La muerte de la PC se viene anunciando hace tantos años que ya parece un lugar común sin tanto significado. Pero estas máquinas que inauguraron y masificaron la era digital parecen ser más resilientes que lo que los expertos del mercado y la tecnología predijeron. Aún en un escenario global indiscutiblemente dominado por los smartphones y las tablets el 2018 registró la primera alza en las ventas de PC tradicionales en seis años. Pero ¿es suficiente para empujar el mercado y la confianza? ¿Se traducen estas alzas a un escenario mexicano y a sus ensambladores de computadoras?
En entrevista con IT Masters Mag, Armando Gallo Moreno, director comercial de GHIA, marca mexicana que comercializa computadoras de escritorio, notebooks, tablets y un sinfín de dispositivos electrónicos, se muestra bastante optimista respecto a su mercado.”Estamos reportando crecimientos muy importantes. En número de unidades colocadas, tenemos un crecimiento de 23% semestral respecto al año pasado solo en PC. Si miramos además el segmento de laptops, el 2017 fuimos cautelosos y logramos ventas de solo 1,000 piezas durante el primer semestre; sin embargo ya en el 2018 tenemos una venta acumulada de 5,900″, explica el ejecutivo.
Aquel crecimiento es doblemente relevante si se considera que, según cifras de Gartner, la celebrada alza en las ventas de PC a nivel global fue de apenas 1.4% trimestral, y que esa cifra fue capitalizada principalmente por los cinco fabricantes de mayor tamaño: HP, Lenovo, Dell, Acer y Apple. Respecto a los ensambladores de menor tamaño, las ventas globales incluso disminuyeron.
Gallo Moreno explica esto, en parte, por los segmentos a los que los ensambladores en México apuntan: principalmente los relacionados con Pequeñas y Medianas Empresas. En México, de acuerdo con datos oficiales, existen 4,2 millones de unidades económicas, de esa crifra 99.8% son consideradas Pymes y aportan el 42% del Producto Interno Bruto. La relevancia de este segmento es tal que genera el 78% del empleo en el país.
Se estipula que el crecimiento global en ventas de computadoras se debe a un ciclo de actualización natural de los equipos empresariales hacia nuevos sistemas operativos. En México, según información de Ghia, esto explica solo en parte los buenos resultados del último año. “Una parte de las ventas es actualización de la base instalada, pero también hay una búsqueda por parte del consumir de mayor capacidad de procesamiento, una actualización del sistema operativo, y en el caso de las portátiles una evolución hacia equipos más ligeros y versátiles. También se ha abierto una oportunidad muy interesante en el segmento gamer. Muchos jugadores están saltando desde las consolas hacia la PC, que es donde se desarrolla un ambiente más competitivo. Lo tercero es el fenómeno del minado de criptomonedas, algo que hace tres o cuatro año no habríamos podido imaginar, mucho menos predecir”, explica el ejecutivo, cuya empresa tiene 10 años fabricando equipos en México.
Diego Garza, director de ventas en cuentas locales para Intel en México, y quien estuvo presente también en la entrevista con Gallo Moreno, aporta otro punto al análisis que va de la mano con esta reflexión: la tecnología ha avanzado hacia territorios ignotos en los últimos años. “Hace 10 años se hablaba poco de inteligencia artificial, era una aproximación más como concepto. Hoy en día, en cambio, la vemos aplicada a modelos de negocio. Lo mismo la realidad aumentada, pasó del escenario del entretenimiento a tener aplicaciones efectivas en las industrias; ahí es donde la potencia de las computadoras está creciendo de forma inesperada. Vemos que una mejor experiencia del cliente va ligada de forme irremediable a mejores capacidades de procesamiento”, explica Garza.
Pero en una economía de libre mercado, las grandes oportunidades son inseparables de una fuerte competencia. ¿Cómo enfrentar a las grandes marcas multi-nacionales y salir fortalecido? En palabras de Gallo Moreno, Ghia tiene muchas diferencias con estas compañías, algunas le juegan a favor y otras en contra, pero la mayor ventaja de los ensambladores nacionales va en la flexibilidad y la rapidez con que pueden lanzar productos. “En el caso de una marca como HP o Lenovo, el simple hecho de ver sus logos en tu computadora te inspira confianza. Nosotros hemos tenido que ir creando esa confianza entre los usuarios. Una de nuestras ventajas es la rapidez con la que podemos adoptar las nuevas tecnologías. Si Intel lanza hoy una nueva generación de procesadores al mercado nosotros estamos trabajando con ellos desde antes de que estén disponibles, haciendo pruebas y prototipos de tal forma de que cuando el producto se lanza nosotros ya estamos con equipos en nuestras bodegas. Ese tiempo de respuesta en una marca multinacional es muy complicado lograrlo”, indica Gallo Moreno.
Ghia tiene su sede en Guadalajara, que es también en donde fabrican sus computadoras y portátiles; otras piezas y productos los traen desde China. Consultado respecto a qué hacía falta para traer toda la producción al país, el ejecutivo indicó que la empresa aprovecha los beneficios arancelarios que tiene la fabricación en casa, pero hay componentes que no caen en esa categoría y se hace mucho más conveniente traerlos desde China no solo por un tema de precio, sino que la calidad y el volumen en que fabrican los hacen una opción ideal.
“¿Van a desaparecer las PC? No creemos. Sí se van a transformar hacia ciertos modelos de productos: ya sean mercados verticales, puntos de ventas, machine learning, entre otros. Tenemos también los equipos all-in-one ahora, que crecieron un 160% en ventas respecto al año anterior. Entonces sí hay mucho camino que recorrer”, concluye el ejecutivo.
