Una operación internacional dirigida por el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos (EU) desmanteló una red zombi (botnet) utilizada para cometer ciberataques, fraude a gran escala, explotación infantil, acoso, amenazas de bomba y violaciones de exportaciones.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EU, la botnet “911 S5” comprometió millones de computadoras residenciales con Windows asociadas con más de 19 millones de direcciones IP únicas, incluidas 613,841 ubicadas en territorio estadounidense.
El director del FBI, Christopher Wray señaló en un comunicado que se realizó una operación cibernética conjunta y secuenciada para desmantelar 911 S5. “Es probablemente la botnet más grande del mundo que haya existido”, dijo.
Como parte de la operación fue detenido el pasado 24 de mayo un ciudadano chino de 35 años de edad. “Arrestamos a su administrador, Yunhe Wang, confiscamos infraestructura y activos e impusimos sanciones contra él y sus cómplices”, agregó Wray.
Wang, que también tiene la ciudadanía por inversión en el país caribeño San Cristóbal y Nieves, fue acusado de cargos penales derivados de su implementación de malware y la creación y operación del servicio de proxy residencial.
La red zombi infectó computadoras en casi 200 países y facilitó una gran cantidad de delitos informáticos, incluidos fraudes financieros, robo de identidad y explotación infantil.
“Esta operación demuestra el compromiso del FBI de trabajar hombro con hombro con nuestros socios para proteger a las empresas y pueblo estadounidenses. Trabajaremos incansablemente para desenmascarar y arrestar a los ciberdelincuentes que se benefician de esta actividad ilegal”, afirmó Wray.
Fuerzas del orden de tres países más contra la botnet 911 S5
Además de las fuerzas del orden de Estados Unidos, en la operación internacional que desmanteló la botnet 911 S5 participaron agencias de Singapur, Tailandia y Alemania.
El DoJ explicó que agentes y oficiales registraron residencias, confiscaron activos valorados en aproximadamente $30 millones de dólares (mdd) e identificaron propiedades confiscables adicionales valoradas en aproximadamente $30 mdd.
La operación también confiscó 23 dominios y más de 70 servidores que constituyen la columna vertebral del anterior servicio de proxy residencial de Wang y de la reciente versión del servicio.
El fiscal general Merrick Garland afirmó que este caso deja claro que “el largo brazo de la ley se extiende más allá de las fronteras y hasta las sombras más profundas de la web oscura, y el Departamento de Justicia nunca dejará de luchar para que los ciberdelincuentes rindan cuentas”.
