Internet se fundó, de acuerdo con uno de sus inventores, Tim Berners-Lee, como un ambiente descentralizado, independiente de países e intereses comerciales o políticos: neutral. En teoría, la neutralidad de la red garantiza que los proveedores de servicios de Internet proporcionen a los usuarios acceso equitativo a todos los datos y servicios, independientemente de su tipo, fuente o destino.
Sin embargo, empresas como Google, Facebook, y Twitter concentran mucha información. En múltiples países, como Estados Unidos, los operadores de telecomunicaciones dan prioridad a sus propios servicios frente a los de sus competidores y suben las tarifas para dar acceso a determinados contenidos y velocidades. Todo esto infringe por completo la neutralidad de Internet, al entregar mucho más control sobre la misma a actores específicos.
El año pasado, en junio, el Senado de Estados Unidos aprobó una regulación que fue interpretada como el fin de la red neutral. En abril de este año la cámara baja estadounidense aprobó por mayoría la iniciativa de ley conocida como “Salvemos al Internet” que pretende revertir esta decisión.
Es necesario recordar que las reglamentaciones de Estados Unidos suelen afectar al resto del mundo en materia de Internet. Basta con ver la reciente polémica ligada a Huawei y la prohibición que tienen las empresas de realizar tratos con el líder móvil chino.
El debate continúa. En la Ciudad de México, durante el panel “Neutralidad de la red: situación actual y perspectivas futuras” –que formó parte de la agenda de la Escuela del Sur de Gobernanza de Internet– los participantes hablaron acerca de tres principios expuestos por el moderador, Juan González, vicepresidente de Infraestructura de la Asociación de Internet.mx acerca de que Internet:
- Sea libre y abierto para todos, que todos los contenidos en la red sean tratados por igual: Es deseable que haya una mayor penetración en el acceso y que las redes evolucionen tecnológicamente para que sean más útiles las aplicaciones.
- Que el acceso se haga en un ambiente seguro en donde se proteja la seguridad del usuario y de sus datos personales: Que el usuario tenga conocimiento y control del uso de sus datos, y que los mismos se manejen en forma transparente.
- Será relevante que brinde oportunidades para tener una vida más próspera: Que los usuarios tengan acceso rápido y menos costoso a bienes.
Javier Juárez, comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), destacó la importancia de fomentar telecomunicaciones para aplicaciones como telemedicina e IoT. El funcionario consideró que hay ciertas zonas donde la regulación debería revisarse caso por caso. Un ejemplo son las zonas rurales donde se instala una red comunitaria. Se cuestionó si sería válido limitar el acceso a videos de alta resolución si eso reduce el ancho de banda y afecta el acceso de la mayoría para comunicarse a través de Whatsapp.
Por su parte, Maryleana Méndez, asesora de regulación de la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (ASIET), advirtió que hay que tratar el concepto de neutralidad “con toda la atención que merece sin sobre-regularlo, o vamos a quedar atados de manos y pies”.
Todos deben participar en la legislación
Al referirse a los cambios en la legislación estadounidense, Humberto Carrasco, académico de la Universidad Católica del Norte, de Chile, lo calificó como “la telenovela de la neutralidad de la red”, por considerar que es una guerra comercial entre los grandes operadores de telecomunicaciones y los controladores de contenido: “En este asunto, la sociedad civil está en medio”, indicó Carrasco.
Ante este panorama Iván Sánchez, director general de UFINET Colombia, proveedor de servicios de telecomunicaciones, señaló que los operadores están teniendo la ventaja y les han quitado la obligación de permitir que cualquier contenido navegue por sus redes a menos que haya un acuerdo económico. Pero, ponderó que dado que el usuario es el perjudicado, tanto proveedores de contenido como operadores deberían contribuir al desarrollo de esa red y esos contenidos, aunque aceptó que el tema es muy complicado.
Temas álgidos en la neutralidad
Méndez consideró que Internet es un ecosistema en el que todos dependen de todos. “Si una de las especies domina demasiado puede afectar al resto, por un efecto colateral. La regulación debería basarse en principios y proteger al usuario final”.
Los participantes del panel coincidieron en que hay temas que deben ser tratados legalmente, como la pornografía infantil, pero también está el asunto de la protección de datos personales.
De hecho, en el otro lado del Atlántico, la European Digital Rights (EDRi), que agrupa diferentes organizaciones internacionales a favor de los derechos civiles y libertades en línea, señaló que 186 operadores de telecomunicaciones de Europa utilizan técnicas como la inspección profunda de paquetes (DPI, por sus siglas en inglés). Si bien los datos están encriptados y no se puede ver el contenido, al interceptarlos los operadores saben qué aplicaciones utilizan los clientes, lo cual atenta contra su privacidad.
Al final, los panelistas dijeron que están a favor de que haya regulación en Internet, siempre y cuando esté basada en principios y proteja al usuario final.