Las organizaciones públicas, al igual que las privadas, viven tiempos de cambio. A nivel global, la tendencia de la transformación digital se ha afianzado como la vía idónea para optimizar flujos y servicios en general, de forma que la ola que arrastra a las empresas hacia su innovación es la misma que está moviendo también a los gobiernos, quienes encuentran en la digitalización beneficios como una mejora de procesos, mayor agilidad de respuesta, generación de nuevos modelos de servicios, mayor satisfacción de la ciudadanía a la que sirven y reducción de costos.
Para el presente año, IDC estima que el gasto mundial en infraestructura para la transformación digital (hardware, software y servicios) llegará a los $1.3 billones de dólares, 16.8% más que el gasto de 2017. El sólido crecimiento que mantendrá se refleja en la tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) que prevé la firma analista, la cual será de 17.9% para el periodo 2016-2021, alcanzando la cifra de $2.1 billones de aquí a tres años.
En el caso particular del gobierno, la compañía destaca en su informe de predicciones 2018 que una de las principales tendencias será el uso de ecosistemas API abiertos, como una prioridad de la transformación digital en este sector.
De acuerdo con una encuesta de Deloitte a funcionarios de gobierno de 70 países, realizada a finales de 2015, un altísimo 76% ya percibía desde entonces que las tecnologías digitales representaban una disrupción para el sector público, así fuera en mayor o menor medida.
Actualmente, países como Australia, Reino Unido y Estados Unidos se destacan por las iniciativas que, desde sus respectivos gobiernos, se están llevando a cabo para diseñar y ejecutar la digitalización de sus servicios. La plataforma tecnológica que se está habilitando desde el sector público impulsa también las acciones de la iniciativa privada enfocadas en su transformación, siendo el principal beneficiado el ciudadano/consumidor de estos servicios.
Un estudio global de Gartner muestra que la prioridad número 1 de los CIO del sector público (considerando segmentos federales, estatales y municipales del mundo) en 2018 es, de hecho, la transformación digital. Debajo suyo en importancia para los gobiernos se encuentran aspectos como seguridad y gobernabilidad.
El estudio también señala que, para tener éxito en la estrategia, las áreas de IT del sector público deben enfocarse en expandir sus capacidades en relación con el manejo de los datos y crear una cultura centrada en datos, para lo cual el aumento y garantía de la disponibilidad es prioritaria. Bajo esta premisa, no es extraño que, para el 30% de los CIOs de gobierno encuestados, los servicios de nube y las soluciones e infraestructura para el centro de datos estén enlistadas en su Top 10 de tecnologías cuya inversión es crítica para cumplir sus metas.
Sin duda, los tiempos actuales requieren un manejo inteligente de los datos públicos y, al igual que ocurre en la iniciativa privada, las brechas de disponibilidad y protección pueden jugar en su contra entorpeciendo sus procesos internos, así como aquéllos que tienen relación con la entrega de servicios al ciudadano.
No es un problema menor, dado que en el Reporte de Disponibilidad 2017 de Veeam se expone que, en México, el 77% de las organizaciones en general admiten tener una brecha de disponibilidad (entendiendo ésta como la diferencia entre los niveles de servicio que el área de TI está entregando y lo que se espera), y el 70%, una brecha de protección (esto es, cuando se rebasa la tolerancia que tiene una organización a la pérdida de datos, debido a la falta de habilidad del área de IT de protegerlos con la frecuencia necesaria).
De ello se desprende que seis de cada 10 CIOs, igualmente en México, están menos que “muy confiados” en las capacidades actuales de su organización en relación con el respaldo y la recuperación de sus datos, aplicaciones e infraestructura. A ello hay que añadir que, según el reporte de Veeam, el 28% de los CIOs sufren al menos una interrupción no planeada por año en el 10 al 30% de sus servidores de producción.
Es importante, pues, que los profesionales de las IT del sector público consideren la importancia de habilitar mejores prácticas, políticas y tecnologías que potencialicen sus iniciativas de nube y modernización del centro de datos, con un marcado enfoque en garantizar la continuidad de la operación a través de un plan efectivo de recuperación que les permita no afectar la entrega de servicios a causa de fallas de IT, fuerzas externas u otros imprevistos.
Por Abelardo Lara, Country Manager de Veeam en México