Si piensa que 2023 ha sido un año de cambios vertiginosos, ¡prepárese! Abróchese el cinturón y diviértase, porque nunca habremos vivido un año tan lento como el 2023.
En efecto, si el pasado fue el año en que la inteligencia artificial generativa (GenAI, por su acrónimo en inglés) nos tomó por sorpresa, en 2024 veremos una competencia acelerada entre los gigantes en este terreno.
Sin embargo, lo más importante no serán los proveedores, sino usted como usuario. Será momento de pasar del asombro a las pruebas de concepto y de ahí a proyectos con un impacto o un retorno de inversión medible.
Dicen que a los pioneros se les conoce por las flechas en la espalda. Después de más de tres décadas como periodista y editora en esta fascinante industria, sé que a muy pocos les gusta presumir su osadía y mostrar las cicatrices.
Por fortuna, las tecnologías, los marcos de referencia y la cultura organizacional —equivocarse en la medida de la aversión al riesgo— están permeando, de manera que sea posible probar rápido y rectificar el rumbo para pasar de un proyecto pequeño a uno de mayores alcances.
¿Qué esperar?
A propósito de riesgos, la ciberseguridad seguirá dando de comer a criminales y medios sensacionalistas por igual en los meses por venir. En este resbaloso terreno tampoco podrá aflojarse el cinturón, donde tendrá que aliarse con los más experimentados proveedores en materia de protección, sobre todo si maneja infraestructura crítica.
Los sabotajes están pasando a la OT, como ya todos saben, y el ransomware no hará más que sofisticarse conforme los datos crecen, los hackers echan mano de la AI antes de que usted siquiera la tenga, y sus cargas de trabajo andan de aquí para allá, de nube en nube.
En este estrepitoso 2024, usted y yo estaremos entre los más de 4,200 millones de votantes en más de 75 países, un récord histórico que no se repetirá hasta el año 2048. Entre los procesos electorales destacan Estados Unidos, India, la Unión Europea y México.
En nuestro país, por primera vez en la historia tendremos dos candidatas mujeres a la presidencia. Esto me lleva a sugerir que si su staff IT sigue dominado por varones, es momento de repensar su tipo de liderazgo y volverse a apretar el cinturón, pero esta vez para equilibrar la testosterona. Nada más divertido, productivo y energizante que un equipo donde existe paridad de género, inclusión, diversidad y libertad de expresión.
El tsunami electoral por supuesto será otro factor que implicará desafíos únicos en materia de geopolítica, en donde la tecnología jugará un rol esencial. Las redes sociales y la GenAI podrán ser usados de manera tan chueca como las conciencias detrás de ellos para competir en las elecciones, manipulando a las masas o desprestigiando candidatos. La ética y los límites al uso y desarrollo de estas herramientas estarán a la orden del día y serán bandera de legisladores, asociaciones civiles y agencias gubernamentales por igual.
En esta otra arena resbaladiza vuelva a revisar su cinturón. Recuerde que los modelos de lenguaje grandes son como los hijos: aprenden del buen ejemplo. Nunca como ahora ha sido tan importante para un CIO retomar valores como la voluntad, el liderazgo activo, el rigor metodológico y una conciencia clara de los elementos que hacen la diferencia entre dejarse arrollar por el cambio o treparse en él y disfrutarlo.