Las instituciones bancarias tradicionales se enfrentan hoy a nuevos retos, incluidos la aparición de nuevos competidores con mayor agilidad y eficiencia, así como la necesidad de digitalizar sus propios productos y servicios.
Según un reciente estudio de Cognizant, titulado “El futuro del dinero distingue entre dinero rápido y dinero lento” y publicado por Mediatelecom, la digitalización de servicios como ahorros y pensiones (dinero lento) podría aportar a los bancos un incremento de 14.2% de sus ingresos.
Para un banco estadounidense ubicado entre los cinco más grandes, esto significaría un aumento anual de más de $4.500 millones de dólares.
Dinero rápido y dinero lento
El informe explica que el dinero rápido (pagos de facturas, gastos diarios, cuentas bancarias) se usa y se asigna al presente y al futuro cercano, mientras que el dinero rápido es, principalmente, de naturaleza funcional y se intercambia por bienes y servicios.
Desde la consultora indican que el dinero rápido se ha beneficiado de la digitalización, aportando a los clientes eficiencia, accesibilidad y conveniencia a su rápida administración de dinero. Los proveedores que fueron los primeros en moverse en este espacio a menudo ganaron clientes con estas nuevas ofertas digitales.
Sin embargo, el dinero lento (pensiones, seguros, inversiones…) se asigna a un futuro propósito lejano y es mucho más difícil de administrar y comprender para los clientes. En el momento presente, el valor principal de la lentitud del dinero es brindar tranquilidad a las personas.
Retos
Según los analistas, la mayor barrera para las instituciones financieras que buscan construir relaciones significativas con los clientes es demostrar cómo lo digital puede respaldar la unión de los desafíos de dinero rápido y lento de las personas, ya que si bien ha brindado beneficios para clientes y compañías, no ha resultado en las sólidas relaciones con los clientes necesarias para ganar en el futuro.
En contraste, el estudio demuestra que ofrecer soluciones para el dinero lento hará que los consumidores sean más leales, menos sensibles al precio y más inclinados a hacer más negocios con una determinada organización bancaria.
Cognizant estima que el mayor impacto proviene de una reducción en la rotación de clientes: más productos de dinero lento aumentarán la lealtad de los clientes y el lock-in. La digitalización de dinero lento también tendrá importantes efectos de reducción de costos.
Finalmente, el mayor efecto individual vendrá de la digitalización de la interacción del cliente, ya que más interacciones cliente-banco se moverán en línea.