Hacer conciencia del reto que tenemos como humanidad para tratar de limitar el calentamiento global requiere acción inmediata. Plantearse metas a corto plazo para reducir emisiones de carbono debería ser una tarea primordial para todas las organizaciones en el mundo, señaló Víctor Medellín, instructor de BSI Group, el Organismo Nacional de Normas del Reino Unido.
No se trata de adoptar mejores prácticas en el cuidado ambiental para evitar sanciones económicas por no cumplir con marcos normativos, sino de proteger el espacio donde vivimos.
“En este viaje no hay pasajeros, todos somos tripulación”, afirmó el ejecutivo, refiriéndose a que cualquier ser humano, pero en particular las organizaciones tienen la responsabilidad de crecer sin comprometer los recursos para las generaciones futuras.
El ejecutivo considera que es una necesidad fomentar la transparencia y la divulgación de información ambiental, aspecto que permite a las empresas ser más conscientes de su desempeño e involucrar a los consumidores en la toma de decisiones informadas.
Existe una serie de regulaciones para apoyar el compromiso ambiental de las organizaciones.
En el caso de México, Medellín mencionó que las principales leyes ambientales vigentes actualmente son: la Ley general del equilibrio ecológico y protección del ambiente, la de aguas nacionales, la de desarrollo forestal sustentable, la Ley general para la prevención y gestión integral de residuos, la de bioseguridad de organismos genéticamente modificados, entre otras.
Sustentabilidad, un juego con responsabilidad colectiva
En BSI consideran que toda empresa tiene la responsabilidad de adoptar medidas concretas para reducir el impacto ambiental de sus actividades.
Sin importar el giro que tenga la organización es importante que realice prácticas sostenibles en sus procesos de producción, que reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero y optimice el uso de recursos naturales.
Para ello deberá cumplir con los estándares de la serie ISO 14000, referentes a la gestión ambiental (como la ISO 14001, ISO 14067, ISO 14069, ISO 1404 e ISO 14046)
En esta temática, la compañía ha trabajado en seis áreas clave con industria, gobiernos y empresas:
- Ambiente. Para ayudarles a comprender el impacto que tienen en el ambiente los productos, los servicios y la cadena de suministro.
- Energía. Se procura introducir acciones para reducir el consumo de energía y optar por fuentes de energía renovable.
- Emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). El objetivo es administrar favorablemente este tipo de emisiones como resultado de las actividades, producto y/o servicios.
- Social y ético. Aquí se persigue impulsar la responsabilidad social a través de actividades que tienen un impacto positivo en la sociedad, incluyendo el antisoborno.
- Optimización de recursos. Evaluar, medir, informar sobre el consumo de recursos naturales y la gestión de activos.
- Biodiversidad. En este rubro se ayuda a medir la salud, el mantenimiento y mejora del ecosistema.
Una organización enfocada en la sustentabilidad y la sostenibilidad cumpliría con el estándar BS 65000, que define la resiliencia organizacional como “la capacidad de una organización para anticipar, prepararse, responder y adaptarse al cambio incremental y las interrupciones repentinas con el fin de sobrevivir y prosperar”.
BSI colabora en múltiples industrias
A lo largo de su historia, BSI ha colaborado con más de 80 mil clientes de 172 países distintos y pertenecen a sectores como construcción, manufactura, energía, transporte y movilidad, industria sanitaria, Gobierno, alimentos y tecnologías de información.
Dependiendo de las necesidades de las empresas, el grupo ha desarrollado estándares para múltiples áreas.
En su catálogo, BSI tiene normativas para diferentes propósitos: para gestionar la calidad, la seguridad de la información, la salud ocupacional, la continuidad del negocio para manejar riesgos, la seguridad alimentaria e incluso tienen uno, el ISO 37001 dirigido a la gestión antisoborno.