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vTalk: Cómo huir de las nubes caras

IT Masters Mag reunió a 20 para descubrir la mejor forma de huir de las nubes caras, en la 16°. edición de vTalks.

Publicado el 22 Jul 2021

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La nube pública ha pasado de ser la gran promesa de eficiencia e innovación, a una fisura por la que se está derramando mucho dinero en todo tipo de organizaciones. El uso de esta tecnología lleva años consolidándose, pero creció como nunca durante el 2020. El problema es que las cuentas están llegando más abultadas de lo esperado a fin de mes, y algunas empresas están incluso viéndose obligadas a regresar sus cargas a servidores propios. ¿Cómo están enfrentando los líderes IT mexicanos este problema? IT Masters Mag reunió a 20 de ellos para descubrir la mejor forma de huir de las nubes caras, en la 16 edición de vTalks.

Las organizaciones que participaron de la mesa redonda, patrocinada por KIO Networks, VMware, Commvault y Acsys, fueron: CIBanco, Engie México, General Electric Internal de México, Genomma Lab, Grupo Biossmann, Grupo Financiero Banorte, Grupo la Comer, Grupo Pueblo Bonito, Instituto de la Función Registral del Estado de México, Instituto Tecnológico y de Estudios Superior de Mty, Izzi Telecom, Kiekert de México, Monex Grupo Financiero, Nacional Monte de Piedad, Ppg Comex, Provident México, Thyssenkrupp Industrial Solutions de México, Tienda de Descuento Arteli, y Walmart de México.

Solo en el primer trimestre del 2021, el gasto en cloud superó los $41,000 millones de dólares, un alza de 35% respecto al año anterior. Pero no todo dólar invertido se traduce en resultados. Las organizaciones gastan en promedio $1 millón de dólares al año en servicios cloud, pero alrededor del 35% de ese gasto es desperdiciado, o sea, no lo usan para nada. Analistas expertos en inversión IT descubrieron que las 50 principales compañías públicas de Estados Unidos podrían ahorrar hasta $100,000 millones de dólares si repatriaran parte de su infraestructura de nube hacia el on-premises.

México vive esta misma situación. Los participantes de la mesa de discusión coincidieron en que hay varios responsables del encarecimiento de las nubes: falta de personal experto que configure e implemente la nube sin incurrir en inversión extra; una mala cultura tecnológica empresarial, que impide que las áreas financieras entiendan los modelos de gasto; y un creciente número de servicios complementarios a la nube y necesarios para su operación, pero que la vuelven más cara. 

Aceptar la realidad: la nube cuesta

“El gran problema es que al final la nube pública es más cara que una propia, sin importar cuál sea tu proveedor. Y no solo es un poco más cara: puede llegar a significar el doble”, afirmó Flor Argumedo, directora de Sistemas, Optimización y Métodos de Grupo La Comer. La cadena mexicana de supermercados encontró cierto equilibrio gracias al uso de la nube privada. De hecho, tiene desde hace años sistemas propios virtualizados con VMware en nube privada, que escalan solo cuando se abren más tiendas o crece la empresa. “Así tengo costos fijos que puedo capitalizar. Nos gusta más capitalizar los proyectos que irnos al gasto, y la nube hace justamente eso: moverte hacia el Opex”, añadió. 

Pero esto no significa que La Comer no esté invirtiendo en nube pública. Argumedo indicó que sube solo aquellas aplicaciones o sistemas que representan incertidumbre, como los de comercio electrónico. De esta forma aprovecha las ventajas de escalabilidad, se protege ante alzas excesivas de demanda y mantiene el gasto a raya. 

Por su parte, Francisco Javier Alfaro, director de Operación e Infraestructura de Monex Grupo Financiero, dijo: “Nosotros somos usuarios de la nube de Azure desde hace muchos años, para el tema de escritorios virtuales. Cuando llegó la pandemia esta configuración nos permitió movernos muy rápidamente a la nube: bastó un momento para tener al 96% de los empleados trabajando desde sus casas, en variedad de dispositivos. Todo esto funcionó muy bien al comienzo. Pero cuando ya tienes cientos de usuarios es necesario desplegar procesos de monitoreo, ahí empieza el problema. Activas Azure Monitor y los gastos son impresionantemente altos. Si bien te da una granularidad extraordinaria, en muchos casos te sobrará capacidad de monitoreo. Es un cañonazo para matar una mosca”.

La nube no dejará de ser una urgencia. El 100% de los asistentes al vTalk considera que la demanda de nube solo incrementrá en 2021.

Paulo Cárdenas, director SAP & Cloud Services en KIO Networks, dijo que este es un problema clásico en la nube pública, para el que hace falta una planeación de gasto muy detallada para no encontrarse problemas, especialmente por el creciente número de regulaciones a las que las empresas se enfrentan. “Analizas precio de la nube pública y todo se ve bien, pero luego te das cuenta que para tus necesidades tiene que ser PCI Compliant (un estándar de seguridad para pagos con tarjeta) y ves un aumento explosivo de precio al instante”. De acuerdo con Cárdenas, a KIO le ha tocado subir muchos clientes a la nube pública, pero también ha tenido que apoyar a muchos otros que se ven obligados a bajarse porque los costos son insostenibles.

Sin cultura no hay cambio

Parte del problema económico con la nube es humano. El cambio que esta tecnología trae a las empresas no es lo mismo que instalar una aplicación o comprar un nuevo equipo. Hará falta un esfuerzo para que los trabajadores comprendan sus eficiencias, contar con talento especializado que logre implementarla con éxito y convencer a las áreas financieras de que vale la pena la inversión. 

“Todos estamos sufriendo esta escasez de talento. Lo grave es que no es solamente técnico. El equipo de finanzas, por ejemplo, no entiende las implicaciones financieras que acarrea un uso intensivo de la nube”, indicó Alonso Yáñez, vicepresidente y CIO de Walmart México. A su vez, Francisco Marta, CIO y director general de Medios de Pago, Banca Digital y Tecnología de Grupo Financiero Banorte, apuntó: “Más que talento es un tema de cultura. Cambiar tus sistemas y arquitecturas viejas requiere de compromisos muy grandes y transversales: incluyen al modelo de negocio, al de seguridad, al de gestión de los recursos. Estás entrando a una dinámica orientada a resultados y eso no es fácil ni rápido. Las ventajas no las ves de inmediato. Es un compromiso a largo plazo, sustentado en la apuesta de que conseguirás más eficiencias”. 

Se requiere aproximarse con un buen análisis financiero hacia las áreas que manejan los recursos, y aunque muchos dudan que la nube en efecto pueda ser más barata para todos, sí existen casos de éxito. Salvador López Portillo, líder IT de Provident reportó 40% de beneficios al usar la nube frente al modelo on-premises. Su clave fue entrar con cautela: “Hicimos un análisis financiero y luego fuimos dando pequeños primeros pasos, para probar y buscar las eficiencias. Terminamos moviendo 300 máquinas virtuales, todas nuestras bases de datos y prácticamente todas nuestras aplicaciones. Llevamos dos años y medio en este viaje y ahora estamos explorando la multinube, también por un driver económico”. 

Los IT Masters mexicanos continuarán durante el próximo año la adopción y migración a la nube, al tiempo que acelerar la digitalización.

No hay dos nubes iguales

Un punto importante que alcanzó la discusión es que, en el fondo, no hay nubes buenas ni malas. “Va a depender de tu industria y de tus necesidades”, opinó Antonio Murrieta Cummings, director de IT y BI de Grupo Biossmann. “El reto está más en nosotros. Cuando ya nos enamoramos de un esquema como la nube perdemos la costumbre de hacer el análisis financiero en detalle. Es como cuando vas a comprarte un auto básico estandar, pero sales con uno automático, con aire acondicionado y rines cromados: No hay que perder el enfoque”, agregó.

Algunas estrategias que están utilizando los IT Masters para reducir costos es un principio básico de la economía: poner a los proveedores a competir. Algunos invitados reconocen reducciones de costos de nube entre 30% y 40% luego de poner en concurso sus contratos. 

En algunos casos habrá que cambiar más bien el enfoque. “Yo hoy pago más en la nube de lo que pagaba en modelos tradicionales, pero también estoy haciendo mucho más. La cantidad de servicios y la habilitación de nuevos proyectos equilibraron ese gasto”, dijo Benjamín Hernández Sepúlveda, director de Tecnologías de Información y Transformación de Grupo Pueblo Bonito, un consorcio hotelero. 

Pero no todas las industrias tienen la misma suerte. La financiera, por ejemplo, tiene todavía camino por recorrer debido a una mayor regulación. “Aunque sabemos que el futuro está en la nube, debemos esperar a que exista la seguridad suficiente para cubrir los requerimientos regulatorios. Además, cambiar la infraestructura que tenemos actualmente, con todo lo que implica, es muy complicado. Los números no dan”, indicó Charles Eaton, CISO de CIBanco. 

Las exigentes regulaciones también exigen un compromiso de reeducación por parte de las autoridades. Las restricciones no han avanzado al mismo tiempo que las tecnologías. “Para sacar la información del país hay que iniciar procesos muy largos de negociación, tanto interna como externamente. Esperar una respuesta favorable de la autoridad regulatoria puede detener todo, y por períodos extensos que te arruinan la inversión”. 

Para el sector público también es difícil, pero se puede conseguir operar con éxito en la nube. José Antonio Hernández, director de Informática del Instituto de la Función Registral del Estado de México, compartió que la principal preocupación es convencer a los encargados de que es irrelevante dónde queden almacenados los datos si se están cumpliendo los reglamentos de privacidad. “Una vez que lo conseguimos nos dio buenos resultados. Tenemos cinco años con una nube privada, poco menos de un año con nube pública, en donde tenemos nuestro DRP. Las nuevas aplicaciones móviles que hicimos, que van dirigidas a los ciudadanos, también están montadas en la nube pública. Es más eficiente, damos un mejor servicio y a más personas gracias a la nube”, agregó Hernández.  

En cuanto a las nubes caras, parece que huir es ciertamente una opción, pero no esconderse. Será clave realizar una buena planeación financiera, modificar la cultura organizacional para destacar los beneficios y ser muy consciente de las necesidades propias. Más temprano que tarde, la única forma de eficientar el time to market y cabalgar con menor incertidumbre los vaivenes económicos será a través de algún sabor de nube, privada, híbrida o pública. Dependerá de cada uno aprovecharla al máximo y sin gastos excesivos.

Los líderes IT que amablemente participaron de esta mesa de discusión fueron: Charles Eaton, Raymundo Martínez, Hugo Amezcua, Héctor Curiel, Antonio Murrieta Cummings, Francisco Martha, Flor Argumedo, Benjamín Hernández, José Antonio Hernández, Claudia Julieta Galindo Reza, Marisol González Gaona, Armando Méndez Hernández, Francisco Javier Alfaro Pesquera, Luis Enrique de La Vega Madrigal, Luis Felipe Rubalcava, Gabriel Olguín, Jesús Salvador López Portillo Huerta, Ignacio Muñoz, Juan Hernández, y Alonso Yáñez.

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