La usurpación de identidad es un delito que ocurre cuando una persona utiliza sin permiso la información de un tercero acerca de su identificación personal, como nombre, número de seguridad social o número de la tarjeta de crédito, para cometer fraude u otros delitos.
Luego de que se difundiera hace días la noticia de la detención de un grupo de montadeudas y sus modus operandi, legisladores de varias entidades del país, como Chihuahua y Nuevo León, trabajan iniciativas para incrementar las sanciones a quien cometa usurpación de identidad y con ello combatir de manera más eficiente este problema.
Ya sea que hagan compras con la tarjeta de crédito de la persona afectada, quieran vender un inmueble o abrir cuentas a su nombre, los usurpadores de identidad, también conocidos como ladrones de identidades, están cometiendo un delito.
Ante la sospecha de que una usurpación de identidad debido a que robaron sus datos personales, se puede acudir a la Condusef, a la Procuraduría de la Defensa del Contribuyente (Prodecon), al INAI o las Procuradurías de Justicia estatales.
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10 acciones para prevenir la usurpación de identidad
Independientemente de las acciones que lleven a cabo las autoridades para castigarlo, cada usuario tiene la responsabilidad de cuidar sus datos. La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) y el Instituto Nacional de Transparencia y Acceso a la Información (INAI) han emitido algunas recomendaciones para evitar ser víctimas del robo de identidad:
- Verificar constantemente los estados de cuenta o la consulta de movimientos. Así será más fácil identificar transacciones no reconocidas, en cuyo caso será necesario acudir a la Condusef o a la institución financiera.
- Utilizar claves que no se relacionen con datos personales como fechas de nacimiento, números telefónicos o nombres de familiares; emplear letras mayúsculas, minúsculas y números combinados.
- Tener cuidado con el resguardo de documentos. Todos los documentos personales o archivos electrónicos, así como NIP, claves de acceso y claves dinámicas deben conservarse en un lugar seguro para evitar que personas extrañas tengan acceso a ellos.
- Limitar el número de documentos personales en los traslados diarios. Portar solamente aquellos que se vayan a ocupar.
- Eliminar documentos: Hay que destruir perfectamente los documentos que contengan información personal o financiera, como tarjetas de crédito o débito vencidas.
- Correos electrónicos: Se debe eliminar cualquier mensaje de origen sospechoso o que solicite información personal o financiera. Es mejor no abrirlos e informar al proveedor de Internet para ayudar a erradicarlos.
- Tener cuidado ante solicitudes de información, ya sea que estas se realicen en personal por teléfono o vía Internet. Lo recomendable es verificar la identidad de quien requiere dichos datos para descartar que se trate de un fraude. Si se recibe información o invitaciones para dar datos personales de instituciones financieras o establecimientos comerciales, a cambio de promociones, ofertas o regalos, es mejor desecharlas.
- Realizar transacciones seguras. No utilizar equipos públicos para realizar movimientos bancarios o compras por internet. La información puede quedar grabada en ellos con el uso de un software maligno.
- Así mismo, nunca ingresar las contraseñas, especialmente bancarias en ningún sitio al que se llegó por un correo electrónico o chat. Ingresar directamente a la dirección oficial de la institución financiera.
- Atención a las compras por Internet. Asegurarse de que el sitio sea totalmente confiable. El proveedor debe informar su identidad, denominación legal, políticas de venta y de privacidad, así como datos de su ubicación física.