La Unión Europea (UE) logró un acuerdo final sobre la Ley de Inteligencia Artificial, la primera de su tipo en el mundo, que comenzará a implementarse de forma gradual hasta su plena entrada en vigor en 2026.
El Consejo de la UE, integrado por los representantes de los 27 Gobiernos, aprobó el martes sin debate y de forma unánime la legislación que establece reglas integrales en torno a la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés). Fue el último paso, luego de que en marzo pasado la mayoría del Parlamento Europeo (523 votos) diera su visto bueno.
La ley fue propuesta por primera vez en abril de 2021 por la Comisión Europea, el poder ejecutivo de la UE. En diciembre pasado, los legisladores llegaron a un acuerdo provisional sobre lo que debería incluir y en febrero de 2024 obtuvo luz verde de los Estados miembros.
Tras ser firmado por los presidentes del Parlamento Europeo y del Consejo, la ley se publicará en el Diario Oficial de la UE próximamente y entrará en vigor 20 días después de su publicación.
El nuevo reglamento se aplicará dos años después de su entrada en vigor, con algunas excepciones para disposiciones específicas.
“Europa habla con una sola voz sobre la AI”
El secretario de Estado de Digitalización de Bélgica, Mathieu Michel, afirmó en un comunicado que “la adopción de la ley es un hito importante para la Unión Europea”.
Con la ley de AI, agregó, Europa “enfatiza la importancia de la confianza, la transparencia y la responsabilidad cuando se trata de nuevas tecnologías y, al mismo tiempo, garantiza que esta tecnología en rápida evolución pueda florecer e impulsar la innovación europea”.
En tanto, el comisario europeo de Mercado Interior, el francés Thierry Breton, quien presentó la propuesta de ley en 2021, escribió en su cuenta de X: “Los 27 Estados miembros han adoptado por unanimidad la #AIAct, que está a punto de convertirse en ley oficial. Europa habla con una sola voz sobre la AI. (Y no, no es clonada)”.
Una ley enfocada en el riesgo de la AI
La nueva ley, que será un referente global, regula la AI bajo un enfoque basado en el riesgo; es decir, que cuanto mayor sea el riesgo de causar daño a la sociedad, más estrictas son las reglas.
La legislación clasifica diferentes tipos de inteligencia artificial. Los sistemas de AI que presenten solo un riesgo limitado estarían sujetos a obligaciones de transparencia muy leves, mientras que los de alto riesgo, como vehículos autónomos o dispositivos médicos, estarán autorizados, pero sujetos a un conjunto de requisitos y obligaciones para obtener acceso al mercado.
La manipulación cognitivo-conductual y la puntuación social —que clasifican a los ciudadanos basándose en la agregación y el análisis de sus datos— serán prohibidos en la UE porque su riesgo se considera inaceptable.
La ley también prohíbe el uso de la AI para vigilancia policial predictiva basada en perfiles y sistemas que utilizan datos biométricos para clasificar a las personas según categorías específicas como raza, religión u orientación sexual.
