A Rendón y Asociados, sus propios socios fundadores la califican como una “consultora boutique”, que ha basado su éxito en integrantes con gran experiencia en proyectos IT y la confianza —o incluso amistad— de clientes en multinacionales con operaciones en Monterrey, Nuevo León, que buscan de sus servicios.
La consultora fue fundada por Ricardo Rendón, quien estaba recién jubilado como CIO de Hylsamex. Lo precedía su larga trayectoria en el sector privado como líder de Sistemas, que incluyó la primera implementación del SAP R3 en América Latina.
Después se uniría su hija Ruth, una profesional IT que había hecho una pausa en su carrera para dedicarse a su familia. El emprendimiento familiar ha dado tan buenos resultados que cumple dos décadas de vida en 2024.
Son 20 años con proyectos que han marcado un parteaguas —como la primera política de Seguridad de la información en Monterrey de un conglomerado multinacional mexicano—, una asesoría agnóstica en cuanto a proveedores IT se refiere, así como una atención cercana y comprometida que los diferencia de cualquier consultora internacional.
Entrevistados en sus oficinas en San Pedro Garza García (Nuevo Léon), la ahora directora de Rendón y Asociados y su presidente —o “el very senior consultant”, como bromea— hablaron sobre su historia, sus éxitos y los desafíos de una industria IT que está en constante evolución.
“Nunca hemos tenido que ir a tocar una puerta”, dijo Ruth sin falsas modestias. “No hemos tenido un solo periodo flojo o con muy pocos proyectos, ni siquiera en pandemia. Siempre hemos estado ocupados”, añadió.
Ricardo, sobre sus clientes, destacó: “Nuestra lista está compuesta por empresas muy relevantes a nivel local”. Se trata de los principales grupos industriales en Monterrey, con presencia internacional, así como instituciones del sector educativo.
Se ponen la camiseta
El concepto de consultora boutique —entendido como un negocio pequeño o mediano con una oferta selecta y de calidad— cuadra bien con Rendón y Asociados. Con un equipo reducido, pero experimentado, al año no suman ni una veintena de proyectos.
Este año, detalló Ruth, “no pasamos de 15, con cuatro clientes activos. Empezamos con uno y ese mismo nos pide otro y otro. A veces tenemos hasta seis proyectos distintos con una misma cuenta”.
Rendón y Asociados, afirmó Ricardo, “nació chiquita porque no necesitaba ganar dinero para mantenerme. La realidad es que cuando llegué a tener ciertas necesidades cubiertas, ya no lo hice para vivir de esto”.
La no dependencia económica al negocio, coincidió Ruth, “nos ha facilitado ser selectivos, porque aceptamos si nos gusta el proyecto o representa un desafío nuevo. Nunca hemos querido ser maquiladores, proveer de mano de obra y cobrar por tenerla asignada, aunque deje dinero”.
En cada proyecto, aseguraron, al menos uno de los dos está involucrado. Su trato va más allá de cliente-proveedor. En muchos casos se forjan amistades y hay hasta un “compromiso moral” por atender, más allá de la hora o la circunstancia.
“Tenemos un cliente que nos ha comprado por 19 años consecutivos. Somos sus consultores, pero también traemos su camiseta marcada”, comentó Ruth, quien agregó que “a través de nuestros servicios, con el tiempo que dedicamos, nos hemos podido posicionar haciendo lo que realmente nos gusta”.
Su filosofía es mantenerse ajenos a proyectos complejos desde el punto de vista administrativo, como en el sector público, o donde se involucren temas políticos o de exclusividad con alguna firma.
Los papeles se invierten
El primer cliente de Rendón y Asociados fue un proveedor. Su entonces director de Ventas le pidió a Ricardo un seminario para enseñarle a sus ejecutivos cuál era el mejor camino para aumentar las ventas. Él aceptó y hasta ahora, de vez en cuando, hace ese tipo de asesorías.
Su relacionamiento en la industria, no solo como CIO, sino también como integrante de la academia o fundador de grupos de líderes IT, como la Asociación Mexicana de Profesionales en Innovación Digital (AMPID), de la que fue presidente en dos periodos, o la Asociación de Usuarios SAP México (Asugmex), le abrieron muchas puertas.
“Cuando me jubilé recibí muchas ofertas de trabajo en otras consultoras. Estaba en una edad en que, retirado, todavía tenía un gran potencial, pero ya no quería trabajar para alguien más”, compartió.
Ruth, la única de cuatro hermanos que se dedicó a las IT, fue quien animó a su padre. “Aparte de que me quedaba como anillo al dedo, por el momento que vivía, era algo que me apasionaba”. A dos décadas de distancia, explicó que parte del éxito en su relación laboral es que “siempre me ha respetado como profesional, más allá de ser mi papá”.
En Rendón y Asociados, afirmó Ricardo, ha habido dos etapas: “una donde a mí me tocaba llevar el peso, por la experiencia, los contactos… y una segunda, que empezó hace pocos años en la que Ruth ha empezado a tener más relaciones y a generar muchos más clientes. Entonces yo me voy saliendo un poquito del tema. Invertimos los papeles”.
De Monterrey, para el mundo
Con un foco en la alineación estratégica de IT, entre otros temas, Rendón y Asociados sabe que mantenerse como consultora boutique exige disciplina.
“Hay un tema que pronto se va a quemar: en seguridad de la información, se está exigiendo que los proveedores estén certificados y ya disparamos el esfuerzo interno”, explicó Ruth.
En la visión del ahora presidente de la consultora regia, aunque se quiera permanecer como un servicio boutique, “hay que hacer una oferta menos dirigida” y mantenerse actualizado. “Ruth tiene cinco o seis certificaciones del MIT que le permiten tener una visión de lo que está pasando en la industria de la tecnología, relacionada con el negocio”.
Aún así, ambos tienen claro que su foco seguirá en Monterrey; sobre todo, ahora que Nuevo León es uno de los estados más beneficiados con el nearshoring.
“Aunque nuestros clientes son casi todos regios, alguno que otro nacional, todos son globales”, comentó Ruth. “Aun cuando sean locales tienen esa interacción con el mundo, ese intercambio de experiencias. No necesitamos buscar en otra parte”.
Sin embargo, advirtió que “no estamos cerrados” en aceptar propuestas de otros lugares. Solo aclaró que no está en sus planes una expansión.
“Es momento de llamar a Rendón y Asociados”
Si bien el costo de sus servicios es uno de sus diferenciadores con respecto a las grandes consultoras —no cargan con el overhead de aquellas—, no es el único. La directora general de Rendón y Asociados destacó que su fuerte está en la parte de cambio organizacional.
“Nosotros le sabemos a lo técnico, pero llega un punto en que obviamente no podemos abarcar el conocimiento de todo. Lo que sí dominamos es el change management. Y eso nada más te lo da la experiencia”, dijo.
Para ejemplificar, se refirió a problemas de comunicación entre áreas. “Eso lo detectamos bien rápido”, apuntó. Y admitió que pese a que se trata de algo difícil de promover porque no es un producto, cuando los clientes lo descubren, Rendón y Asociados se convierte en el brazo derecho para orquestar proyectos de transformación.
Ricardo reconoció que en ciertos proyectos no pueden competir con las grandes consultoras, pero “en algunos casos yo sé que podemos ofrecer más que ellas a un precio mucho más reducido”.
“El otro día —recordó Ruth—, me encantó que un cliente con un proyecto que tenía atorado por dos años se dirigió a su colaborador y le dijo: ‘Es momento de llamar a Rendón y Asociados’”.