En la economía de las aplicaciones, los dos principios de las IT corporativas deben ser: adoptar y permitir la innovación caótica, y minimizar el riesgo corporativo.
Las aplicaciones son el nuevo capital de las empresas en la economía digital. De hecho, son la forma en que se valúa a firmas como Netflix, Uber o Facebook. Se estima que el número de aplicaciones disponibles a nivel mundial en 2018 era de 250 millones y que para finales de 2020 sumarán 1,700 millones. Son el recurso con el cual se genera valor en las corporaciones, pero también pueden ser fuente de enorme riesgo y destrucción si no se protegen adecuadamente.
En el marco de su primer conferencia cumbre latinoamericana Revolution, Hitesh Patel, director de Desarrollo de producto de F5 Networks, habló de la velocidad con la se están produciendo aplicaciones y de la importancia de permitir a los desarrolladores trabajar libremente en su producción. “Queremos que construyan algo nuevo y no lo vamos a bloquear. Los clientes tienen que innovar y eso sucederá en forma caótica. Cuando quieres construir algo nuevo en una fábrica automotriz, eso no vendrá de los empleados en la línea de producción de los autos, sino de otras personas”, ejemplificó el ejecutivo en entrevista con esta editora.
Tanto F5 Networks como los analistas están estimando todavía el número de aplicaciones disponibles y su grado de crecimiento, debido al desarrollo exponencial. La cifra arriba citada se estimaba para 2021 y ya se adelantó el pronóstico. “Sé que no puedo parar el número de aplicaciones. Estoy consumiendo nuevas apps porque las estoy moviendo a SaaS o a Web services o las estoy desarrollando en mi organización, y eso le pone cierto riesgo. Debido a la escala, asegurar esos recursos no es posible utilizando gente. La seguridad no es fácil de aprender y no hay miles de personas que puedas contratar. La única forma de hacerlo es con automatización y DevOps. El punto es que cuando se implemente una app tenga seguridad por diseño. Si no cambiamos ese paradigma vamos a perdernos la oportunidad”, sentenció Patel.
Para cerrar la brecha entre el desarrollo rápido de aplicaciones, su despliegue, y los riesgos inherentes en un entorno multicloud, F5 adquirió recientemente NGINX, conocido servidor web de aplicaciones de código abierto.
Sin que nada los detenga
F5 registró un modesto 2% de incremento en ventas en su segundo trimestre fiscal 2019, comparado con el mismo período del año anterior. El segmento que impulsó ese avance fueron las soluciones de software, que crecieron 30%. En los últimos 18 meses, F5 se ha embarcado en una transición hacia los servicios de aplicaciones multi nube, para dejar atrás su pasado como empresa de infraestructura. “Somos buenos en infraestructura, tenemos todo lo que se necesita. Ya no ponemos mucho esfuerzo en ello. Nuestras conversaciones [con clientes] ahora son con los desarrolladores y los ejecutivos de negocio. Sabemos que ellos esperan que hablemos de infraestructura, pero ahora les podemos compartir nuestra experiencia en desarrollo de aplicaciones. Así es como entramos en nuevas conversaciones”, abundó Patel.
Desde que F5 lanzara su producto estrella BIG-IP en 1997, no había liberado tantos servicios como en los últimos 24 meses. “Y vamos a duplicar las aplicaciones en los próximos años”, adelantó el ejecutivo, quien es el co-creador del programa F5 Súper-NetOps que facilita a los ingenieros de operación de redes las herramientas de automatización y las metodologías DevOps.
Cabe señalar que todos los productos de F5 son de código abierto, tal como NGINX, de ahí el atractivo de comprar esta compañía tan popular entre la comunidad open source. A propósito de la adquisición de $670 millones de dólares, Patel dijo que F5 seguirá combinando el crecimiento orgánico con el inorgánico.
NGNIX permitirá servicios de aplicaciones multi nube en cualquier ambiente, con la facilidad de uso y la flexibilidad que los desarrolladores requieren, al mismo tiempo que la escala, seguridad, confiabilidad y puesta en marcha que los equipos de operación de redes empresariales demandan, a decir de un comunicado de la compañía. En términos más coloquiales, Patel lo resumió con estas palabras: “Queremos que nada detenga a los desarrolladores, pero cuando se muevan a producción, puedan añadir los controles para disponibilidad, seguridad y cumplimiento de normas. Se añaden las capacidades a las aplicaciones después del desarrollo”.
El trabajo de Patel es asegurarse de que las empresas puedan innovar caóticamente, pero sin riesgos. Con o sin Shadow IT, el hecho es que muchas compañías quieren ser el siguiente Facebook o Rappi. Por ende, hay que aplaudir los logros sin importar de dónde provengan.