Los CIO han enfrentado desafíos sin precedentes en los últimos dos meses, sí, es cierto. Veamos el lado positivo: la digitalización acelerada que provocó la pandemia por el Covid-19 ha dado lugar a empleados más avezados, proveedores mejor dispuestos a colaborar en línea y clientes que le están tomando el gusto a la comodidad de la interacción virtual.
Sí, entiendo que usted como ejecutivo IT hoy enfrenta muchos dilemas, desde el soporte a una fuerza de trabajo remota que no tenía contemplada, hasta la necesidad de recortar costos ante una segura contracción económica, pero sin dejar de innovar para el mediano plazo.
Hoy quiero llamar su atención sobre el aspecto más positivo que está dejando la pandemia: usuarios más capacitados para utilizar aplicaciones y herramientas de colaboración en línea. Bueno, hasta mis amigas menos tecnológicamente alfabetizadas ya saben cómo iniciar una sesión en Zoom, participan en juegos en línea, fiestas virtuales y han tenido que recurrir a las apps de entregas a domicilio.
Me declaro contraria a aquellos que describen el regreso a la “nueva normalidad” con imágenes que asemejan a un mundo post-apocalíptico, donde las personas somos una especie de zombis, pero, a diferencia de estos, tenemos fobia al “otro”, evitamos al máximo cualquier contacto entre personas.
Yo prefiero pensar en que las cosas serán como querramos que sean. Además, dos meses de aislamiento no pueden borrar milenios de gregarismo grabado en nuestro ADN. Como bien explica Yuval Noah Harari en su magnífica obra filosófica, si el ser humano logró conquistar como especie a todo el reino animal fue gracias a su capacidad para comunicarse y cooperar. Si así no fuera, cómo se explica que Cisco Webex informó que, en promedio, las suscripciones gratuitas en los países afectados por el Coronavirus aumentaron siete veces más que las tasas de inscripción previas al brote; Google Meet registra más de dos millones de nuevos usuarios conectados todos los días, con sesiones en conjunto de más de 2,000 millones de minutos; hay más de 200 millones de participantes de reuniones de Microsoft Teams en un solo día; y Zoom anunció que ha superado los 300 millones de participantes diarios.
Los CIO participantes en nuestra primera mesa redonda virtual compartieron las dificultades iniciales que enfrentaron cuando, en menos de dos semanas, tuvieron que proveer de escritorios virtuales, laptops o equipo de escritorio a los empleados, ampliar las capacidades de su VPN, conseguir mejores conexiones a internet caseras y asegurar la información y los datos. Superada esa etapa, en la que no dudo hayan tenido que pasar innumerables incidentes y noches en vela para asegurar que el sitio de ventas online no se cayera (como fue el caso de Flor Argumedo, de La Comer), la recompensa es que ahora gozarán de usuarios mejor capacitados para trabajar por su cuenta y, de alguna manera, “rascarse con sus uñas”.
La oficina remota será permanente y ya muchos CFO encuestados por diversas firmas de análisis y consultoría han dicho que apoyan firmemente la idea. Usted deberá preocuparse por el tráfico en la red, la capacidad de su VPN, la calidad de las conexiones y los firewalls virtuales.
De hecho, sus prioridades serán las de instituir herramientas de colaboración corporativa y evitar el Shadow IT, que debe haber crecido exponencialmente durante este período, donde cada quien en su oficina casera descargó cuanta aplicación le vino en gana. Además, junto con el área de Recursos Humanos, usted deberá implementar sistemas para medir efectivamente la productividad, aunque el consenso entre los analistas es que no ha habido un decremento y, en todo caso, puede hablarse de empleados que destinan más horas al trabajo que antes.
Dicho todo lo anterior, creo que volveremos empoderados para tener vidas más productivas online, pero nos encontraremos en parques, restaurantes, gimnasios y todo tipo de eventos para festejar nuestra humanidad.