A pesar de que el ransomware sigue siendo la mayor amenaza que enfrentan las organizaciones; para el vicepresidente de Ventas para América Latina (AL) de Exagrid, Paulo Vendramini, no solo se debe hablar de estos ataques sino también de la continuidad del negocio en su conjunto.
Vendramini, compartió en una entrevista exclusiva sus perspectivas sobre cómo las organizaciones pueden enfrentar las amenazas y, en caso de una afectación, reducir el tiempo de recuperación de 50 a tan solo cinco días.
“La continuidad del negocio es crucial. Muchas veces los ataques no son devastadores, pero aun así interrumpen operaciones clave. Las empresas necesitan estar preparadas para responder rápidamente a cualquier tipo de interrupción, ya sea causada por un ciberataque o por otras fallas,” explicó.
El entrevistado señaló que a medida que el ransomware continúa paralizando a las empresas, las conversaciones iniciales con los CIO giran cada vez más en torno a la vulnerabilidad de sus infraestructuras.
Ransomware, el causante de la integración CIO-CISO
Vendramini señaló que, hasta hace poco, la protección de datos y la continuidad del negocio estaban principalmente bajo el control de los CIO, mientras que los CISO se centraban en las capas de protección, como antivirus y firewalls.
Sin embargo, la evolución del ransomware ha llevado a una integración más fuerte entre ambos roles.
“Hoy en día, el CISO y el CIO deben trabajar de la mano. El ransomware ha demostrado que la protección de datos, incluida la copia de seguridad, es la última frontera si todo lo demás falla. Esto ha puesto la continuidad del negocio como una prioridad crítica”, afirmó Vendramini.
Este cambio también ha abierto las puertas a nuevas inversiones y presupuestos en seguridad. Las organizaciones reconocen que los tiempos de recuperación prolongados pueden tener un impacto devastador en sus operaciones, y están buscando soluciones más robustas y rápidas para minimizar el tiempo de inactividad.
Cinco días para la recuperación con Exagrid: Vendramini
La compañía radicada en Massachusetts (Estados Unidos), a diferencia de sus competidores, aún entrega una solución que reside en un dispositivo físico para el respaldo y recuperación de datos.
Cuestionado al respecto, Vendramini afirmó que Exagrid se distingue en su apuesta por su enfoque basado en aparatos, algo que muchos competidores han abandonado.
Mientras que otros proveedores de soluciones de respaldo y recuperación, como Veeam y Veritas, dependen más del software, Exagrid integra su software directamente en sus dispositivos para garantizar un rendimiento y seguridad óptimos.
“La diferencia clave es que nuestros appliances están optimizados para ofrecer mucho más desempeño que los discos tradicionales. Garantizamos que, en caso de un ataque, el cliente pueda recuperar su entorno rápidamente, en mucho menos tiempo que con otras soluciones. Por ejemplo, un cliente que con otro proveedor tardaría 50 días en recuperarse, con Exagrid puede hacerlo en tan solo cinco,” comentó.
Este enfoque, agregó Vendramini, permite que Exagrid ofrezca una recuperación extremadamente rápida, algo que se vuelve esencial cuando el tiempo es crucial para mantener la continuidad operativa de una empresa.
Vendramini: Exagrid tiene un modelo flexible
Vendramini destacó que su modelo es “flexible y escalable”, lo que ayuda a los clientes a crecer según sus necesidades lo requieran, sin comprometer la inversión inicial.
Asimismo, es compatible con una gran variedad de aplicaciones, servicios y repositorios de bases de datos. Entre las aplicaciones de respaldo que soporta se encuentran Veeam, Commvault y Veritas, por mencionar algunas.
Un futuro basado en la resiliencia
El mensaje de Vendramini es claro: las organizaciones en América Latina deben prepararse para enfrentar las crecientes amenazas de ciberseguridad, adoptando soluciones que garanticen la continuidad del negocio.
Exagrid, a decir del entrevistado, se presenta como una opción para aquellos que buscan una recuperación rápida y eficaz, con una solución que combina seguridad y rendimiento.
La clave está en que los CIO y CISO trabajen juntos, asegurando que las inversiones en respaldo y recuperación no solo protejan a las empresas frente al ransomware, sino que también les permitan operar con confianza en un entorno digital cada vez más hostil.