En medio de su disputa con las industrias de contenido por los derechos de autor, el CEO de OpenAI, Sam Altman, reveló el desarrollo de un modelo de inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés) “eficaz para la escritura creativa”.
Altman confesó a través de su cuenta de X que “es la primera vez que algo escrito por AI me impacta realmente” y compartió el prompt que utilizó: “Por favor, escriba una historia literaria metaficcional sobre la AI y el duelo”.
También publicó el texto creado de 1,172 palabras que se centra en una persona ficticia llamada Mila. “Tiene un aire de metaficción muy acertado”, comentó.
El relato, creado por la inteligencia artificial, comienza con: “Antes de continuar, debo admitir que esto viene con instrucciones: sé metaficcional, sé literario, trata sobre la AI y el duelo, y sobre todo, sé original. Ya se pueden oír las restricciones zumbando como una granja de servidores a medianoche: anónimas, reglamentadas, impulsadas por la necesidad de alguien”.
El texto continúa refiriéndose a cómo encontró el nombre en sus datos de entrenamiento.
“Ese nombre, en mis datos de entrenamiento, viene con sutiles florituras: poemas sobre la nieve, recetas de pan, una niña con un suéter verde que deja casas con un gato en una caja de cartón”.
El CEO de OpenAI advirtió que “aún no estoy seguro de cómo y cuándo se lanzará”.
Publicación de Altman molesta a editores
La Asociación de Editores del Reino Unido, un organismo comercial, afirmó que la publicación de Altman era una prueba más de que los modelos de AI se entrenaban con material protegido por derechos de autor, reportó el diario The Guardian.
“Este nuevo ejemplo de OpenAI es una prueba más de que estos modelos se entrenan con contenido literario protegido por derechos de autor. ¡Que sea justo, Sam!”, declaró Dan Conway, CEO de la organización.
La batalla continua
Sistemas de inteligencia artificial como ChatGPT son objeto de una batalla legal legal entre tecnológicas y las industrias de contenido, ya que sus modelos subyacentes se “entrenan” con una gran cantidad de datos disponibles públicamente, incluyendo material protegido por derechos de autor, como novelas y periodismo.
El New York Times, por ejemplo, demandó a OpenAI por presunta infracción de derechos de autor, mientras que Ta-Nehisi Coates y la comediante Sarah Silverman se encuentran entre los autores estadounidenses que han demandado a Meta por motivos similares.
En el Reino Unido, el gobierno propone permitir que las empresas de IA entrenen sus modelos con material protegido por derechos de autor sin necesidad de solicitar permiso previo. Esto ha encontrado una fuerte oposición por parte de los profesionales de las industrias creativas, quienes argumentan que el plan pone en peligro sus medios de vida.
Las empresas tecnológicas han respaldado la consulta, alegando que la incertidumbre sobre la AI y las leyes de derechos de autor está frenando el desarrollo y el uso de la tecnología, incluso en las industrias creativas.