En todas las industrias y en todos los departamentos se calcula que habrá revisiones de prioridades, costos y planes. Si la digitalización está probando ser la ventaja para seguir operando en esta crisis, ¿qué tanto conviene recortar las inversiones IT?
En la primera ola de la emergencia sanitaria por el Covid-19, las empresas que probaron ser más resilientes y que están tomando la ventaja en el mercado son aquellas que pudieron implementar rápidamente el trabajo remoto, depender de sus aplicaciones móviles y confiar a sus canales digitales la atención al cliente y a su cadena de suministro.
Si bien contener los costos debe ser un elemento crucial de la respuesta de la segunda ola, los CIO tienen la oportunidad de acelerar los programas e impulsar prioridades que pueden ayudar a posicionar el negocio para tener éxito cuando termine la recesión. No tiene sentido ganar la batalla y perder la guerra.
Reducir el costo de IT en el corto plazo será una demanda de la alta dirección en casi todas las empresas, debido a la caída de ingresos y márgenes que afectará a todas las economías. Para los IT Masters no será difícil encontrar reducciones de hasta 30% en costos para mitigar el gasto inicial que implicó el despliegue de recursos para el trabajo remoto. Esa reducción podrá también pensarse para liberar recursos que serán mejor invertidos en “la nueva normalidad”, es decir, en capacidades de trabajo remoto, online y automatización.
Al preparar la estrategia de reducción de costos no se deben perder de vista los planes de mediano plazo que podrían verse afectados. Es importante considerar los riesgos de decisiones que pudieran impactar la operación, En esos casos, se requiere involucrar a los stakeholders de las áreas de negocio. Aun cuando no sepamos todavía cómo será la nueva realidad, el periodo de recuperación económica vendrá y su negocio debe estar listo para tomar ventaja.
Es más, hay sectores y empresas que no solo no tienen planeado recortar inversiones, sino que ya anticipan aumentar el gasto. Una encuesta realizada en abril por McKinsey entre compradores B2B de varios países del mundo reveló que en materia de software, hardware y telecomunicaciones, 45% de los respondientes mantendrán o aumentarán sus presupuestos actuales.
Cuidado con recortes parejos
Algunos CFO se inclinan a reducir a raja tabla los gastos a lo largo de todos los departamentos, entre los cuales el de marketing resulta en general el más afectado.
Tratar a todos los departamentos de la misma manera puede ser un error de visión cortoplacista. Por ejemplo: ya se demostró que la pandemia impulsó de manera irreversible el trabajo remoto. Eso hará a los CFO evaluar qué tanto de su espacio inmobiliario es necesario, pues quizá muchos colaboradores que ahora están más cómodos trabajando desde su casa ya no deseen volver a desplazarse a la oficina cuando las cosas regresen a la “nueva normalidad”, para evitar tráfico y estrés.
Al mismo tiempo, el trabajo remoto añade una presión adicional en los departamentos IT. Por ende, si los recortes son indiscriminados, la infraestructura de Sistemas tendría que lidiar con las mismas reducciones de costos que otra área funcional, poniendo en riesgo a la organización y afectando la continuidad del negocio.
Más que reducciones de personal o recortes al parejo, Gartner aconseja a las organizaciones consolidar productos y servicios en menos líneas de negocio, sobre la base de una una huella industrial más estrecha.
“Donde hay un exceso de amplitud en el portafolio de productos y servicios de una organización, las utilidades se ven disminuidas por los costos ocultos de la complejidad”, asegura Dennis Gannon, consultor de la práctica financiera de Gartner. “Los mejores CFO usarán Covid-19 como un catalizador para apalancar sus operaciones en las líneas de negocio más rentables sin destruir valor.”
El CIO deberá ser muy cauteloso para lidiar con la presión en el corto plazo, pero demostrar el valor de sus planes para sostener un modelo de negocio que deberá ser más flexible que nunca antes.