Este lunes, el panel de Naciones Unidas sobre el cambio climático hizo un llamado mundial a propósito del calentamiento global, que está cerca de salirse de control. Es urgente el uso de energías limpias. El organismo señaló que los niveles de gases de efecto invernadero en la atmósfera pueden alterar el clima durante décadas o, tal vez, siglos.
A nivel empresarial, cada compañía puede adoptar prácticas amigables con el medio ambiente para reducir el impacto que provocan. Desde el área IT es posible implementar diferentes acciones amigables con el ambiente y las tecnologías limpias también pueden generar beneficios para el negocio.
La nube, además de impulsar estratégicamene al negocio, contribuye a reducir presupuesto y consumo de energía al interior de las organizaciones. En el estudio “The Carbon Benefits of Cloud Computing”, se reveló que el uso de la nube permite alcanzar 93% más efectividad de la energía y genera menos del 98% de las emisiones de carbono de los centros de datos tradicionales.
Esto, gracias a una eficiencia operativa de recursos IT: Los servicios comerciales de nube pueden operar mejor que las implementaciones locales on-premises, gracias a tecnologías optimizadas para reducir el consumo eléctrico y de enfriamiento, y la escala en que se despliegan.
Pero los centros de datos tradicionales también pueden ser verdes. Uno de los mayores gastos de gigantes tecnológicos suele ser la construcción y mantenimiento de centros de datos. Una opción para las empresas que contratan servicios de este tipo es elegir proveedores comprometidos con la sustentabilidad y la eficiencia energía. Por ejemplo, se puede buscar un centro de datos que tenga prácticas sustentables, cuya eficacia del uso de energía (PUE, por sus siglas en inglés) sea menor a 1.2 y que tenga certificación LEED, que controlan sus emisiones de carbono y las reducen en torno al 38%.
Tener una óptima eficiencia eléctrica mediante iluminación LED o tecnología eco-friendly también disminuirá el impacto energético de la empresa, pero también ayudará a reducir costos operativos. En este tenor, también hay hardware certificado por su ahorro de energía. Para identificarlo se puede consultar el programa Energy Star.
Mejorar la productividad y generar menos desperdicios
La digitalización verde puede mejorar la productividad en la oficina. Elementos del día a día como el trabajo remoto y las conferencias virtuales pueden reducir la huella de carbono de los empleados y aumentar su calidad de vida. Incluso en las oficinas, las tecnologías que mejoran la calidad del aire pueden impactar positivamente en el rendimiento de la gente.
Otra de las acciones que se adoptan en las compañías buscando ser amigables con el ambiente es la disminución del uso de agua y de la generación de desperdicios. En este renglón se pueden introducir sistemas de reciclaje de agua, aprovechamiento de agua de lluvia, así como el uso de sensores para la disposición de líquido en los lavamanos. En el segundo rubro, el papel es uno de los principales desperdicios que se generan en las empresas, reducir su uso mediante sistemas paperless no solo generará ahorros, también reducirá la huella de carbono de la compañía.
El dinero que se ahorre al reducir los consumos de electricidad o de agua puede invertirse en innovación.
Ser verde impacta hasta al branding
Mejorar la salud de los empleados es uno de los beneficios directos del uso de tecnología eco-friendly en el lugar de trabajo. Independientemente de las condiciones de iluminación y calidad del aire que se respiren en la oficina o fábrica, usar productos 100% biodegradables para la limpieza es otro elemento que juega a favor de la salud de los empleados y del clima laboral.
Buscar beneficios fiscales a partir del uso de paneles solares o reciclaje de agua puede reducir los costos de instalación de estas tecnologías para trabajar en un entorno más limpio. Eso se sumaría a los ahorros en los recibos por el consumo de luz y agua en beneficio de las finanzas de la compañía.
Adicionalmente, la preocupación por el medio ambiente puede resultar benéfica para su posicionamiento ante los clientes. De acuerdo con una investigación del The Natural Marketing Institute, cuando los consumidores saben que la organización realiza acciones para reducir el impacto ambiental se predisponen en 58% a adquirir productos o servicios de esa compañía. E incluso, están dispuestos a pagar hasta 20% adicional en sus compras.
Desde su trinchera, cada compañía puede realizar diferentes acciones que al final impacten positivamente el medio ambiente, como sucedió en 2019 con Grupo Wendy, fabricante de colchones ubicado en Jalisco, con la implementación del proyecto de cadena de suministro inteligente. Gracias a la mejora de procesos disminuyó la merma de productos, lo que representó reducir su huella de carbono en 14.5 toneladas de CO2 al año.
Los interesados en soluciones IT sustentables pueden buscar la certificación EXIN Green IT que les brindará conocimientos acerca de Responsabilidad social empresarial, cómo reducir costos e incrementar eficiencia, cómo reducir la huella ambiental de las organizaciones y contribuir a una mejor imagen corporativa.
Utilizar energías limpias no es una cuestión de estar acorde con la política de algún país; cuidar el medio ambiente es un tema de supervivencia. Si tomar medidas ecológicas como la adopción de energías limpias genera ahorros para las empresas, su beneficio se multiplica.
Directrices confusas en México respecto a energías limpias
Desafortunadamente, México parece no tener una política clara acerca del uso de energías limpias. El listado de BloombergNEF identifica a los países más atractivos para proyectos de energías renovables. En solo dos años, México pasó del octavo lugar al número 51 de dicho ranking.
Las razones son múltiples: el Gobierno mexicano ha anunciado sus planes de rehabilitar las seis refinerías que existen actualmente en el país, construir una nueva, Dos Bocas; construir un tren que en teoría funcionará de manera híbrida, con diésel y electricidad; además, por si no bastara, en mayo pasado dio a conocer su intención de comprar la refinería Deer Park de Shell en Houston, Texas, por $596 millones de dólares, operación cuestionada porque refuerza la apuesta por combustibles fósiles.
Con una actitud contradictoria, en la página oficial del Gobierno —actualizada el 11 de noviembre de 2020— se informa que como parte de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, México está comprometido con las energías limpias: para 2024, 35% y para 2030, 43% provendrán de este tipo de energías.
Desde 2008, la Ley para el Aprovechamiento de Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética (LAERFTE) —con reformas en junio de 2013—señalaba que el sector eléctrico debía transformarse para que en el 2024 por lo mucho 65% de la electricidad proviniera de combustibles fósiles.
En el país hay acciones aisladas como el convenio que firmaron en febrero de 2019 el Gobierno de la CDMX y Waze para mejorar el tránsito de la urbe. Esto se realiza mediante el intercambio de información entre el Centro de Gestión de la Movilidad de la Ciudad de México, y el programa Connected Citizens (CCP) de Waze, aplicación de navegación GPS, que recibe aproximadamente 1.2 millones de alertas por mes en la Ciudad de México.
En una entrevista radiofónica, Julia Carabias, bióloga y miembro del Colegio Nacional, consideró que el reciente informe de la ONU aborda una emergencia climática que no se puede retrasar. “En México no estamos haciendo todo lo que está a nuestro alcance, tenemos que hacer una política de reducción de gases de efecto invernadero, hay que separarse de la dependencia de hidrocarburos y empujar las energías renovables, tanto la solar como la eólica”.
Al margen de políticas gubernamentales, la responsabilidad empresarial y la concientización de la problemática señalan el camino para tomar medidas que reduzcan el impacto ecológico que provocamos en el ambiente.
