ChatGPT fue lanzado a finales de noviembre de 2022. Y desde los primeros días, el chatbot impulsado por inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) ha causado sensación no solo entre personas en el mundo de la tecnología, sino en mucha gente de distintas industrias.
La herramienta desarrollada por la startup OpenAI interactúa de manera conversacional. Su formato de diálogo hace posible que responda preguntas de seguimiento, admita sus errores, cuestione premisas incorrectas y rechace solicitudes inapropiadas.
Se trata de un modelo hermano de InstructGPT —un desarrollo anterior de OpenAI—, capacitado para seguir una instrucción en un mensaje y proporcionar una respuesta detallada.
El chatbot fue ajustado con precisión a partir de un modelo de la serie GPT-3.5, que terminó de entrenarse a principios de 2022. Ambos se desarrollaron en una infraestructura de supercomputación de Azure AI.
Con una simple consulta, se le puede pedir que escriba ensayos sobre libros, películas o eventos históricos. También es posible pedirle la creación de líneas de código, incluso maliciosas, ya que los cibercriminales han encontrado oportunidades en ChatGpt
Impacto de ChatGPT en la Industria
Desde su lanzamiento, ChatGPT ha evolucionado significativamente, transformando la manera en que las industrias abordan la interacción con la inteligencia artificial.
En el sector educativo, ChatGPT ha sido adoptado como una herramienta para personalizar la enseñanza, ofreciendo tutores virtuales que pueden adaptarse a las necesidades específicas de cada estudiante.
En marketing, ha revolucionado la creación de contenido y la interacción con los clientes, permitiendo respuestas más rápidas y personalizadas, lo que ha mejorado la experiencia del usuario y la eficiencia operativa.
En atención al cliente, ChatGPT ha sido un cambio de juego, al automatizar consultas frecuentes y liberar a los agentes humanos para manejar problemas más complejos, lo que ha llevado a una mayor satisfacción del cliente y una optimización en los costos.
Sin embargo, la adopción de ChatGPT no ha estado exenta de desafíos; algunos sectores han mostrado resistencia debido a preocupaciones sobre la precisión, el sesgo algorítmico y la falta de matices humanos en las respuestas generadas. Estos impactos diversos subrayan el papel central de ChatGPT en la transformación digital de múltiples industrias, consolidándose como una herramienta esencial en la era de la inteligencia artificial.
Principales características
Desde su lanzamiento, millones de personas han utilizado ChatGPT para hacer consultas, en un estilo muy similar al buscador de Google. Algunas de las características del chatbot de OpenAI son:
1. Gratuito
La versión básica de ChatGPT es completamente gratuita, aunque su uso puede verse limitado por la cantidad de consultas.
Desde febrero de 2023, un plan de suscripción piloto (ChatGPT Plus) fue puesto en marcha. Disponible por $20 dólares al mes, los suscriptores tienen como beneficios: acceso general, incluso durante las horas pico; tiempos de respuesta más rápidos, y uso prioritario de nuevas funciones y mejoras.
2. Solo en la web
Está disponible a través de una página web, por lo que no hay que descargar nada.
OpenAI lanzó la aplicación oficial de ChatGPT para dispositivos móviles en mayo de 2023, inicialmente en Estados Unidos y posteriormente expandiéndose a otros países. Ahora los usuarios pueden acceder al chatbot tanto desde la web como desde la aplicación móvil.
3. Requiere de una cuenta
Aunque usar ChatGPT es bastante simple (se escribe un texto y se recibe la información), OpenAI pide una cuenta antes de que pueda usar cualquiera de sus herramientas. Si no se tiene, deberá registrarse. Tiene la opción de elegir un inicio de sesión fácil con una cuenta de Google o Microsoft.
ChatGPT puede equivocarse
La página web de ChatGPT incluye un área para completar los resultados y un cuadro de texto en la parte inferior de la página para que los usuarios escriban consultas.
Aunque se puede empezar una búsqueda con preguntas el desarrollador recomienda ingresar una declaración para obtener el mejor resultado posible.
Si hay suficiente información disponible, el generador cumplirá los comandos con detalles precisos. De lo contrario, existe la posibilidad de que ChatGPT comience a llenar los vacíos con datos incorrectos.
OpenAI señala que estos casos son raros, pero advierte que la herramienta también tiene actualmente “un conocimiento limitado de los eventos mundiales después de 2021”. Aunque OpenAI ha lanzado versiones más avanzadas de su modelo, como GPT-4, la base de conocimiento de ChatGPT sigue siendo limitada en cuanto a los eventos más recientes.
Elon Musk y AWS, entre los cofundadores de OpenAI
OpenAI es una empresa estadunidense de investigación de inteligencia artificial sin fines de lucro con sede en San Francisco, California (Estados Unidos).
Surgió en diciembre de 2015 con el objetivo de avanzar en AI “de la manera que sea más probable que beneficie a la humanidad en su conjunto, sin las limitaciones de la necesidad de generar retorno financiero”, según su primer comunicado.
Además del actual CEO de OpenAI, Sam Altman, y su director de Investigación, Ilya Sutskever, entre los fundadores estuvo el empresario Elon Musk, quien dejó el directorio de la empresa en 2018 y ya no tiene participación alguna.
Musk, Altman y otros ejecutivos, además de las firmas Amazon Web Services (AWS), Infosys y YC Research fueron donadores de la compañía. En total, comprometieron $1,000 millones de dólares.
Se estima que la empresa estadunidense gasta alrededor de $3 millones de dólares mensuales o alrededor de $100,000 dólares diarios, según una nota de Digital Trends.
Al mes del lanzamiento de ChatGPT, Altman dijo en un tuit que la compañía gastaba “centavos de un solo dígito” para atender cada chat, en respuesta a la pregunta directa de Musk. Ese día, el chatbot superó el millón de usuarios.
La relación con Microsoft
En julio de 2019, Microsoft invirtió $1,000 millones en OpenAI para desarrollar inteligencia artificial escalable mediante su plataforma Azure, convirtiéndose en su proveedor exclusivo de nube. En enero de 2023, ampliaron su asociación con una nueva inversión multimillonaria, estimada en hasta $10,000 millones, para seguir impulsando tecnologías avanzadas como ChatGPT.
Comparación de ChatGPT con otros modelos de IA
ChatGPT, desarrollado por OpenAI, ha sido uno de los modelos de IA más populares, pero no es el único competidor en el mercado. Por ejemplo, Bard de Google se destaca por su integración profunda con el motor de búsqueda de Google, ofreciendo respuestas en tiempo real con acceso a la información más actualizada de la web, lo que le da una ventaja en términos de precisión y relevancia en búsquedas complejas.
Claude, de Anthropic, se centra en la seguridad y la alineación ética, abordando algunos de los desafíos de seguridad y sesgo que afectan a los modelos de IA generativa, lo que lo hace preferido en aplicaciones que requieren una alta confiabilidad y control.
LLaMA de Meta, por su parte, ha sido diseñado para ser más eficiente en términos de recursos computacionales, lo que lo hace accesible para un rango más amplio de aplicaciones y dispositivos.
Aunque todos estos modelos comparten la capacidad de generar texto de manera coherente y contextualmente relevante, sus diferencias en enfoque y diseño reflejan las prioridades de sus desarrolladores y su adaptación a diversas necesidades del mercado.
Desafíos éticos de ChatGPT
El uso de ChatGPT y otras IA generativas plantea importantes desafíos éticos y legales que no pueden ser ignorados. Uno de los principales problemas es el sesgo algorítmico, ya que los modelos pueden perpetuar o incluso amplificar prejuicios existentes en los datos con los que fueron entrenados, lo que podría resultar en respuestas discriminatorias o injustas. Además, la privacidad es otra preocupación, especialmente cuando estas IA son utilizadas para procesar o generar información basada en datos personales. El uso indebido de estas tecnologías también es un riesgo, ya que pueden ser explotadas para crear contenido engañoso o malicioso, como desinformación o ciberataques automatizados. Estos desafíos subrayan la necesidad de un marco ético robusto y de regulaciones claras para guiar el desarrollo y la implementación segura de estas herramientas, garantizando que los beneficios de la IA generativa sean accesibles sin comprometer principios éticos fundamentales.
El futuro de ChatGPT y la inteligencia artificial
OpenAI continúa trabajando en la evolución de ChatGPT y otras tecnologías de inteligencia artificial, con un enfoque en mejorar tanto sus capacidades como su accesibilidad. Las actualizaciones periódicas, como la transición de GPT-3.5 a GPT-4, han demostrado un progreso significativo en la comprensión y generación de lenguaje, y se anticipan futuras versiones con aún mayor sofisticación.
En términos de funcionalidades, se espera que futuras iteraciones integren capacidades multimodales, permitiendo a ChatGPT procesar y generar no solo texto, sino también imágenes, audio y video. OpenAI también está explorando cómo hacer que estas herramientas sean más seguras y éticamente responsables, con el desarrollo de sistemas que incluyan mecanismos de supervisión humana y más opciones de personalización para los usuarios. A largo plazo, OpenAI tiene la ambición de avanzar hacia la creación de una inteligencia general artificial (AGI) que pueda realizar tareas a un nivel similar o superior al de los humanos, con aplicaciones que podrían transformar industrias enteras y redefinir la interacción entre humanos y máquinas.
La regulación de ChatGPT y la IA: Un panorama global
Varios países han comenzado a explorar la regulación de la inteligencia artificial, incluyendo modelos como ChatGPT. La Unión Europea ha sido pionera en este ámbito, aprobando la primera ley integral sobre inteligencia artificial. Esta normativa busca establecer un marco ético y seguro para el desarrollo y uso de la IA, poniendo especial énfasis en sistemas considerados de “alto riesgo”. Otros países, como Estados Unidos y China, también están trabajando en sus propias regulaciones, aunque con enfoques diferentes. La regulación de ChatGPT y la IA en general es un tema en constante evolución, y se espera que veamos más avances en este sentido en los próximos años.
