Por Eduardo Maurizi, Senior Partner Account Manager, Progress Latinoamérica
Aunque hablar del impacto de la tecnología en los negocios está lejos de ser algo novedoso, las transformaciones en el último tiempo tuvieron un alcance inédito. Este proceso, potenciado además por la pandemia, fue completamente transversal a los diferentes sectores e industrias: ninguna empresa puede decir hoy que lo digital no está de alguna manera en el centro de la organización.
Uno de los ejemplos más gráficos es el del sector de IT. Considerado típicamente como un área de servicio a la que se convocaba ante problemas o requerimientos muy específicos, hoy está presente en cada decisión estratégica y se ubica en el centro de cada negocio. La pandemia lo puso al descubierto con tres áreas en las que la IT han desempeñado un papel fundamental en los últimos meses: comercio electrónico, modernización de aplicaciones y trabajo desde casa. Mientras que los que habían invertido en ellas antes de la crisis pudieron adaptarse rápidamente y mantener intacta su competitividad, aquellos que no lo habían hecho debieron priorizarlo y desarrollar su infraestructura tecnológica para sobrevivir.
Según un estudio realizado por Progress a 900 líderes de negocios de todo el mundo, la coordinación y la alineación entre el área de IT y el negocio es buena para el 77% de los encuestados, lo que implica una mejora significativa con respecto a anteriores resultados.
Del mismo estudio surge que las organizaciones tienen un mandato para usar la experiencia digital como una ventaja competitiva. Así lo afirma el 90% de los encuestados en México y el 87% en Brasil, lo que comprueba que el fenómeno también es clave en nuestra región.
Esto es fundamental para uno de los grandes sucesos de este año en todo el mundo: el boom del e-commerce. El comercio electrónico vive un auge a nivel global, pero con un impacto especialmente fuerte en Latinoamérica. Según un estudio de la medidora de audiencias Comscore, las tasas de crecimiento de consumo de minutos en los sitios web del Retail son de doble dígito en México y Argentina, por ejemplo, y suben fuertemente en el resto de los países de la región.
Vivimos una transición entre el Content Management System y la Digital Experience (DXP), que tiene como eje la necesidad de mantener una audiencia involucrada y activa en su recorrido por el producto digital.
Se trata de ofrecer experiencias atractivas e inspiradoras, pero también de entender cuál es el camino que usa y cuáles son los marcos que lo permiten. En ese sentido, es clave tomar decisiones basadas en datos de comportamiento bien concretos. En definitiva, el desafío es la personalización del recorrido de cada usuario.
Las empresas hoy más que nunca necesitan que sus aplicaciones sean eficientes y de alto rendimiento. Sin embargo, muchos todavía dependen de sistemas heredados que no pueden satisfacer sus necesidades comerciales y deben modernizarse. Según Gartner, la modernización de aplicaciones se refiere a “la migración de tecnología legada a nuevas aplicaciones o plataformas, incluida la integración de nuevas funciones”. Las aplicaciones modernas reducen los costos, aumentan la productividad y mejoran la satisfacción del cliente: hacen que todo el negocio sea más exitoso.
El fenómeno del home office, posible gracias a la evolución de la tecnología, es el tercer aspecto clave que está convirtiendo la IT en un eje empresarial indispensable. El monitoreo de la red y la identificación temprana de problemas cuando los empleados trabajan desde casa pueden evitar problemas de seguridad graves.
En este sentido es que el seguimiento de los flujos de trabajo y la prevención de la caída de los VPN se convirtieron en cruciales, ya que garantizan la continuidad de las tareas. Nunca fue tan importante entender qué herramientas son esenciales para que los trabajadores puedan cumplir con sus actividades. Para eso es necesario realizar monitoreos en tiempo real y establecer alertas en las aplicaciones críticas. Sin una rápida visibilidad del estado de esas herramientas a través de un tablero de control, es difícil asegurar un funcionamiento estable de la faceta digital de una compañía.
La tecnología está reclamando su lugar en todas las esferas del negocio: las principales prioridades ahora son el comercio electrónico, las experiencias digitales, la modernización y el monitoreo de redes. Que la tecnología hoy esté en el eje de cualquier estrategia es un desafío que requiere estar a la altura de las circunstancias. Y eso significa a veces salir de la zona de confort en términos de procesos y herramientas digitales. Un paso fundamental para adaptarse a contextos cada vez más demandantes.