Ciudad de México.- Con el Monumento a la Revolución de fondo, Dell Technologies llevó a cabo en la CDMX el “Vision Roadshow 2019: Unlocking Digital Data”, un evento que ha recorrido las principales ciudades de América Latina en los últimos meses. El encuentro tuvo como objetivo presentar las más recientes innovaciones en soluciones de infraestructura, productos y servicios, con un enfoque marcado en cloud y en poner a los datos al centro del negocio.
Contar con un capital de datos eficiente y listo para ser aprovechado será clave para cualquier tipo de organizaciones. El director senior de soluciones de Protección de datos de Dell, Carlos Patiño, explicó que las organizaciones conducidas por datos son dos veces más rentables, reducen en 2.7 los costos operacionales y tienen 34% más de ingresos que las que operan con un modelo más tradicional. El ejecutivo destacó que es fundamental para las empresas emprender la transformación digital, pero que el primer paso para hacerlo con éxito es desarrollar una estrategia de datos a la altura del desafío.
“Cada empresa es ahora una empresa de tecnología. Para 2022 el 60% del GDP global será digitalizado y las organizaciones que no se estén sumando a la transformación digital no solo arriesgan perder competitividad, sino que directamente desaparecer: los ejemplos son muchos y conocidos”, indicó Patiño. El ejecutivo resaltó que esta máxima no solo aplica a las empresas de gran tamaño, que naturalmente generan información a un ritmo más acelerado, sino que a todas, sin excepción.
Un buen capital de datos amplifica los generadores de valor existentes y desbloquea nuevos: es como alcanzar un nuevo nivel en un videojuego, que entrega más recompensas y permite aplicar mejor la experiencia adquirida, pero que también presenta nuevas complejidades a considerar.
“Una empresa que esté lista para acceder a la transformación digital debe recorrer primero algunos pasos —explicó Patiño—. Debe tener una forma simple de gestionar sus datos; debe poder mantener el crecimiento de los datos, o sea, ser capaz de escalar de una forma adecuada; y, finalmente pero de gran importancia, debe ser capaz de proteger sus datos. Si presentan un nivel tan alto de beneficio para la organización protegerlos debería tener suma prioridad”.
El ejecutivo indicó que en los últimos años las compañías han priorizado subirse a la nube, pero deberían pensar primero en el tipo de datos que poseen y cuál será el lugar en el que le sacarán más provecho. “Hay que cambiar el pensamiento de ‘primero la nube’ a ‘primero el dato’. Hay cargas de trabajo muy buenas para la nube pública, otras más optimizables para una operación en nube híbrida, otras que estarán para la privada. O sea, el ambiente del futuro es multicloud. Por lo mismo es necesario cambiar el mindset: tengo que pensar dónde se va la información dependiendo del tipo de datos, no al revés”, explicó Patiño.
Apostar a la hiperconvergencia
Todas las aplicaciones pueden correr en la nube hoy en día. Ya ni siquiera el cielo es el límite. Pero, de acuerdo con Ruben Duron, director senior de Enterprise Presales de América Latina en Dell EMC, esto forma un universo de posibilidades que puede constituirse en un gran desafío para las organizaciones.
“No es fácil, es necesario sentarse a entender cómo trabajan las aplicaciones, cuáles son sus cargas de trabajo, y cuáles son susceptibles de mover a la nube pública u a otro esquema. La expectativa de todos nuestros clientes es: tengo nube privada, quiero usar la pública, muevo la información, me conecto y listo. Pero la realidad es muy distinta”, explica el ejecutivo.
De acuerdo con el más reciente informe sobre cloud computing en México, realizado por IT Masters Mag, casi 80% de las organizaciones mexicanas ya opera con servicios en la nube. Los CIO mexicanos consumen más del 50% de sus aplicaciones en un modelo cloud y el 75% de las organizaciones cuentan con dos o más proveedores de nube pública. En palabras de Duron, usar dos o más proveedores ya deletrea un escenario de complejidad para cualquier tipo de empresa.
Pero hay luz al final del túnel. El ejecutivo plantea que la robustez de las soluciones de nube deben plantearse en tres capas para asegurar una operación capaz de fortalecer los objetivos de negocio: una infraestructura consistente, que asegurará el desarrollo de la capa de operación y automatización consistente (“De nada me sirven los fierros si no puedo operar como un solo sistema consolidado”, explicó), y finalmente los servicios de valor agregado, que es cuando la nube comienza a generar, por ejemplo, nuevos negocios.
Duron indicó, sin embargo, que ese proceso no debería ser difícil y que la hiperconvergencia, que combina almacenamiento, computación y redes en un único sistema, debería ser el camino a recorrer para las organizaciones que quieran aprovechar el cloud. “Es una nube en una caja, lista para implementar. ¿Cuánto demora? Apenas unos días y es perfectamente escalable”. Pero no hay que confiarse, a pesar de que los bloques de armado para implementar una nube son cada vez más accesibles y fáciles de utilizar, lo cierto es que el verdadero valor estará en cómo apoyen al negocio. En ese punto, probablemente, nunca existirán atajos.