Esta mañana se confirmó la intención de Microsoft Corp de adquirir a Activision Blizzard por $68,700 millones de dólares, la compra más grande que se haya realizado en la industria de videojuegos. Además, Microsoft nunca ha desembolsado tanto dinero en una sola compañía. La anterior transacción que ostentaba el título era la compra de LinkedIn en 2016, que se concretó por $26,200 millones de dólares.
El acuerdo aún debe convencer a los reguladores en Estados Unidos, que podrían ver riesgo en la concentración de franquicias, talentos y canales de distribución que la empresa alcanzaría. Microsoft fabrica las consolas Xbox y cuenta con una fuerte presencia en el mercado de videojuegos de PC, pero sus intenciones de dominar la industria se volvieron bastante evidentes con una agresiva campaña de adquisiciones recientes.
En 2021 Microsoft compró a Bethesda (mediante su compañía madre ZeniMax Media), famosa por juegos como Doom, Fallout, The Elder Scrolls, Wolfenstein y Dishonored. Un año antes se hizo con smash.gg, la más popular plataforma de juegos competitivos en la actualidad. Otras compras recientes relacionadas han incluido a Double Fine, Ninja Theory, Compulsion Games y Playground Games.
Microsoft cuenta en la actualidad con 20 estudios de desarrollo distintos. La adquisición de Activision Blizzard, dueña de Treyarch, Raven e Infinity Ward, entre otros, elevaría ese número a 28.
La movida contribuiría a una estrategia más amplia enfocada en el “metaverso”, un concepto que actualmente se limita al marketing, pero que promete generar mundos virtuales interconectados en los que la gente trabaje, socialice y juegue.
“Hoy los videojuegos son la más dinámica y excitante categoría en entretenimiento a lo largo de todas las plataformas, y jugará un rol clave en el desarrollo de las plataformas del metaverso”, dijo el CEO de Microsoft, Satya Nadella.
Together with @ATVI_AB, we will usher in a new era of gaming that puts players and creators first and makes gaming safe, inclusive, and accessible to all. https://t.co/fF2Ig3gSfx
— Satya Nadella (@satyanadella) January 18, 2022
Los fantasmas de Activision
Activision Blizzard cuenta con algunas de las más importantes franquicias de videojuegos de la historia, como Warcraft, Starcraft, Call of Duty, Candy Crush, Tony Hawk’s Pro Skater, Crash Bandicoot y Overwatch. La compañía, sin embargo, lleva tiempo en vuelta en múltiples escándalos. Sus ejecutivos han sido acusados de promover un ambiente de trabajo discriminatorio e ignorar denuncias de acoso sexual. Sus acciones en la bolsa han caído 37% desde julio, momento en que el Estado de California demandó a la compañía.
También existe actualmente una huelga entre los trabajadores de QA de Raven Software, una de las subsidiarias de Activision. Se ha reportado que la empresa está activamente intentando evitar que se produzca un sindicato interno en sus filas, mientras que no se han visto acciones concretas satisfactorias para forzar un cambio en la cultura. Los trabajadores en huelga declararon, frente a la adquisición, que no depondrán sus acciones: “Nos mantenemos comprometidos en luchar por mejoras en el lugar de trabajo y por los derechos de nuevos empleados, sin importar quién controle financieramente la compañía.
A pesar de las críticas, el CEO de Activison, Bobby Kotick, seguirá en su puesto por lo menos hasta junio del 2023, una decisión que ha sido muy criticada, especialmente porque se le indica como el responsable principal de los problemas presentes en su organización. En una conferencia con analistas, Satya Nadella no se refirió a los escándalos, pero dijo que el éxito de la adquisición “dependería de un avance en la cultura interna de Activision Blizzard”.
Reacciones diversas
Microsoft podrá potenciar su servicio de videojuegos por suscripción, Game Pass, además de ampliar su alcance a jugadores en el mercado móvil y casual. De acuerdo con el analista de la industria Daniel Zhuge, esta es la estrategia que Microsoft ha intentado desplegar desde hace algunos años, con el apoyo de franquicias populares, masividad en el contenido y un alcance que no se limite a ningún tipo de dispositivo.
La adquisición, en este contexto, tiene contentos a los usuarios de Game Pass, que podrán contar con un mayor número de títulos exclusivos y otros muchos gratuitos, de algunas de las sagas más importantes en la historia de los videojuegos.
Aún con la concentración de estudios y tecnologías, Microsoft no se volvería el actor más relevante del mercado a nivel de ventas. De concretarse la adquisición, se ubicaría en tercer lugar, detrás de Tencent y Sony, su principal competencia.
Las críticas se ubican principalmente en la gran concentración de propiedad intelectual que Microsoft está acumulando, lo que le daría el poder de abandonar un gran número de franquicias clave para el mundo de los videojuegos. Una situación similar ocurrió con Electronic Arts hace algunos años, que terminó llevando a la quiebra a varios clásicos estudios de videojuegos después de adquirirlos.
Las bolsas tomaron con optimismo el anuncio. La valuación de Activision Blizzard subió 25,4%, alcanzando $81.01 dólares; mientras el valor bursátil de Microsoft se redujo 1.9%, hasta los $304.20 dólares.