La “I” del título CIO ha mutado en muchas organizaciones para designar innovación. Pero como dice el refrán, “el hábito no hace al monje” y demostrar los efectos de la innovación a lo largo de toda una organización resulta una tarea titánica.
Además, un innovador lleva dentro el espíritu del inconforme, del explorador, del curioso en perpetuo cuestionamiento del status quo y las prácticas de negocio. Ser un innovador puede resultar agotador, por decir lo menos.
En la búsqueda de definiciones me he topado con lo difícil que resulta delinear a los innovadores y lo titánico de su labor.
En muchas organizaciones, la innovación en IT se mide en función del retorno de inversión y, para colmo, existe una profunda aversión al fracaso y una prohibición tácita a cometer errores.
Eso solo abona en una carencia generalizada de innovación y, en el mejor de los casos, a intentar pequeñas mejoras a productos o servicios existentes por medio de la adopción de soluciones ya probadas o tecnologías que han pasado a formar parte del mainstream. En otras palabras, a arriesgar poco.
Claves de un proyecto innovador
En Netmedia hemos fomentado la cultura de la innovación durante más de 20 años a través de contenidos que enfatizan el rol de los directivos de Sistemas y la forma en que logran superar los propósitos del negocio, al generar ventajas competitivas gracias al uso innovador de las últimas herramientas y servicios IT disponibles en el mercado.
Además, cada año realizamos una convocatoria a nivel nacional, que incluye organizaciones públicas y privadas, para elaborar el ranking Las más innovadoras, cuyo prestigio y confiabilidad están comprobados.
Con base en esta experiencia, abajo encontrará algunas claves o reglas que son comunes para tener un proyecto innovador. Conviene aclarar que en nuestro ranking distinguimos tres tipos de innovación en IT: innovación de producto o servicio, de proceso, o de modelo de negocio.
1. Responde al “qué pasaría si”
Los innovadores están, como ya lo mencioné, en un continuo construir y deconstruir su entorno. Cuestionan las situaciones más rentables tanto como las menos. Plantean escenarios que a otros pueden sonar ridículos, irrelevantes o imposibles. Observan su entorno, otros mercados, culturas y, por ende, otra forma de responder y satisfacer a los clientes. Es por ello que los proyectos más innovadores afectan la cultura organizacional y requieren no solo del compromiso de otras unidades o departamentos ajenos a IT sino del patrocinio de la propia dirección general o máxima autoridad.
2. Involucra tecnologías de vanguardia o última generación
Dicen que los innovadores no están en el cutting edge de la tecnología, sino en el bleeding edge. Quizá por su natural curiosidad, son los primeros en adoptar los últimos dispositivos y las herramientas de consumo digital más avanzadas y, aunque no toman esos mismos riesgos en el entorno laboral, eso no significa que no estén dispuestos a probar las nuevas versiones de software disponibles, a hacer pruebas piloto con plataformas o tecnologías de reciente creación o a generar pruebas de concepto y casos de uso con la ayuda de nuevos proveedores.
Tener éxito en un proyecto cuando se corre no solo el riesgo de cuestionar los procesos o el modelo de negocio sino al utilizar también tecnologías de vanguardia, resulta doblemente innovador, frente a uno que simplemente se limitó a adoptar un ERP ya probado, realizó una virtualización en su infraestructura o adoptó un esquema de nube estándar —usted estará de acuerdo conmigo en eso—.
3. Tiene resultados cuantificables
También conviene aclarar que la adopción de nuevas tecnologías per se no es sinónimo de innovación. Como bien han dicho muchos de los IT Masters, no se trata de usar soluciones solo porque están de moda. En los proyectos innovadores se toman en cuenta los resultados, el retorno de inversión, su impacto en la disminución de costos o la mejora de productos o procesos.
Dicen que lo que no se mide no se controla. En este caso, si no hay métricas que cuantifiquen el esfuerzo implementado, es poco probable que se obtenga una calificación favorable. Es más, el propio consejo de administración no estaría dispuesto a financiar un nuevo proyecto si antes no se demuestra el ROI.
4. Trasciende los límites de la propia organización
En nuestro ranking han sido merecedores de reconocimiento especial proyectos que van más allá de las fronteras de un organismo o empresa. Es decir, que mejoran la cadena completa de proveedores, que contribuyen al medio ambiente, impactan comunidades marginadas, facilitan la vida de los empleados, o representan una contribución para un sector económico completo gracias a su replicabilidad.
5. Involucran a equipos extendidos
Con cada vez mayor frecuencia vemos que los proyectos IT no se quedan en el departamento IT. Eso no significa que revolucionar la productividad y capacidad de innovación de los equipos de Sistemas no pueda ser calificado de innovador, sino que a últimas fechas casi cualquier mejora en tecnologías de información impacta otras esferas, unidades del negocio o procesos.
También de ahí que el IT Master rara vez se cuelga solo la medalla. Innovar requiere la contribución de equipos multidisciplinarios, las áreas de negocio y la participación de la alta dirección.
Recuerde que ya está abierta la convocatoria para participar en la 24.ª edición de Las más innovadoras y el plazo vence el próximo 16 de agosto. Figurar en el listado más prestigiado de la industria no tiene precio —literal—.