De acuerdo con BBVA México, que adquirió en 2017 a Openpay, los agregadores de pago en el país cuadriplicaron su facturación en dos años, al pasar de $43,000 millones de pesos (mdp) en el primer trimestre de 2020 a 157,000 mdp en el segundo trimestre de 2022.
En el mercado las opciones son más de 20. Entre ellas, Clip, iZettle, PayMe, Toditopago, Payit o Qiubo. Además, por supuesto, de CoDi, la opción del Banco de México.
“Donde se está dando la batalla no es en la adquisición tradicional, sino en la agregación, porque hay muchísimos comercios que no están bancarizados y que no aceptan medios de pago”, dijo en conferencia de prensa, el director de Soluciones al cliente de BBVA México, Hugo Nájera.
Su propio agregador, Openpay, con el que el banco establece relación comercial con empresas de todos los niveles a través de opciones para implementar soluciones de pago en canales digitales, procesa más de 128 millones de transacciones anuales en México.
Ese número representa alrededor de 25% del total de las compras de comercio electrónico realizadas en el país.
Según su director general, Alejandro Pineda, dicho impacto en la transaccionalidad destaca en los montos anualmente procesados que ascienden a $80,000 millones de pesos. Desde su adquisición alcanza ritmos de crecimiento a triple dígito en 2022 y una captación de 13,287 nuevos comercios.
“Nuestra experiencia y nivel de participación en el mercado nos convierten en pioneros de los métodos de pagos en comercio electrónico”, comentó Pineda Mosiño.
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Openpay aprovecha a México como laboratorio
Con Openpay, BBVA México ha logrado expandirse a otros mercados en América Latina, donde el el grupo financiero tiene presencia. En 2020 y 2021, arribó a Colombia y Perú respectivamente y este año incursionará en Argentina para consolidar su presencia en la región.
Según un comunicado del banco, el mercado mexicano posee características singulares que lo convierten en un laboratorio y que ha sido utilizado para desarrollar su propia tecnología y brindar alternativas financieras a la medida.
A su oferta integró Flap, la plataforma especializada en procesos de pagos para Gobiernos y corporativos que tiene la capacidad de sostener operaciones con tarjeta presente. Con esta alcanzó ventas en 2020 por $500 millones de pesos y el siguiente año registró un crecimiento de 34%.
Faltan políticas públicas
Aunque la estimación de BBVA México es que los medios de pago digitales aumenten hasta 30 o 40%, Hugo Nájera señaló que falta apoyo público.
“Necesitamos tener políticas públicas que hagan que el dinero en efectivo se reduzca, desde tener una recaudación fiscal simple para que la gente no tenga temor, o también desequipar a las grandes compras con el uso de efectivo, por ejemplo, normar que el efectivo llegue a un nivel básico de pago, es decir, que las compras de más de $5,000 pesos sean con dinero electrónico”, señaló.