounidense funciona en la ciudad de Pittsburgh y utiliza automóviles de la marca Ford modelo Fusion, y por cuestiones legales en los coches siempre viaja un chofer autorizado de Uber.
En referencia al acuerdo, el CEO de Uber dijo en un comunicado que “fabricantes de autos como Daimler son clave para nuestra estrategia porque Uber no tiene experiencia fabricando autos, y de hecho, construir autos es verdaderamente difícil”.
En agosto del 2016, Uber firmó una alianza con Volvo Car Group por $300 millones de dólares para desarrollar vehículos autónomos. El acuerdo contemplaba inyectar recursos para desarrollar características autónomas en el modelo XC90 SU, y dedicar otra parte al desarrollo e investigación de hardware —como sensores para detectar obstáculos y tráfico— y software.
La alianza con Daimler es otro paso firme de parte de Uber para incursionar en mercado de coches autónomos, y lograr su misión de “reducir los accidentes vehiculares por errores humanos, los congestionamientos viales y lograr un transporte asequible y funcional”.
