Onko Solutions, startup mexicana, ofrece una solución portátil para hacer la prueba de Papanicolau en mujeres. El cáncer cérvico uterino causa la muerte de 250,000 mujeres al año a nivel mundial, en México desde 2006 el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en la mujer, según la Organización Mundial de la Salud.
“Esta es una enfermedad que no debería existir, porque si se detecta a tiempo es curable”, consideran los fundadores de Onko Solutions, empresa surgida en el programa Células de incubación del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, donde se desarrolló una tecnología que analiza a nivel celular una muestra del cérvix para identificar la presencia de células infectadas por el virus de Papiloma.
Jesús Seáñez, director de tecnología de Onko Solutions, recuerda que el proyecto inició con un esquema de innovación: “En 2005, el programa del ITESM se enfocaba en buscar áreas de oportunidad en el sector salud, industrial y social. El médico Federico Romero llevó la problemática del cáncer cérvico uterino, cuyos casos se presentan porque no existe una cultura de prevención, falta infraestructura para hacer los exámenes y por el mismo machismo (para hacer la prueba de Papanicolau hay que tomar muestra del cérvix vía vaginal)”.
Un grupo de investigadores del Tec, entre los que estaba el doctor Noé León, comenzó a buscar potenciales soluciones y de ahí nació el proyecto que fue evolucionando de diferentes soluciones hasta la actual, indicó Seáñez.
Primero se formó Soluciones en dispositivos médicos, que fue la primera empresa, en 2011 se generaron los primeros prototipos. Los fundadores son tres investigadores (un doctor en inteligencia artificial, otro en diseño de producto y el tercero en tecnologías de información) que obtuvieron diversos apoyos de Conacyt, INADEM, del Gobierno del Estado de Nuevo León.
Después, vieron la necesidad de empezar a buscar recursos privados. Hacia 2013-2014 se enfocaron en el negocio, manufactura, apoyo en cuestiones legales; conocieron también a Héctor Torres, hicieron buena sinergia porque complementaba la empresa con planeación estratégica y decidieron hacer un joint venture para crear Onko Solutions en EE.UU., Torres es el CEO y director general.
El directivo recuerda que llegó contratado por el Tec “para ayudar a las tecnologías que tuvieran más potencial, para apoyarles a desarrollar los modelos de negocio y en ese momento este proyecto era uno de los más importantes –creo que lo sigue siendo-“, señaló.
La consideró una gran oportunidad porque el impacto de esta solución a nivel global es inmenso. Crearon una entidad americana con el objetivo de levantar capital de inversionistas de aquel país, pero, para su sorpresa fue más difícil levantar capital en Estados Unidos que en México. Desde el inicio quisieron hacer el lanzamiento en México como primera fase y después, ya con el dispositivo más avanzado, buscar la parte de la FDA.
Hace tres meses obtuvieron la aprobación de la Comisión federal para la protección contra riesgos sanitarios (Cofepris). Ahora están trabajando en cerrar convenios de órdenes grandes, de volumen, para llevar esta tecnología a las poblaciones más necesitadas y también a la población en general.
Salvar vidas
Torres señala que InstaPAP, tiene diferenciadores clave en su tecnología y en el formato de entrega. No solamente en el sentido tecnológico, sino también en el acceso, la portabilidad, la equidad y en lo que significa para la comunidad médica la transformación de la atención a la salud ante la posibilidad de hacer el tamizaje en tiempo real sin necesidad de un laboratorio.
“InstaPAP es una solución que tiene tres momentos importantes: la prueba (una manga que entra en contacto con el tejido), el dispositivo (pistola que dura cuatro años) y el software, plataforma en la nube para que los especialistas puedan visualizar el resultado con más detalle”, indicó el directivo.
Adicionalmente – y quizá más importante – es el hecho de que InstaPAP tiene una eficacia tres veces superior a la prueba de tamizaje actual (el Papanicolau tradicional). Torres explicó que el producto hace un análisis a nivel celular utilizando luz y una pequeña descarga eléctrica, con esos dos métodos de medición se puede identificar la presencia de células que estén infectadas por el virus de Papiloma.
El Papanicolau tradicional detecta entre tres y cuatro casos de cáncer o pre-cáncer, de cada 10 mujeres y con Onko Solutions se detectan nueve de cada 10. Seáñez afirmó que un punto importante es que se evitan “falsos negativos”, cuando se le dice a una mujer que está sana, pero realmente tiene una situación de cáncer o pre-cáncer.
El ejecutivo indicó que por lo general, el Papanicolau tiene más alta especificidad en falsos positivos; no ayuda en los falsos negativos, que es el objetivo de un tamizaje: “identificar casos reales que tienen cáncer y ahí es donde está fallando el Pap. Este tipo de cáncer no da señales mientras se está desarrollando, por lo general, cuando las mujeres acuden al médico porque ya tienen un síntoma ya es porque es invasivo o está muy avanzado”.
Estadísticas y retos
Torres señaló que actualmente, en general, toma entre tres y 11 años llevar un dispositivo médico al mercado y cuesta entre $31 y $94 millones de dólares sacar el producto dependiendo de la complejidad del mismo. En Onko Solutions han invertido cerca de $5 millones de dólares en siete años, inversión que está en el índice bajo del promedio a nivel mundial para este tipo de tecnologías.
En opinión de Torres, la parte regulatoria no ha sido uno de los retos más fuertes, sino tener la cadena de suministro que necesitan para poder construir los equipos. La planta para fabricarlos está en Monterrey y han batallado mucho en encontrar los proveedores que surtan con la calidad y el volumen que necesitan.
Al ser una empresa pequeña, así son también los volúmenes que manejan y obviamente los fabricantes de partes no les dan mucha prioridad o elevan el costo. Torres lo resume así: “Uno de los retos más grandes es encontrar todos los colaboradores, la cadena de suministro, para ir aumentando nuestros volúmenes conforme vaya aumentando la demanda”.
La compañía pronosticado colocar 40 dispositivos en todo el país, principalmente en las áreas metropolitanas de la Ciudad de México y de Monterrey donde tiene presencia para poder dar un mejor servicio al cliente y estima vender un poco más de 15,000 desechables –la pieza que se tiene que reemplazar en cada estudio–.
En el caso del software, Onko Solutions se apoyó en expertos para construir la plataforma. Seáñez dijo que es un beneficio que otorgan a los usuarios de su equipo para que puedan manejar a las pacientes, los resultados y tener una comunicación más cercana con la paciente. “El software manda recordatorios cuando se acerca la fecha de hacerse su próximo chequeo, o les manda un correo con el resultado completo de la evaluación que se le hizo y eso permite una comunicación mucho más fuerte entre el médico y sus pacientes”, puntualizó Seáñez.