Twitter y su nuevo dueño, Elon Musk siguen en el escándalo. Aunque parecía que el recorte masivo de principios de noviembre era el punto más álgido de la transición, las últimas 24 horas lo han superado.
El jueves muchos empleados rechazaron el ultimátum de Musk de trabajar “extremadamente duro” y optaron por abandonar la empresa.
A medida que se acercaba la fecha límite para comprometerse a las nuevas condiciones laborales o irse, una cifra no determinada decidió la segunda opción. Cientos fueron los que tomaron la decisión de dejar la compañía, según calcula Reuters.
Los exempleados publicaron en sus perfiles el emoji de saludo, que se ha convertido en una señal de que alguien se va de la empresa. Un empleado de Twitter publicó que haberse unido a la compañía fue “una de las decisiones más fáciles que jamás se haya tomado. Decidir irme hoy fue 100% lo contrario”.
El jueves por la noche, la red social envió un correo electrónico a toda la empresa para avisar que sus oficinas estarían cerradas desde este viernes y hasta el próximo lunes, y que el acceso a la credencial se interrumpiría durante ese cierre temporal.
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Musk cita “a cualquiera que escriba software”
Tras dicha notificación, el nuevo propietario y CEO de Twitter llamó al personal de ingeniería a la oficina central de San Francisco, según una nota de CNBC, que citó unos correos electrónicos internos obtenidos.
En un par de emails, que se enviaron al inicio de las operaciones del viernes, Musk pidió a “cualquiera que realmente escriba software” que se presentara en la sede de Twitter por la tarde. Sin embargo, primero les pidió que le enviaran un informe de alto nivel del mejor código en el que habían trabajado en los últimos seis meses.
Después de la llamada inicial para que los ingenieros acudieran a la oficina, también envió un seguimiento para alentar a las personas a volar a San Francisco y presentarse en persona.
Incluso, en uno de sus correos, señaló que trabajaría hasta altas horas de la noche en la oficina central de la compañía y nuevamente el sábado por la mañana.
Musk explicó que el objetivo de compartir todo este código y reunirse con él en la oficina sería hacer “entrevistas técnicas breves” que lo ayudarían a “comprender mejor la pila tecnológica de Twitter”.
El magnate sudafricano dijo que aquellos autorizados a trabajar de forma remota podrían solicitar hablar con él por video. Pero también aclaró que “solo aquellos que no puedan llegar a la sede de Twitter o tienen una emergencia familiar están exentos”.