El Departamento de Justicia de Estados Unidos demandó a Apple el jueves, bajo el argumento de que su ecosistema iPhone es un monopolio que impulsó su “valoración astronómica” a expensas de los consumidores, desarrolladores y fabricantes de teléfonos rivales.
El Gobierno no ha descartado desmantelar una de las empresas más grandes del mundo. Un funcionario del DoJ dijo en una conferencia telefónica que el alivio estructural estaba sobre la mesa si Estados Unidos ganaba.
La demanda afirma que las prácticas anticompetitivas de Apple se extienden más allá de los negocios de iPhone y Apple Watch, y cita la publicidad, el navegador, FaceTime y las ofertas de noticias de Apple.
“Cada paso en el curso de conducta de Apple construyó y reforzó el foso alrededor de su monopolio de teléfonos inteligentes”, según la demanda, presentada por el Departamento de Justicia y 16 fiscales generales en el tribunal federal de Nueva Jersey.
Las acciones de Apple cayeron más del 4% durante las operaciones del jueves. Una ruptura de Apple, si tiene éxito, sería una de las pocas rupturas bajo la Ley Sherman. El Departamento de Justicia ha considerado utilizarlo en otros casos antimonopolio, pero no lo ha hecho desde la desintegración de Bell System en 1982.
El Departamento de Justicia dijo en un comunicado que para que los consumidores siguieran comprando iPhones, Apple decidió bloquear aplicaciones de mensajería multiplataforma, limitar la compatibilidad con billeteras de terceros y relojes inteligentes e interrumpir los programas que no pertenecen a la App Store y los servicios de transmisión en la nube.
El desafío representa un riesgo significativo para el modelo de negocio de jardín amurallado de Apple. La empresa afirma que cumplir con las regulaciones le cuesta dinero, podría impedirle introducir nuevos productos o servicios y podría perjudicar la demanda de los clientes.
La demanda podría obligar a Apple a realizar cambios en algunos de sus negocios más valiosos: el iPhone, en el que Apple reportó más de $200,000 millones de dólares (mdd) en ventas en 2023, el Apple Watch, parte del negocio de dispositivos portátiles de la compañía de $40,000 mdd, y su rentable línea de servicios. , que reportó $85,000 millones de dólares en ingresos.
El fiscal general de Estados Unidos, Merrick Garland, recordó en una conferencia de prensa que la Suprema Corte define el poder de monopolio como “el poder de controlar los precios o excluir la competencia”.
“Como se establece en nuestra denuncia, Apple tiene ese poder en el mercado de teléfonos inteligentes. Si no se cuestiona, solo seguirá fortaleciendo su monopolio de teléfonos inteligentes”, dijo Garland.
Apple asegura se defenderá
Apple dijo en un comunicado que no estaba de acuerdo con la premisa de la demanda y que se defendería de ella.
“Esta demanda amenaza quiénes somos y los principios que distinguen a los productos Apple en mercados ferozmente competitivos. Si tiene éxito, obstaculizaría nuestra capacidad de crear el tipo de tecnología que la gente espera de Apple, donde el hardware, el software y los servicios se cruzan”, dijo un portavoz de Apple a CNBC.
“También sentaría un precedente peligroso, al empoderar al gobierno para tomar mano dura en el diseño de la tecnología de las personas”.
La demanda sigue a años de investigaciones sobre las prácticas comerciales de Apple y dos casos anteriores del Departamento de Justicia contra Apple: uno por los precios de los libros electrónicos y otro por acusaciones de que coludió con otras empresas de tecnología para reducir los salarios.
“Este comportamiento anticompetitivo está diseñado para mantener el poder monopólico de Apple y al mismo tiempo extraer la mayor cantidad de ingresos posible”, decía la denuncia.
