OpenAI cuestionó una afirmación fundamental que el CEO de Tesla, Elon Musk, hizo en la demanda que presentó contra la startup a principios de marzo.
“No existe ningún acuerdo fundacional, ni otro tipo de trato con Musk, como deja claro la propia denuncia”, afirmó la empresa en un documento presentado en el Tribunal Superior de California del condado de San Francisco.
Musk, quien alegó incumplimiento de contrato por parte de la startup que respaldaba, se refirió en su denuncia a un “acuerdo fundacional” de 2015 entre él y otros dos cofundadores de OpenAI, Sam Altman y Greg Brockman.
Los tres, señaló Musk, acordaron en que un nuevo laboratorio de inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) sería una organización sin fines de lucro para el beneficio de la humanidad y que no mantendría la información privada para beneficio comercial.
Al lanzar el modelo grande de lenguaje GPT-4 el año pasado sin proporcionar detalles científicos para el consumo público, la startup violó ese acuerdo, argumentó el multimillonario.
“El acuerdo fundacional es más bien una ficción que Musk ha conjurado para reclamar inmerecidamente los frutos de una empresa que inicialmente apoyó, luego abandonó y después vio triunfar sin él”, respondió la creadora de ChatGPT.
Los argumentos de Musk
Musk citó el certificado de constitución de OpenAI de 2015 ante el secretario de estado de Delaware y afirmó que “conmemoraba” el acuerdo fundacional. Pero OpenAI respondió que la denuncia de Musk carecía de un acuerdo real.
En su denuncia, el CEO de Tesla también mencionó que, con respecto al plan de OpenAI de 2017 para establecer una organización con fines de lucro, les sugirió a Brockman, Altman y al cofundador de OpenAI, Ilya Sutskever, que “hagan algo por su cuenta o continúen con OpenAI sin ánimo de lucro”.
Musk tiene su propio laboratorio de inteligencia artificial llamado X.AI, que lanzó un chatbot llamado Grok que está disponible a través de X, anteriormente conocido como Twitter, que adquirió en 2022. La startup lanzará el código de Grok bajo una licencia de código abierto esta semana, dijo Musk. dijo en una publicación X el lunes.
La respuesta de OpenAI
La compañía que dirige Sam Altman ya había reaccionado a la queja de Musk la semana pasada, al burlarse de ella en una comunicación interna a los empleados y con la publicación de correos electrónicos relacionados con él que se remontan a sus primeros días.
La startup respaldada por Microsoft calificó las afirmaciones de Musk de frívolas. En una publicación de blog, firmada por los propios cofundadores, señaló que estaba pidiendo al tribunal que designara el caso como complejo y obtuviera una gestión de caso dedicada, porque involucra a AI y sus reclamos se remontan a casi 10 años.
OpenAI dijo en su presentación, fechada el 6 de marzo, que si el caso fuera descubierto, la evidencia mostraría que Musk estaba de acuerdo con que la startup obtuviera una estructura con fines de lucro.
Mientras busca comercializar su chatbot y los modelos de inteligencia artificial subyacentes, OpenAI enfrenta una serie de batallas legales, incluida la de Musk y casos de infracción de derechos de autor del diario The New York Times y sus autores.
ChatGPT de OpenAI tenía 100 millones de usuarios semanales en noviembre pasado.
“Al ver los notables avances tecnológicos que ha logrado OpenAI, Musk ahora quiere ese éxito para sí mismo”, dijo OpenAI en su presentación. “Por lo tanto, presenta esta acción acusando a los demandados de violar un contrato que nunca existió y deberes que nunca se le adeudaron a Musk, exigiendo una compensación calculada para beneficiar a un competidor de OpenAI”.
