Seguridad en la Nube: Proteja sus Datos en la Era Digital ✅

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Seguridad en la nube: Protección de datos en la era digital



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Desde hace tiempo, la seguridad en la nube gana relevancia entre las empresas que empiezan a verla como una necesidad. Claves para entenderla y cómo aplicarla en la empresa para no exponer la información.

Publicado el 8 abr 2025



Seguridad en la nube
Crédito: Shutterstock

Para abordar con éxito el complejo entorno de riesgos actual, las organizaciones deben perfeccionar sus estrategias de seguridad en la nube. Estas se pueden ver expuestas a múltiples ataques como la pérdida de datos, el ransomware o la vulneración de cuentas, siendo el phishing, el el incidente de seguridad más común a nivel mundial según un informe de la Cloud Security Alliance.

Estas ciberamenazas —que aumenta su número y variedad— fortalece la importancia de las soluciones de seguridad que son esenciales para garantizar la continuidad del negocio.

¿Qué implican estas? De acuerdo al portal de estadísticas la seguridad en la nube consiste en proteger los activos digitales almacenados en plataformas de computación en la nube. “Abarca productos y servicios que salvaguardan los recursos en la nube mediante un conjunto de tecnologías y políticas diseñadas para proteger la información y garantizar el cumplimiento normativo”, sostienen.

En este sentido, la directora senior de investigación técnica de Cloud Security Alliance, Hillary Baron, explica que fortalecer la conciencia de riesgos, la coordinación entre equipos, unificar herramientas fragmentadas en plataformas cohesionadas y adoptar enfoques proactivos basados ​​en el riesgo, permite a las organizaciones mejorar la resiliencia, resguardar datos críticos y optimizar el cumplimiento normativo, allanando así el camino hacia una estrategia de seguridad más robusta y adaptable.

Importancia de la seguridad en la nube: conceptos clave

La computación en la nube se está convirtiendo en una práctica común en las empresas pues les permite tener un ecosistema informático que habilita a los empleados conectarse a aplicaciones e información desde cualquier parte del mundo, en cualquier momento y con cualquier tipo de dispositivo: computadoras de escritorio, tablets o teléfonos inteligentes.

Sin embargo, a medida que se expande el mundo del cloud computing, estas posibilidades de conectividad remota tienen cada vez más desafíos. Con el tiempo, crece la superficie de ataque potencial disponible para los piratas informáticos.

Por lo tanto, es hora de que las empresas examinen minuciosamente la cuestión de la seguridad en la nube ya que no todas cuentan con las herramientas indicadas y la confianza para abordar las problemáticas.

De acuerdo a un estudio de la organización Cloud Security Alliance (CSA), dedicada a definir y difundir las mejores prácticas para garantizar un entorno de computación en la nube seguro, muchas organizaciones carecen de las herramientas y la confianza para identificar fuentes de datos de alto riesgo: el 31% informa que no cuenta con herramientas suficientes y casi el 80% expresa poca o ninguna confianza en su capacidad para abordar estos riesgos.

Principales amenazas y vulnerabilidades en entornos cloud

La CSA también realizó un análisis sobre las mayores amenazas de la infraestructuras cloud, para que las organizaciones puedan tomar decisiones y adoptar las mejores estrategias que se incluyen en la seguridad en la nube.

Estas amenazas se actualizan regularmente buscando el consenso de los expertos, por lo que el Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE), anteriormente conocido como INTECO, comparte un análisis de cada uno de los riesgos:

  • Abuso y mal uso del cloud computing: afecta principalmente a los modelos de servicio IaaS y PaaS y se relaciona con un registro de acceso a estas infraestructuras o plataformas poco restrictivo.
  • Interfaces y API poco seguros: los proveedores de servicios en la nube ofrecen una serie de interfaces y API (Application Programming Interface) para controlar e interactuar con los recursos. Dado que toda la operación, autenticación, acceso, cifrado de datos, se realiza a través de estas herramientas, se hace necesario que las interfaces estén diseñadas de forma segura, evitando así los problemas de seguridad, tanto los que son intencionados como los que se producen de forma accidental.
  • Amenaza interna: los colaboradores que son los usuarios son un eslabón importante pues tienen acceso a los datos y aplicaciones de la empresa, lo que puede desencadenar incidentes de seguridad provocados por empleados descontentos y accidentes por error o desconocimiento.
  • Problemas derivados de las tecnologías compartidas: Esta amenaza afecta a los modelos de Infraestructura como Servicio pues los componentes físicos (CPU, GPU) no fueron diseñados específicamente para una arquitectura de aplicaciones compartidas. Para evitar este tipo de incidentes se recomienda implementar una defensa en profundidad con especial atención a los recursos de computación, almacenamiento y red.
  • Pérdida o fuga de información: la nube incrementa el riesgo de que los datos se vean comprometidos por el número de interacciones y movimiento de la información y sin seguridad en la nube esta amenaza crece pues el robo de información puede traducirse en mala reputación e imagen de la empresa.
  • Secuestro de sesión o servicio: si un ciberdelincuente obtiene los accesos de un usuario puede acceder a sistemas y plataformas, manipular datos, devolver información falsificada o redirigir a los clientes a sitios maliciosos.
  • Riesgos por desconocimiento: para la toma de decisiones sobre las medidas de seguridad en la nube que se han de implantar en un entorno cloud es necesario conocer la información técnica de la plataforma, considerando datos como con quién se comparte la infraestructura o los intentos de acceso no autorizados pueden resultar muy importantes a la hora de decidir la estrategia de seguridad.

Buenas prácticas para proteger datos y servicios en la nube

Los datos que se almacenan en la nube no sólo se comparten ente diferentes departamentos de una empresa sino también suelen compartirse entre diferentes organizaciones.

Para proteger los datos, existe buenas prácticas en el mercado que son aliadas de la seguridad en la nube lo que permite a las organizaciones que gestionan datos confidenciales tener control de la información y garantizar que sus activos esté almacenados de manera segura.

A continuación se comparten dos de las mejores prácticas para lograr proteger los datos y servicios que se encuentran en la nube.

  • Aislamiento de datos: la segregación de los datos permite que la información sea utilizada únicamente por las personas que la requieren y evita posibles filtraciones o accesos indebidos. Además, los datos deben ser protegidos cuando se encuentran en descanso. Cabe destacar que los estándares de comunicaciones y los certificados de clave pública permiten que las transferencias de datos se puedan proteger utilizando criptografía, una manera de cuidar la información al estar encriptada.
  • Saneamiento de datos: el hacer una “limpieza” de la información que implique resguardar los datos sensibles y minimizar su acceso representa una estrategia para la seguridad en la nube. El saneamiento también aplica a los datos de las copias de seguridad y a los datos residuales que quedan cuando el servicio finaliza.

Sumado a estas dos fundamentales, Boston Institute of Analytics (BIA, por sus siglas en inglés) comparte una serie de buenas prácticas de seguridad en la nube para proteger los datos.

1. Cifrado de datos: blindaje esencial, en tránsito y en reposo

El cifrado funciona como la cerradura maestra en la seguridad cloud. Convertir los datos en un formato ilegible garantiza que, incluso si un atacante logra interceptarlos, no pueda interpretarlos. Por eso es crucial aplicar cifrado tanto en los datos almacenados como en los que circulan entre usuarios y aplicaciones.

Lo ideal es usar cifrado AES-256 para datos en reposo y protocolos SSL/TLS para datos en tránsito. Además, la gestión de las claves criptográficas debe hacerse de forma segura, ya sea con herramientas propias del proveedor cloud o con soluciones externas que permitan administrar módulos HSM dedicados. Un error común es dejar esta gestión librada al azar: ahí es donde suelen aparecer los fallos críticos.

2. Control de acceso: que cada quien vea solo lo que necesita

No todos los usuarios necesitan acceso a todo. De hecho, la mayoría debería interactuar solo con lo estrictamente necesario. Aplicar el principio de privilegio mínimo ayuda a reducir riesgos innecesarios y posibles filtraciones internas.

La mejor manera de aplicar esto es a través de políticas de control de acceso basadas en roles (RBAC), combinadas con autenticación multifactor (MFA) para elevar la seguridad en cada ingreso. Revisar y actualizar estos permisos periódicamente evita que antiguos empleados o usuarios con permisos caducos se conviertan en una puerta trasera sin querer.

3. Gestión de identidades: saber quién es quién (y qué puede hacer)

La gestión de identidad y acceso (IAM) es la columna vertebral de cualquier arquitectura de seguridad moderna. No solo organiza quién entra y qué hace, sino que permite visibilidad y control sobre cada movimiento digital.

Centralizar el IAM (por ejemplo, con soluciones como AWS IAM o Azure AD) permite aplicar políticas sólidas de contraseñas, iniciar sesión de forma segura con SSO y reducir la fatiga de credenciales. Una estrategia IAM bien implementada puede marcar la diferencia entre un entorno controlado y uno lleno de brechas latentes.

4. Seguridad de red: proteger el canal, no solo el contenido

Blindar los datos está muy bien, pero ¿qué pasa con el canal por donde circulan? La seguridad de red en la nube implica crear barreras alrededor de ese tránsito digital. Y aquí entran en juego herramientas como firewalls virtuales, VPCs y sistemas de detección de intrusiones (IDS, por sus siglas en inglés).

Las nubes privadas virtuales (VPC) permiten segmentar entornos y tener un control más granular del tráfico entrante y saliente. Complementar esto con IDPS (sistemas de detección y prevención de intrusiones) ayuda a identificar comportamientos sospechosos antes de que se conviertan en amenazas reales.

5. Auditorías y cumplimiento: ver, revisar y ajustar

La seguridad no es algo que se configura una vez y listo. Requiere chequeos regulares, especialmente si tu organización opera bajo regulaciones como GDPR, HIPAA o PCI DSS. Las auditorías permiten detectar fallas que no siempre son evidentes a simple vista.

Incorporar herramientas de análisis automatizado para escanear vulnerabilidades y generar reportes periódicos ayuda a mantener la infraestructura bajo control. Además, muchas plataformas cloud ya ofrecen paneles de cumplimiento normativo para facilitar esta tarea sin depender de terceros.

6. Prevención de pérdida de datos: que la información no se escape

Con tantos dispositivos y usuarios accediendo a datos desde múltiples ubicaciones, evitar fugas se vuelve prioritario. Las políticas de DLP (Data Loss Prevention) son el candado que impide que información sensible termine en manos equivocadas.

Clasificar correctamente los datos y aplicar restricciones de transferencia según su nivel de confidencialidad es el primer paso. Luego, toca monitorear en tiempo real y configurar alertas ante cualquier movimiento fuera de lo común. Un sistema de DLP bien afinado actúa como radar y escudo al mismo tiempo.

7. Respuesta a incidentes: prepararse para el “por si acaso”

Ningún sistema es infalible. Por eso, tener un plan claro de respuesta ante incidentes no es opcional. Es la diferencia entre un susto controlado y un desastre prolongado. Cada segundo cuenta cuando hay una brecha.

Definir roles, responsabilidades y protocolos es el punto de partida. Pero también hay que probar ese plan con simulacros, entrenar al equipo y, luego de cada incidente, hacer un análisis post mortem. Lo importante no es solo contener la amenaza, sino aprender y fortalecer el sistema con cada experiencia.

8. Backups y recuperación: porque siempre puede fallar algo

La nube da una falsa sensación de que todo está siempre disponible. Sin embargo, sin un plan de respaldo y recuperación ante desastres, cualquier ataque —o simple error humano— puede causar una pérdida catastrófica.

Programar backups automáticos, distribuir copias en diferentes regiones geográficas y probar la recuperación periódicamente son prácticas que garantizan continuidad operativa. No se trata de prevenir el desastre, sino de estar listos para cuando ocurra.

9. Seguridad en endpoints: los dispositivos también importan

Los entornos cloud son tan seguros como los dispositivos que acceden a ellos. Un celular sin antivirus o una notebook sin actualizar pueden convertirse en la puerta de entrada a toda tu infraestructura.

Por eso, contar con soluciones de antivirus, mantener los sistemas al día con los últimos parches y aplicar políticas de gestión de dispositivos móviles (MDM) es fundamental. La seguridad de los endpoints es muchas veces la primera línea de defensa —y la más olvidada.

10. Monitoreo continuo: lo que no se ve, no se controla

Finalmente, el monitoreo. Tener visibilidad completa sobre lo que ocurre en la nube es clave para anticiparse a amenazas, detectar patrones anómalos y actuar rápido cuando algo no cuadra.

Centralizar los logs, usar herramientas de monitoreo en tiempo real y configurar alertas automáticas transforma a tu equipo de IT en un sistema de defensa proactiva. Porque en ciberseguridad, el tiempo de reacción lo es todo.

Amenazas vs. soluciones en la seguridad en la nube

Amenaza en la NubeSolución Recomendada
Phishing y robo de credencialesImplementar autenticación multifactor (MFA) y campañas de concientización.
Pérdida o fuga de informaciónUso de DLP (Data Loss Prevention), cifrado en tránsito y reposo, y control de accesos.
Amenaza interna (empleados)Aplicar principio de menor privilegio + monitoreo de accesos + auditorías periódicas.
Interfaces y API insegurasRevisión constante del código, control de versiones y pruebas de penetración.
Tecnologías compartidas en entornos IaaSImplementar aislamiento lógico, microsegmentación y defensas en profundidad.
Secuestro de sesiones o serviciosUso de protocolos seguros (HTTPS, SSL/TLS) y monitoreo de sesiones sospechosas.
Mal uso del cloud computing (accesos poco seguros)Gestión de identidad y acceso (IAM), control granular basado en roles (RBAC).
Desconocimiento de configuraciónCapacitación continua y uso de herramientas de análisis de configuración cloud (CSPM).

Cumplimiento normativo y regulaciones en seguridad en la nube

Jesús Sánchez Berian, Director en NTT DATA México, explica a IT Masters Mag que la seguridad depende de un gran número de factores relacionados entre sí. “Afortunadamente, existen estándares y normas como las ISO 27001, 27701, 27017, entre otras, que los agrupan y clasifican”, comenta.

Por lo tanto, la primera medida que deberíamos adoptar para garantizar la seguridad de nuestra nube empresarial, ya sea pública, privada o híbrida, es realizar una revisión del cumplimiento de dichos estándares tanto por parte del proveedor de nube como de nuestra organización, para identificar posibles riesgos y definir planes de mitigación para los mismos.

“Es importante considerar también que estos factores involucran tanto la integridad y disponibilidad de los servicios de la nube como el aseguramiento de que los datos se cifren tanto en tránsito como en reposo para protegerlos contra accesos no autorizados”.

Además, implementar autenticación multifactor (MFA) y políticas de control de acceso es esencial para garantizar que solo usuarios autorizados puedan acceder a los datos y servicios.

La seguridad de la red es también fundamental, por lo que es necesario implementar firewalls, sistemas de detección y prevención de intrusiones, y otras medidas para proteger contra ataques externos, subraya el experto de NTT Data México.

Además, es importante verificar que el proveedor ofrezca soluciones de respaldo y recuperación ante desastres para garantizar la continuidad del negocio en caso de fallos o incidentes.

Por último, es crucial considerar dónde se almacenan los datos y las leyes de privacidad aplicables en cada jurisdicción, especialmente en aquellas industrias que manejen información sensible.

Tecnologías clave para fortalecer la seguridad en la nube

Las estrategias basadas en anteponer la nube se han generalizado, incluso entre las organizaciones más reacias a correr riesgos, asegura un análisis del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST).

“Sin embargo, la ejecución sigue viéndose frenada por la carencia de las habilidades y herramientas necesarias para proteger las implementaciones de computación en la nube”, señala Croll en un análisis de la consultora.

Por ello, hay que tomar en cuenta las tecnologías desarrolladas hasta ahora para fortalecer la seguridad en la nube.

  • Secure Access Service Edge (SASE): el perímetro de servicio de acceso seguro o SASE consiste en servicio y autoriza el acceso a los sistemas en función de la identidad de un dispositivo o una entidad, combinada con el contexto en tiempo real y políticas de seguridad y de cumplimiento
  • Security Service Edge (SSE): el perímetro de servicio de seguridad o SSE protege el acceso web, los servicios en la nube y las aplicaciones privadas, como parte de sus beneficios se encuentran el control de acceso, la protección frente a amenazas, la seguridad de los datos, la supervisión de la seguridad y el control del uso aceptable.
  • SaaS Security Posture Management (SSPM): estas herramientas realiza un análisis y evaluación permanente evalúan del riesgo de seguridad y gestionan el estado de la seguridad usado aplicaciones basadas en el software como servicio (SaaS). Estas realizan informes sobre la configuración de los ajustes de seguridad del SaaS nativo, la gestión de los permisos de identidad y las sugerencias de mejora de la configuración para reducir el riesgo.
  • Cloud Native Application Protection Platforms (CNAPP): las plataformas de protección de aplicaciones nativas de la nube o CNAPP son un conjunto de capacidades de cumplimiento y de seguridad diseñadas para ayudar a proteger las aplicaciones nativas de la nube durante todo su proceso de desarrollo y producción.
Tipo de TecnologíaCaracterísticas
Secure Access Service Edge (SASE)Autoriza el acceso a los sistemas en función de la identidad del dispositivo o entidad. Se basa en el contexto en tiempo real y políticas de seguridad y cumplimiento.
Security Service Edge (SSE)Protege el acceso web, servicios en la nube y aplicaciones privadas. Sus beneficios incluyen control de acceso, protección frente a amenazas, seguridad de datos, supervisión de seguridad y control del uso aceptable.
SaaS Security Posture Management (SSPM)Evalúa y gestiona el riesgo de seguridad en aplicaciones SaaS. Genera informes sobre configuración de seguridad, gestión de permisos de identidad y recomendaciones para mejorar la configuración y reducir riesgos.
Cloud Native Application Protection Platforms (CNAPP)Conjunto de capacidades de seguridad y cumplimiento para proteger aplicaciones nativas de la nube durante su desarrollo y producción.

Estrategias para la gestión de accesos y control de identidades

Los datos sensibles y la privacidad se han convertido en la principal preocupación en lo que respecta a la protección de las organizaciones y el acceso no autorizado a los recursos de información.

Afortunadamente, existen estrategias para gestionar el acceso a sistemas y plataformas así como el control de usuarios o identidades.

La identidad federada está siendo utilizada a partir del crecimiento de las arquitecturas orientadas a servicios y se puede implementar de varias formas, ya sea siguiendo el estándar SAML (Security Assertion Markup Language) o el estándar OpenID.

Por otra parte, la autenticación se utiliza para administrar usuarios y se convierte en un paso previo al acceso a las aplicaciones y datos.

En cuanto al control de acceso, el estándar SAML por sí solo no es suficiente para proporcionar tanto autenticación como controles de acceso en servicios en la nube por lo que es posible implementar el estándar XACML (eXtensible Access Control Markup Language) para controlar los accesos a los recursos.

Tendencias futuras en seguridad en la nube y ciberseguridad

Las empresas enfrentan un panorama de amenazas que cambia rápidamente, donde las complejidades de los entornos híbridos y de múltiples nubes exponen nuevas vulnerabilidades y desafían las estrategias tradicionales de gestión de riesgos, de acuerdo con información de la CSA.

Y cuando conocen los riesgos que enfrentan, es posible que cierren brechas de confianza, agilicen operaciones y se mantengan a la vanguardia de las amenazas en evolución, de la mano de una adecuada seguridad en la nube.

En 2025, las organizaciones deben pasar de un enfoque centrado exclusivamente en el cumplimiento normativo a una estrategia más proactiva centrada en el riesgo, advierte la CSA.

Esto requiere una comprensión clara del riesgo en todas las dimensiones clave, como el riesgo organizacional, el riesgo de los activos y el riesgo regulatorio.

Una tendencia y reto para las empresas radica en contar con herramientas y la confianza para identificar fuentes de datos de alto riesgo pues, actualmente, 31% no cuenta con herramientas suficientes.

El análisis de la Alianza advierte que 41% de los ejecutivos priorizará la alineación de las iniciativas de seguridad con los objetivos empresariales más amplios, mientras que los equipos operativos enfrentan limitaciones de recursos y dependen en gran medida de procesos manuales, según el 22% o semiautomatizados, conforme al 54%.

La normatividad será un factor clave para las organizaciones pues 59% indica que se basan en su cumplimiento para reducir riesgos, sin embargo, la CSA explica que un enfoque excesivo en el cumplimiento normativo a menudo deja a las organizaciones sin preparación para las amenazas emergentes.

Las organizaciones están comenzando a priorizar los enfoques basados ​​en riesgos, siendo la identificación y priorización de las vulnerabilidades una de las principales prioridades.

Preguntas frecuentes sobre seguridad en la Nube

¿Cómo afectan las regulaciones locales a la seguridad en la nube?

Para abordar con éxito el entorno de riesgos actual, las organizaciones deben perfeccionar sus estrategias. Realizar una revisión del cumplimiento de estándares como ISO 27001, 27701 y 27017 permite identificar riesgos y definir planes de mitigación. Además, la normatividad es un factor clave, ya que muchas organizaciones basan en ella su estrategia de seguridad para reducir riesgos.

¿Cómo proteger los datos sensibles almacenados en la nube?

Para proteger los datos, es esencial fortalecer la conciencia de riesgos y adoptar enfoques proactivos. Algunas buenas prácticas incluyen el aislamiento de datos para evitar accesos indebidos y el saneamiento de información para resguardar los datos sensibles. También es crucial cifrar los datos en tránsito y en reposo, así como implementar autenticación multifactor y políticas de control de acceso.

¿Qué rol juega la inteligencia artificial en la seguridad de la nube?

Las organizaciones están priorizando enfoques basados en riesgos y la identificación de vulnerabilidades. En este contexto, las herramientas automatizadas y semiautomatizadas juegan un papel clave, ya que permiten agilizar operaciones y cerrar brechas de confianza. Sin embargo, muchas empresas aún enfrentan limitaciones de recursos y dependen de procesos manuales.

¿Cómo mitigar los riesgos de acceso no autorizado en entornos cloud?

Para mitigar estos riesgos, se recomienda adoptar estrategias de gestión de accesos y control de identidades, como la identidad federada y la autenticación basada en estándares como SAML y XACML. También es fundamental implementar firewalls, sistemas de detección de intrusos y garantizar la seguridad de las interfaces y API utilizadas en la nube.

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