El rápido avance de la inteligencia artificial (IA) en los años recientes ha provocado temores de que la tecnología algún día tome el control del destino de la humanidad. Sin embargo, diversos expertos consideran que aún estamos muy lejos de llegar a ese punto.
Debido a su aplicación extensa en la producción industrial y en las actividades diarias, la IA ya no es nada nuevo en la actualidad ni en concepto ni en la práctica real.
No solo ha liberado a los humanos de diversos trabajos triviales o repetitivos, sino que es capaz de cumplir satisfactoriamente ciertas tareas que, de otra manera, no podrían ser llevadas a cabo por seres humanos, debido a sus limitaciones físicas o intelectuales.
Como ejemplo, las capacidades de la IA fueron demostradas en las victorias sucesivas de AlphaGo (de Google) sobre los mejores jugadores humanos de Go a inicios de este año.
Por su parte, las compañías de IT han usado la capacidad de esta tecnología para realizar elecciones sofisticadas con base en un aprendizaje profundo para dar facilidades a los comerciantes en el mercado accionario. Es el caso de EquBot Lz.
La empresa, asentada en San Francisco, lanzó en octubre el primer Fondo Cotizado (ETF, por sus siglas en inglés) impulsado por IA en la Bolsa de Valores de Nueva York, asegurando que su producto puede asimular el trabajo de los analistas financieros y trabajar las 24 horas en un proceso “casi completamente automatizado”.
“La tecnología de IA empleada por Equbot puede procesar más datos que los gerentes de cartera a quienes ha reemplazado y “generar decisiones imparciales bajo una serie de criterios de inversión”, destacaron en su momento.
Otros rubros
La IA también ha sido aplicada en el diagnóstico de cáncer de piel, en el que el algoritmo involucrado ha llegado a un nivel a la par de médicos profesionales en dermatología. También está presente en la función más reciente de reconocimiento facial del iPhone, y ayuda a Facebook a reconocer las intenciones suicidas de los usuarios para evitar las tragedias antes de que ocurran.
A pesar de estos logros, los expertos señalan que, por el momento, el uso de IA sigue siendo limitado a campos aislados y que carece de una aplicabilidad universal. Sin embargo, la analistas familiarizados con la industria de la IA ha advertido que habrá un momento en que la tecnología evolucionará en algo suficientemente maduro como para romper los confines sectoriales.
Elon Musk, presidente SpaceX y Tesla, ha pronosticado un escenario futuro donde la “súper IA” representará una amenaza real para la existencia de la humanidad, y que los seres humanos tendrán que enfrentar ese desafío.
Nada que temer
Por su parte, Satya Nadella, presidente de Microsoft, considera a la IA algo que se tiene que adoptar, no temer. Nadella dice que depende de los humanos mismos si la IA se convierte en una ayuda para la humanidad o termina destruyéndola.
En un ensayo de 2016, que pide la coordinación y colaboración en IA, Nadella enumeró seis principios para el diseño de IA, a fin de que se garantice que la tecnología trabaje junto con los seres humanos en lugar de dañarlos.
El presidente de Microsoft declaró que la IA debe asistir a la humanidad, debe ser transparente, debe maximizar las eficiencias sin destruir la dignidad de la gente, debe ser diseñada para la privacidad inteligente, debe tener responsabilidad algorítmica y debe garantizar la imparcialidad.
Nadella aconseja en el artículo que en lugar de gastar tiempo en debatir “el bien contra el mal”, la gente debe enfocarse en “los valores inculcados en la gente y las instituciones que crean la tecnología”.
Similar al énfasis de Nadella respecto a los valores humanos, Li Feifei, científica en jefe de IA en la Nube y Aprendizaje de Máquina de Google, también cree que los humanos tienen el control final sobre la IA y que son capaces de hacerla trabajar en armonía con la humanidad.
“Las máquinas no tienen un valor independiente. El valor de las máquinas es el valor de los seres humanos”, declaró recientemente Li en una entrevista exclusiva con la agencia de noticias Xinhua.
En un esfuerzo para dirigir la cooperación internacional en IA, Google anunció en diciembre que abrirá un centro de investigación de IA en Beijing, el primero en su tipo en Asia. Li dijo que el centro buscará emplear a talentos locales.