Un virus azota al mundo, mientras las organizaciones de todos tamaños aceleran su transición a esquemas de nube para mantenerse productivas. Tanto las que partieron de cero, como las que ya tenían camino recorrido, deplegaron esquemas de acceso remoto seguro y aprovecharon el cloud al máximo para mantener sus operaciones corriendo. Los 18 CIO y líderes IT que participaron en la sexta mesa redonda convocada por IT Masters Mag dijeron que no desaparecerán los centros de datos pero nube híbrida será la norma. Su desafío principal es la escacez de talento.
El nutrido grupo de directivos participantes en la discusión, moderada por Mónica Mistretta, han podido acelerar su adopción de esquemas de nube en tiempo récord como resultado de la emergencia sanitaria. Aun cuando el futuro es incierto y existen muchos retos, consideran unánimemente que las ganancias y experiencias obtenidas en estos meses han sido invaluables.
Los asistentes pertenecen a las siguientes organizaciones: Afore Sura, Banco Azteca, Bolsa Mexicana de Valores, Cemex, Engie, Farmacias San Pablo, Grupo Alsea, Grupo Televisa, Monex Grupo Financiero, MVS Multivisión, Opticas Devlyn, Pascual Boing, PBG México, Peña Verde, Probiomed, Universidad Anahuac México Sur, Universidad del Valle de México, Walmart de México.
La sexta edición de IT Masters vTalks fue patrocinada por Equinix y Nutanix.
¿Desaparecerán los centros de datos?
La pandemia está generando un futuro poco auspicioso para el data center tradicional. El trabajo remoto forzado parece ser el catalizador que hacía falta para que las empresas se comprometieran por completo con la nube. Una reciente encuesta de Snow Software indicó que 82% de líderes IT en todo el mundo incrementaron con fuerza su inversión y estrategias en torno a la nube como respuesta inicial a las cuarentenas, pero no se detuvo ahí: 60% indicaron que desde ese momento han seguido sumando servicios y procesos al cloud.
Los participantes de la mesa coincidieron en que este tren no tiene boleto de retorno. El tránsito hacia la nube será cada vez más pronunciado y estará limitado más por regulaciones y escasez de talento que por el ánimo de modernización de las compañías. “Vamos a enfocar todo a la nube. No invertiremos más en on-premises”, indicó categórico el gerente de Sistemas de Pascual Boing, Miguel González. Por su parte, Salvador Aponte, CIO de América Latina de Grupo Alsea, fue más lejos: “Me inquieta un poco más que todavía existan centros de datos on-premises, que no estén tercerizados o en colocation. Yo no tengo un solo colega que siga con sus datos en data centers propios. Nosotros por lo menos seguiremos ahora moviendo más y más sistemas de cómputo a la nube”.
La adopción no es a ciegas. De acuerdo con los panelistas, siempre tiene que haber atractivo económico y diversidad de oferta. De acuerdo con Gilberto Gonzaga Rodríguez, director corporativo de IT de Peña Verde, lo que está movilizando a más y más empresas a moverse a la nube, más allá de contextos específicos como la pandemia, es la gran diversidad de aplicaciones disponibles. “Nos están obligando a dejar de construir nosotros para acceder directamente a los servicios. Eventualmente, ya no necesitaremos tener servidores propios”, opinó.
Pronóstico: nubosidad híbrida
Las compañías que no tenían una adopción fuerte de nube ya perdieron el miedo. No hay vuelta atrás para la adopción, por lo que el tema hacia el futuro próximo tendrá que ver más con un equilibrio en las cargas “on/off premises”, con la optimización del gasto y con la mejora de procesos de soporte. Sin embargo, muchas aplicaciones y servicios no pueden llevarse a la nube, ya sea por temas regulatorios o necesidades técnicas. La consecuencia natural e ineludible de este proceso es la nube híbrida.
“Gran parte de la oferta de nube está ubicada en el extranjero, y eso ralentiza el tiempo de respuesta de las aplicaciones. También está el tema de la seguridad: on-premises podemos conocer y administrar directamente los procesos, mientras que en nube es más difícil. Reconozco que se trata de un cambio cultural al interior de la organización”, comentó Jorge Romero, subdirector de Telecomunicaciones e Infraestructura de PBG México.
Para Juan Murguía, director de Operaciones de IT de Cemex, los entornos híbridos implican un flujo en el que los usuarios y aplicaciones van de la nube a tu centro de datos, y eso trae consigo desafíos de visibilidad y seguridad. También se suman regulaciones, como el GDRP, que obligan a tener controles y mecanismos específicos. “Tener todo eso en data centers locales es más fácil. Cuando te llevas la operación a más de cinco proveedores los controles de seguridad se complican. Hay dependencias entre los servicios que debes asegurar que funcionen bien, además de tener las capacidades adecuadas para dar servicio a los usuarios”, comenta Murgía.
El sector económico de cada empresa también es clave. Claudio Vivian, CIO de Bolsa Mexicana de Valores, y Rafael Pimentel, director de Sistemas e Ingeniería de MVS Multivisión, son claros en este punto: la restricción para mover todo a la nube es que no es posible conseguir la ultra baja latencia necesaria para ciertos servicios y aplicaciones críticas. “En las bolsas de valores el negocio es de robots contra robots. La colocación de posturas (una ejecución del operador de bolsa al intermediario) requiere de una velocidad casi instantánea. Si estás ofreciendo tiempos de 50 milisegundos ya estás en el límite tolerable. Nosotros no hemos identificado opciones en la nube que sean capaces de ofrecer un servicio así”, indicó Vivian.
En opinión de Alonso Yáñez, vicepresidente de Sistemas de México y Centroamérica de Walmart, es natural que exista una combinación de nube privada y pública: “Si hay operaciones más o menos complejas es difícil tener un esquema puro, siempre será híbrido”. Luis De La Vega, CIO de Grupo Financiero Monex, y Rubén Rubalcava, gerente de IT, Infraestructura y Operaciones de Engie (grupo de capital francés que realiza actividades en los ámbitos de generación y distribución de electricidad, gas natural y energías renovables), coinciden con esta postura. “La mayoría de nosotros nos quedaremos en una nube híbrida. Algunos sistemas nucleares tienen que estar on-premises, otros habitan mucho mejor en la nube. Esta circunstancia va a seguir así por mucho tiempo”, aseguró el ejecutivo de Monex. Rubalcaba, mientras tanto, afirmó que la nube híbrida será el ecosistema por defecto de aquí a tres años más. “La nube híbrida va a prevalecer. Especialmente en sistemas muy regulados, necesitamos tener cosas on-premises. Eso no va a cambiar pronto”, concluyó Enrique Olalde, gerente de IT de Probiomed.
Muchas nubes, pocos talentos
Más allá de dificultades en el mix público-privado y temas de complejidad, el mayor dolor de cabeza para los CIO con respecto a esta nueva etapa de la nube es encontrar el talento adecuado. Vivian, de la Bolsa Mexicana de Valores, llegó a decir incluso que es su principal restricción para moverse a la nube. Edgar Rosas Chávez, director general de Infraestructura de Grupo Televisa, está de acuerdo: “Tengo nube privada y pública. Mi problema no son los aplicativos sino el talento. Personas con experiencia amplia en nube son muy escasas”.
Por este motivo, la capacitación y el desarrollo del talento es una de las alternativas que los líderes IT mexicanos están explorando. O es quizá la única opción, dada la escasez de profesionistas expertos en el área. Teófilo Buzo, CIO de Afore Sura, indica que especializar al talento se ha convertido en una prioridad, tanto en el área de nube como en la analítica, en especial por el “chip” que traen las nuevas generaciones: “Una vez que contratas a alguien hay que invertir en su desarrollo, para asignarle un mejor salario y prestaciones. La gente más joven está buscando un desafío, son más inquietos y necesitan motivaciones. Conseguir eso de forma natural es de los mayores retos actuales a nivel compañía”.
En conclusión, el futuro de la nube en México se ve prometedor. La aceleración gatillada por el COVID-19 facilitó a los CIO el despliegue de proyectos y, en general, se aceleró la transformación digital para todo tipo de empresas. Los nuevos retos surgen directamente de este rápido y cambiante proceso: las herramientas existen, los líderes IT de todos los frentes ya probaron suerte con distintos modelos de nube, y en el corto plazo se profundizará en el despligue de aplicaciones. Es de esperar los líderres IT de las empresas en México consigan superar las dificultades iniciales y logren capitalizar la rápida adopción de esquemas de nube híbridos.