Aunque Brasil es el líder indiscutible como hub de centros de datos en América Latina —cuenta con 70 instalaciones—, México se posiciona como jugador importante en este segmento con 14, de acuerdo con Data Center Map, una plataforma que ubica el número de este tipo de instalaciones en cada país.
Este posicionamiento se ha reforzado con los anuncios recientes de hiperescaladores como Oracle, que abrirá una región de nube en Querétaro, o Google, que también dijo que construirá en el país infraestructura similar.
Además de las inversiones de empresas locales, como Kio Networks, que actualmente tiene siete centros de datos en el país: tres en Ciudad de México, dos en Estado de México, uno en Nuevo León y otro en Querétaro.
Por mencionar solo a otros dos proveedores de este tipo de servicios en el país, Equinix cuenta con centros de datos en Querétaro y Monterrey. E Infotec tiene el primer centro de datos certificado por el Gobierno mexicano.
Se estima que este segmento alcance $905 millones de dólares en inversiones para 2026, con una tasa de crecimiento anual compuesta de 8.33% entre 2021 y 2026, según datos de Arizton.
De acuerdo con el Modelo de la demanda TIC, elaborado por Select, para 2022 el valor del gasto de componentes para centros de datos modernos será de $44,569 millones de pesos ($2,200 millones de dólares) con un incremento anual de 7% para México.
De dicho monto, 10% está destinado a infraestructura de gestión energética (UPS), soluciones de temperatura y espacio (gabinetes). 42% del presupuesto es para hardware IT: principalmente servidores, redes y sistemas de almacenamiento.
Y el restante 48% es para herramientas basadas en software: virtualización, seguridad, orquestación y gestión de sistemas. La firma de consultoría mexicana estima que estas categorías crecerán en conjunto 9% para 2022.
¿Por qué elegir México para construir centros de datos?
A continuación se enlistan cuatro características de México que llaman la atención de los proveedores para instalar sus centros de datos en territorio nacional:
1. Ubicación
Nunca antes estuvo tan equivocada la popular frase “Pobre México: tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”. Tener centros de datos en una geografía cercana a la Unión Americana es quizás una de las mayores ventajas sobre Brasil. Disminuye costos, con respecto a instalaciones en Miami o Dallas, sin afectar la latencia.
2. Clima y desastres naturales
El clima puede desempeñar un papel muy importante en la decisión de dónde construir un centro de datos. Tan solo en 2014, ocho fenómenos naturales en Estados Unidos provocaron perdidas por más de $1,000 millones de dólares cada uno, según el NCEI. México tiene regiones que no son afectadas por fuertes fenómenos meteorológicos o sismos que permiten garantizar la operación.
3. Espacio
Según datos de CBRE, una empresa especializada en corretaje inmobiliario, México cuenta con un inventario de 250,000 metros cuadrados de Área Bruta Rentable (ABR) destinados a los centros de datos, distribuidos en 49 ubicaciones de seis estados del país. Ciudad de México, Estado de México y Querétaro son quienes más tienen.
4. Talento
Los centros de datos es una industria que requiere talento especializado y aunque a nivel mundial hay una escasez de habilidades y competencias para ocupar esas posiciones, las empresas trasnacionales han encontrado en México una mina para desarrollar talento IT.
7 consideraciones a tomar en cuenta para elegir el socio de centro de datos ideal
El Bajío, ubicación estratégica para centros de datos
En los últimos años, Querétaro ha destacado como sede de diferentes centros de datos Esto no se debe a una casualidad. En primer lugar, hay que mencionar el Programa estatal para el desarrollo de tecnología e innovación, conocido como Pedeti 2020, impulsado por la Secretaría de Desarrollo Sustentable de Querétaro, ofrece apoyo a particulares y empresas que tengan proyectos IT e industria 4.0.
Y en segundo, el Gobierno de la entidad ha puesto énfasis en conversaciones con la CFE para identificar sistemas de suministro que permitan ofrecer condiciones energéticas a diferentes operaciones industriales.