La Unión Europea (UE) llegó el viernes a un acuerdo inicial, considerado como “único”, “histórico” e inédito a nivel mundial, sobre la primera ley para regular la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés).
Entre sus puntos, destacan las reglas para los modelos de AI de propósito general de gran impacto, que pueden causar riesgo sistémico en el futuro, así como sobre sistemas de AI de alto riesgo.
La regulación aún tendrá que ser ratificada por el Parlamento Europeo y el Consejo de la UE, formado por los ministros de los Gobiernos de cada país del bloque. Antes, debe complementarse con trabajos técnicos para finalizar el texto.
La ley es la primera de su tipo dirigida específicamente a la AI y es resultado de años de esfuerzos europeos para regular dicha tecnología. Sus orígenes se remontan a 2021, cuando la Comisión Europea propuso por primera vez un marco regulatorio y legal común.
La legislación divide la inteligencia artificial en categorías de riesgo, desde “inaceptable”, es decir, tecnologías que deben prohibirse, hasta formas de alto, medio y bajo riesgo. Este se determinará con base en la cantidad de poder de cómputo que requieran para entrenar el modelo de AI.
También limitaría la forma en que el modelo de ChatGPT, por ejemplo, debe operar, y prohibiría las cámaras de reconocimiento facial en espacios públicos.
“Un equilibrio extremadamente delicado”
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo a través de su cuenta de X que “acojo con satisfacción el acuerdo político”, mismo que consideró como una primicia mundial.
“Un marco legal único para el desarrollo de la AI en el que puede confiar. Y por la seguridad y los derechos fundamentales de las personas y las empresas. Un compromiso que asumimos en nuestras directrices políticas y lo cumplimos”, escribió.
En tanto, la secretaria de Digitalización e Inteligencia artificial de España, Carme Artigas Brugal, calificó en un comunicado del Consejo Europeo el acuerdo como “un logro histórico y un gran hito hacia el futuro”.
La funcionaria española señaló que “logramos mantener un equilibrio extremadamente delicado: impulsar la innovación y la adopción de la inteligencia artificial en toda Europa, respetando plenamente los derechos fundamentales de nuestros ciudadanos”.
Una negociación complicada
A lo largo de “tres días de charlas maratónicas”, el Consejo de la UE y el Parlamento Europeo analizaron las propuestas en un esfuerzo por llegar a un acuerdo.
Los puntos conflictivos incluyeron cómo regular los modelos de GenAI, utilizados para crear herramientas como ChatGPT, y el uso de herramientas de identificación biométrica, como el reconocimiento facial y el escaneo de huellas dactilares, reportó CNBC.
Alemania, Francia e Italia se opusieron a regular directamente los modelos de IA generativa, conocidos como “modelos básicos”, favoreciendo en cambio la autorregulación por parte de las empresas detrás de ellos a través de códigos de conducta introducidos por el gobierno.
Su preocupación es que una regulación excesiva pueda estimular la capacidad de Europa para competir con los líderes tecnológicos chinos y estadounidenses. Alemania y Francia albergan algunas de las nuevas empresas de inteligencia artificial más prometedoras de Europa, incluidas DeepL y Mistral AI.