*Por Guilherme Barcha, director SES de everis México.
En los últimos años el ecosistema empresarial se ha enfrentado al reto cada vez más grande de reaccionar y adaptarse a una sociedad que rápidamente cambia de tendencias, con base en el sentido de la inmediatez que presentan los actuales canales de comunicación en el mundo. Actualmente, en dos días nuestra sociedad está generando más datos que los producidos en toda la historia humana. Diariamente surgen y desaparecen nuevas tendencias, modas, productos y conceptos.
En 15 años, Google ha logrado quitar la supremacía empresarial a corporaciones centenarias y —al parecer— ya no contaremos con la presencia de grandes consorcios, caracterizados por su consolidada posición en el mercado.
El surgimiento de la internet, así como de las populares redes sociales, ha cambiado radicalmente la manera en cómo las personas se relacionan. A la vez, la forma en cómo los consumidores reducen la brecha de comunicación con sus marcas o compañías de interés nunca volverá a ser igual.
Las organizaciones exitosas tienden a ser resilientes a los cambios. Logran desarrollar frente a estos una capacidad de reacción prácticamente continua y progresiva. Los cambios los retan a innovar, con el propósito de mantener una proximidad con sus seguidores y clientes.
La modalidad de marketing one-to-one nunca había estado tan viva y presente en la vida de las empresas. No obstante, este escenario no es un resultado fortuito; las compañías han entendido la importancia de colaborar internamente, mediante la generación de esfuerzos multidisciplinarios, a su vez apalancados por la transformación digital. Esta tendencia busca la reinvención de cómo las empresas interactúan con la tecnología, sus ecosistemas, colaboradores y consumidores. Asimismo, este proceso de digitalización se encuentra siempre atento a las voces que vienen de dentro y fuera de sus propias organizaciones: abre espacios para que sus adeptos puedan contribuir con ideas y con el crecimiento de aquellas que incursionan en la disciplina.
La empresa digital es esa entidad que entiende la conciliación de todos estos paradigmas, y no solamente define su estrategia digital basada en herramientas y/o tecnologías de forma aislada. Sin una visión del contexto no será posible implementar tecnologías de vanguardia con éxito, dado a que los resultados no podrán ser percibidos adecuadamente.