AI y ciberseguridad: ¿qué debemos esperar?

OPINIÓN

AI y ciberseguridad: ¿qué debemos esperar?



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A medida que las herramientas de AI se vuelven más accesibles, los atacantes pueden lanzar ataques más sofisticados y personalizados. 

Publicado el 26 nov 2024

Ernesto Argüelles Ticó

Director regional (México, Colombia, Ecuador y el Caribe) de Proactivanet



AI ciberseguridad
Crédito: Archivo ShutterStock

Definitivamente tanto la inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) tradicional  como la generativa continuarán siendo tendencias clave en 2025, aunque su uso es todavía bajo en América Latina en comparación con el resto del mundo.

Citando el estudio La era de la AI en México de Endeavor México, nuestro país es el segundo de la región con más empresas de tecnología después de Brasil, logrando un 273% de crecimiento entre 2020 y 2024, con una inversión total de $500 millones de dólares entre 2022 y 2023.

La inteligencia artificial no solo está revolucionando la tecnología, sino también las oportunidades de mercado para las organizaciones mexicanas: el reporte refleja que 86% de las empresas encuestadas identifican una ventaja competitiva notable gracias a la AI.

Incrementar el acceso a estas tecnologías permitirá que más organizaciones en México, independientemente de su tamaño, las integren en sus operaciones.

La inteligencia artificial generativa (GenAI, por su acrónimo en inglés), en particular, transformará la forma en que las organizaciones personalizan experiencias para sus clientes.

En 2025, se espera un aumento en su uso en áreas como: atención al cliente, ciberseguridad y desarrollo de productos, donde la capacidad de generar contenido relevante y adaptado a las necesidades del usuario será crucial para mantenerse competitivos.

Es así que Statista apunta que el valor de mercado de AI oscilará en $243,000 millones de dólares estadounidenses el próximo año.

El panorama mexicano de la AI

En México, los resultados del Índice Latinoamericano de Inteligencia Artificial (ILIA 2024), que evaluó a 19 países —destacando el nivel de preparación en AI— y en el que nuestro país se colocó en séptimo, detrás de Argentina y Colombia; muestran que hay un buen desempeño en las áreas de investigación, desarrollo y adopción de inteligencia artificial. No obstante, hay debilidades en el área de gobernanza.

La buena noticia es que ya se trabaja para implementar marcos regulatorios como se puede leer en la propuesta de la Alianza Nacional de Inteligencia Artificial (ANIA) que publicó la “Propuesta de agenda nacional de la inteligencia artificial para México 2024 – 2030” que tiene como objeto establecer un marco regulatorio que promueva la integración de la inteligencia artificial en la industria.

El otro lado de la AI

Sin duda, el otro lado de la moneda, es que la inteligencia artificial se usa para lo bueno como para lo no tan bueno: la utilización de AI por parte de ciberdelincuentes es una tendencia preocupante que probablemente se intensificará en 2025.

Un informe de NTT Data destacó que el uso de esta tecnología en los ciberataques se ha incrementado 600% en menos de un año, a nivel global, con un costo estimado de más de $10,000 millones de dólares.

Asimismo, las tecnologías emergentes han ocasionado un nuevo panorama para la ciberseguridad por el potencial desarrollo de la GenAI, que potencia los ciberataques.

Estamos en un momento de auge del uso de la AI, pero también de las ciberamenazas, en una época de “servicios a la medida”.

Hay que poner atención en el ritmo tan alto de digitalización que no se está acompañando de una protección ante las amenazas y las consecuencias que puede tener para sectores fundamentales de la sociedad y la economía.

AI y ciberseguridad: la reflexión

La inteligencia artificial nos brinda grandes beneficios en términos de potencial de ahorro, eficiencia, mejora al servicio al cliente.

Sin embargo, parece un absurdo automatizar la ineficiencia, no revisar los procesos antes y priorizar la seguridad. A medida que las herramientas de AI se vuelven más accesibles, los atacantes pueden lanzar ataques más sofisticados y personalizados.

Es el momento de reflexionar y tomar acciones en las organizaciones para adoptar un enfoque proactivo hacia la ciberseguridad.

Esto incluye invertir en tecnologías para un correcto control de su parque informático, detección de amenazas y vulnerabilidades, realizar auditorías de seguridad con regularidad y principalmente capacitar a los empleados sobre las mejores prácticas para reconocer intentos de phishing y otros ataques.

La colaboración entre equipos de IT, ciberseguridad y proveedores de tecnología también es esencial para crear una defensa robusta.

Quizá una buena conclusión es: No debemos esperar para tomar acción, los primeros pasos son los más importantes en esta era de la inteligencia artificial.

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