La brecha digital actualmente no solo depende del acceso a un dispositivo para enlazarse a la red o de si hay WiFi disponible o no, para algunas regiones la conectividad depende también de la geografía. En América Latina, 35% de la población no cuenta con acceso a internet. Se trata de personas que viven en situación de pobreza o que habitan en zonas rurales, según cifras de la Comisión de Conectividad del Foro Económico Mundial, en su informe 2017.
En el caso de México, datos del INEGI revelan que 71.2% de los internautas del país están en zonas urbanas, mientras 39.2% están en zonas rurales.
Con el fin de cerrar esta brecha digital, la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Sociedad Internacional de Internet (Isoc) firmaron un compromiso para la creación de redes comunitarias en zonas rurales de la región. En esa línea y hacia 2020, serán creadas 15 redes en al menos tres países: México, Colombia y Argentina.
Según comentó Sebastián Bellagama, director de Isoc para América Latina en entrevista con Expansión, el crecimiento natural del mercado no será suficiente para que se cierre esta brecha, sino que es necesario trabajar con las comunidades para desarrollar la infraestructura y las redes a nivel local.
Para lograr lo anterior, capacitarán técnicamente a unas 150 personas por localidad con el fin de avanzar en los proyectos, además de trabajar con gobiernos y reguladores en estos proyectos.
“Hay un diferencia entre solo traerles el cable y hablar con las personas para que entiendan, en comunidad, qué beneficios les da esa conectividad”, dijo.
Bellagama adelantó que el Instituto Federal de Telecomunicaicones (IFT) ha promovido que México sea uno de los países que ya cuenta con algunos avances en pro de las redes comunitarias. Sin embargo, aún con porcentaje por encima del 50% de conectividad en el país, algunos estados como Chiapas, Guerrero y Chihuahua son de los más desconectados en el país, según datos del Instituto de Geografía y Estadística (INEGI).
Pasos a seguir
Para cumplir con los avances de este acuerdo y el cierre de la brecha rural, Bellagama, señaló que el reto más importante es alinear los esfuerzos y crear políticas públicas que resuelvan los pendientes hacia los planes de conectividad globales propuestos por la Organización para las Naciones Unidas en 2015 y hacia 2020.
“Lo que hay que lograr son regulaciones en función de los objetivos. Hay algunas política públicas actuales que no está muy claro qué persiguen y tenemos que ser claros para alcanzar las metas y tenemos que medir las políticas públicas en función de los objetivos de desarrollo sustentable”, dijo a Expansión.