Para elegir la compañía que les brindará servicios financieros, ocho de cada 10 jóvenes se fijan en la aplicación móvil y la posibilidad de hacer pagos, mientras que 70% busca la protección de sus datos, según un estudio de la plataforma Mambu.
Seis de cada 10 buscan productos como caja de ahorro o tarjeta de débito, indica el informe que recabó la opinión de 1,250 personas de entre 18 y 35 años de edad (millenials y centenials) originarios de seis países de la región: México, Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú.
La investigación distingue diferencias entre los usuarios de neobancos (fintechs) y bancos tradicionales: los primeros buscan más opciones de créditos, los segundos buscan tener su cuenta de nómina.
Al presentar el informe, la directora de Mercadotecnia para América Latina, Ari González, explicó que la facilidad de afiliación (sign up), la accesibilidad o la agilidad fueron citadas como factores decisivos para elegir a un proveedor financiero por 40% de los encuestados.
Mambu presentó la segunda parte del estudio ¿Cómo eligen los adultos jóvenes a sus proveedores de servicios financieros?. En febrero pasado, la compañía dio a conocer la primera fase en la que descubrió que la mayoría (80%) opera con un banco tradicional, pese a su interés por las bondades de los neobancos.
“Como mi papá”
Los mexicanos entrevistados indicaron que cuando planean abrir una cuenta bancaria, toman en cuenta si algún miembro de su familia también es cliente de ese banco. La mitad señaló que comparte institución bancaria con varios, o la mayoría, de sus familiares.
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Nueve de cada 10 encuestados hacen caso a las recomendaciones boca a boca. “A medida que los adultos jóvenes de hoy crezcan y recomienden bancos o neobancos a las generaciones que los siguen, también lo harán en función de sus propias experiencias de usuario”, comentó Alejandro Masseroni, gerente general de Mambu en México.
Además, 66% de los mexicanos que participaron en el estudio declararon que aún acuden a las sucursales físicas como primer contacto para abrir una cuenta, ya sea por la falta de opciones digitales o por el desconocimiento de los usuarios para acceder a estas modalidades.
