Hoy más que nunca controlar nuestro tiempo es vital para nuestras organizaciones. En el vertiginoso mundo de la tecnología, donde la innovación y la adaptación son imperativos, nuestro rol se ha vuelto más crítico que nunca.
En mi experiencia, a lo largo de los años, la alta dirección me ha involucrado en decisiones que afectan a la organización aun cuando son temas más de negocio y no tan tecnológicos, para los que no me considero un experto.
Además de diversificar nuestro conocimiento, hoy el control del tiempo se convierte en una habilidad esencial para el éxito, a fin de maximizar la productividad sin perder el enfoque estratégico.
La gestión del tiempo va más allá de simplemente organizar agendas y priorizar tareas. Implica la habilidad de anticipar desafíos, tomar decisiones estratégicas y mantener un equilibrio entre las responsabilidades operativas y las iniciativas de innovación.
Debemos ser capaces de identificar las actividades que generan el mayor valor para la organización y asignar su tiempo en consecuencia. Esto requiere una comprensión clara de los objetivos de la empresa, así como la capacidad de delegar y empoderar a su equipo.
Recomendaciones para la gestión del tiempo de un CIO
La administración del tiempo es una de las prioridades que como CIO manejo este año. Me permito enlistar algunas recomendaciones para administrar efectivamente este recurso no renovable.
- Establecer prioridades: Hay que gestionar nuestras actividades, marcando los asuntos que debemos superar de cerca y aquellos que podemos revisar en un tiempo. El experto en liderazgo, Steven Covey (Estados Unidos, 1932-2012), reconocido internacionalmente, popularizó el uso de la relación entre la urgencia y la importancia como una herramienta para establecer prioridades.
- Identificar el mejor momento: Saber cuándo somos más efectivos es importante. Recordemos la ley 80/20, que tiene sus raíces en lo que se conoce como el Principio de Pareto. Durante el 20% de nuestro tiempo es cuando tomamos las decisiones más certeras. La clave es acomodar los asuntos más importantes en esos tiempos.
- Planear bloques de tiempo: Ahora los chats y bandejas de entrada nos gobiernan y nos siguen a todas partes y a todas horas. Dedicar ciertos momentos del día para revisar y responder chats y correos electrónicos evitará interrupciones constantes y permitirá concentrarse en otras tareas.
- Descansar: Mantener descansos de al menos 15 minutos, cuatro veces al día, donde la prioridad sea todo menos el trabajo es básico para aclarar ideas y recordar por quien hacemos lo que hacemos.
Como líderes IT, nuestro tiempo se hace cada vez más pequeño. La agenda de IT requiere tiempo y una buena dosis de intuición.