Tan solo en Estados Unidos, la labor de dos millones y medio de trabajadores del sector de servicios financieros podría ser sustituídos por tecnologías de Inteligencia artificial (AI, por sus siglas en inglés), según la firma británica Autonomous Research, con sede en Londres.
En el reporte “Finanzas aumentadas y maquinaria inteligente”, la consultora indica que en los próximos 15 años, la AI reemplazará puestos de trabajo como el de ejecutivo del banco o el de agente de seguros, porque aplicando esta tecnología se puede imitar de manera efectiva la labor humana, a un costo mucho más reducido.
En el segmento de servicios financieros, el impacto de la AI en el empleo puede ser muy grave para determinadas categorías de trabajadores. Lex Sokolin, director mundial de estrategia de fintech de Autonomous estima que para el año 2030 la implementación de la IA podría ahorrar a las empresas de servicios financieros que están en Estados Unidos hasta $1 billón de dólares (un millón de millones) para el año 2030, al conjugar reducción de personal y aumento en la productividad.
De acuerdo con la empresa, la banca podría ver el cambio más grande, con 1,200 millones de empleos en riesgo y un potencial de $450,000 millones de dólares en ahorros. El segmento de aseguradoras podría eliminar 865,000 puestos de trabajo y alcanzar un ahorro proyectado de $400,000 millones de dólares. Mientras que en el sector de manejo de inversiones, estarían en riesgo 460,000 empleos, pero se generaría ub ahorro de hasta $200,000 millones de dólares.
Los avances en AI van a su propio ritmo
Existen factores identificados han permitido que la Inteligencia Artificial imite o reemplace de manera efectiva el trabajo humano. Por ejemplo, el hardware especializado ha aumentado su capacidad de procesamiento, lo que permite que los sistemas de AI generen respuestas en tiempo real. Así mismo, cada vez hay más datos disponibles para alimentar esos sistemas, gracias a historiales de búsqueda, fotos en línea, y la cada vez mayor presencia de sensores en preparación para el IoT, entre otras cosas.
Sokolin expresó que la evolución del hardware, el software de código abierto, los trabajos académicos en el campo y el financiamiento de proyectos facilitan que la Inteligencia Artificial tenga un mayor alcance. No obstante, señaló que “tomará un tiempo significativo el que la AI sea culturalmente ‘normal’, pero se estima que tendrá un gran impacto en la última parte de la próxima década”.
El directivo vaticinó que estos cambios no se producirán de la noche a la mañana, ya que la IA impulsará un cambio gradual en los próximos siete años, y luego se acelerará el cambio entre 2025 y 2030.
Hasta ahora, la IA es más adecuada para tareas discretas y repetitivas. Pero los analistas preveen que con el tiempo, será capaz de manejar asignaciones más complejas. Entre los avances, se ha registrado que las máquinas ya pueden reconocer algunos tipos de imágenes mejor que los humanos.
“Actualmente la Inteligencia Artificial aún no puede cambiar de contexto, lo que implica que un robot de ajedrez no puede conducir un auto, y un chatbot no puede ver”, señaló el ejecutivo.
En experimentos al interactuar con chatbots sobre cierto tema, como los servicios que ofrece una empresa telefónica, cuando, de pronto, la persona hace una pregunta sobre el clima, el chatbot suele dar respuestas que no tienen sentido.