Una investigación del Senado australiano acusó a los gigantes tecnológicos Amazon, Google y Meta de explotar datos de las personas en Australia para entrenar sus modelos de inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés).
La investigación criticó a estas empresas por su falta de transparencia y su renuencia a revelar información crucial sobre cómo utilizaban los datos personales y privados.
El informe final destacó la necesidad urgente de una nueva legislación para regular la AI y salvaguardar los derechos de los australianos.
El senador laborista Tony Sheldon, presidente de la investigación, escribió en su cuenta de X que las tres grandes empresas estaban “explotando los datos, la cultura y la creatividad de los australianos mientras eludían la rendición de cuentas” y señaló a cada una de ellas.
“Amazon se negó a revelar cómo utiliza los datos registrados de los dispositivos Alexa, o publicados en Kindle o Audible, para entrenar a su AI, diciendo que ‘no revela fuentes específicas de nuestros datos de entrenamiento’. Traducción: no admitirán lo que ya sabemos”.
Luego pasó a argumentar en contra del razonamiento de Google para incluir los datos con derechos de autor de Australia. “Google defendió su uso de obras con derechos de autor diciendo que excluirlas conduciría a ‘sesgo o ignorancia’. ¿Qué pasa con el respeto a los derechos de los creadores australianos? Una excusa patética para explotar los derechos de los creadores”, dijo Sheldon.
Durante la investigación, la empresa matriz de Facebook, Meta, admitió que sus millones de usuarios australianos no pueden optar por no permitir que los datos de sus publicaciones públicas se utilicen para entrenar los modelos de inteligencia artificial de la empresa.
“Meta admitió que extrajo todos los perfiles australianos de Facebook e Instagram desde 2007. Cuando se les preguntó cómo se podía consentir en 2007 una tecnología que no existiría hasta dentro de una década, dijeron: ‘No puedo hablar de lo que la gente sabía o no sabía’. Qué absoluta tontería”, añadió Sheldon.
El informe concluyó que algunos modelos de AI de propósito general, como GPT de OpenAI, Llama de Meta y Gemini de Google, deberían pasar automáticamente a una categoría de “alto riesgo” y estar sujetos a requisitos obligatorios de transparencia y rendición de cuentas.
Algunas de las recomendaciones clave del informe incluyen que el gobierno introduzca una legislación para regular los usos de alto riesgo de la inteligencia artificial.
El informe también recomendó que el Gobierno exigiera a los desarrolladores de productos de AI que fueran transparentes sobre el uso de obras protegidas por derechos de autor en sus conjuntos de datos de entrenamiento, y que el uso de dichas obras estuviera debidamente licenciado y pagado.
“Estos gigantes tecnológicos no son pioneros, son piratas que saquean nuestra cultura, nuestros datos y nuestra creatividad para su propio beneficio, mientras dejan a los australianos con las manos vacías”, afirmó Sheldon.
El informe instó al gobierno a “gestionar” el crecimiento de la infraestructura de IA en Australia para garantizar que este aporte valor a los australianos y “sea de interés nacional”.